50 velas rojas...

Sí, lo sé, lo sé... alguien eligió el número 50 para ponerlo en un título y ahora es imposible usarlo sin que te venga a la mente la reminiscencia de esa historia...


... pero esto es algo mucho menos comprometedor.

Hace un par de días me quejaba de que no tenía velas en casa. Y dio la casualidad de que esta misma mañana entré en un supermercado al que nunca he ido con ánimo de comprar (sí con ánimo de hacer viajes, lo visito solo porque allí está mi agencia de "viajes de escritora"... Siempre que viajo a presentar libros, compro allí los billetes de tren).

Como necesitaba otra cosa, avancé un poco dentro de la tienda y descubrí que tiene dos plantas y un montón de cosas. Justamente, cajas de velas. Y pensé: "Anda, mira, ¿no querías velas?" y también pensé en que el viernes, el que me enseñaba cosas (me dice una parte de mi mente que use más bien la fórmula con el que aprendo cosas del Dharma... ) No sé qué diferencia habrá con el matiz pero como esa parte de mi mente se equivoca poco, le voy a hacer caso. "Con el que aprendo cosas relativas al Dharma" Ok. Bien, pues, como decía, el viernes decidí llevarle un regalo a esa persona, solo que el regalo era llevar a otra persona ante su presencia (añade mi mente: "porque a mi sola me daba miedo") jajaja, qué mente tan simpática tengo...

Bien, como decía, llevé a una persona ante esta otra persona y esta otra persona dijo: "uy, si llevas un colgante que es el chakra del corazón". Más o menos dijo eso. Y yo miré el colgante y pensé que era de broma pero luego resultó que significaba algo de verdad. Y pensé: "Qué casualidad". Porque desde luego no parecía nada relativo a chakras, ni Dharma, ni nada... era un colgante y ya está.

- Sí, y además rojo. Lo que simboliza el chakra del corazón.

(Eso necesito yo que lo tengo bloqueado...) me dije muy rápidamente. Y pensé: "Fíjate que hasta cuando vas con intención solo de llevar un regalo... resulta que vas y le llevas a una persona con un colgante de simbología budista..."

Volvamos al supermercado y las velas... 50 velas rojas.

La pregunta es, ¿me las llevo?

NO. Qué locura. ¿Velas rojas?

Seguí andando. Me paré y volví atrás.

"¿Y por qué no?" Son 50 velas... rojas."Úsalas para meditar", me dije. 50 mini-velas = 50 ratos de meditar. Y además rojas. Como el chakra del corazón.

Y me asaltó la parte... mística. "¿Y si me las llevo y vemos que cambia en lo que gasto el paquete de velas?"

Es como una cápsula del tiempo.

En 50 velas rojas yo he... "publicado 3 libros"....

"¿En qué cambiará mi vida en estas 50 velas rojas?"

Total, que me llevé las velas rojas. Luego me perdí buscando la sección de perfumería y por el camino compré unas perchas de madera. 

Y salí pensando: "A raíz de las perchas de madera, redistribuirás el armario, lo que a su vez hará quizá que regales lo que no necesitas, lo que a su vez..." y ya tenemos un libro.

No creo que sea capaz (autodisciplina) de hacer 50 sesiones de meditación del "tamaño" de cada vela. Pero estaría bien. Si te paras a pensarlo, el tiempo se gasta en cosas muy absurdas a veces. ¿Por qué no en hacer un maratón de meditación? ¿Ganaré algo? ¿Me volveré más lista? ¿Más paciente?

jajajaj! (lo siento, es que una parte de mi mente me está diciendo lo que quiero y me da la risa y es muy ridículo y no lo pienso poner por escrito).

^_^ En fin, voy a seguir con mis novelas...
Ciau!!! 

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