Ayer vi al que me enseñaba. Y en sus ojos redondos y mis ojos redondos no había rastro de enojo.

Eso no significa que me enseñe, claro, pero... puedo aprender yo sola. Sin gente. Todos lejos...por si acaso.

Sentada en mi cojín de meditación me dediqué a escuchar el mundo. Qué de pájaros.

Me costó un rato que los pensamientos tuvieran menos fuerza.

Tuve claro que la vida es como una rueda, ahora estás bien, ahora estás mal. "Luego, cuando estás mal, convendría tener la certeza de que vas a estar bien", me dije. Pero ¿significa eso que debía tener la certeza de que iba a volver a estar mal?

"Jo, menudo rollo. Con lo bien que estoy".

Puede que recordar lo de la rueda sí pueda ayudar, pero cuando estás mal, estás mal y es muy difícil estar bien. Eso es cosa del sistema límbico. Hum. Convendría investigarlo.

Me hice una pregunta y mi mente me dio la respuesta y me entraron ganas de reír. Qué fácil lo veía todo.

Y entonces, tuve una revelación.

Tengo que comprarle a mi budita un bonsai. Los había  a vender en el super de la esquina. No lo compré aunque me faltó un pelo pues estaba como super entusiasmada con la idea de llevarme un árbol a casa.

"¿Pa qué? ¡Frena! Si no te hace falta"

Y mi cerebro (la parte golosa, supongo): que sí, que sí. ..árbol árbol....

Sentada, meditando (pantalón de flores), dedo índice tocando con el pulgar...de repente lo vi claro.

¡¡¡Mi tarjeta de descuento es de 5 €!!! El bonsai vale 6 €. ¡Y Buda tenía a sus pies 1 euro en moneditas!

Ergo: Tarjeta Descuento + Bonsai en oferta + 1 € de la figurita de Buda = Domingo con árbol en el altar.

¡jajaja!

Estoy muy loca.

Pero no importa. Tampoco tengo maestro. Pero tampoco importa.

Soy como ... una aventurera. ^_^

Feliz sábado.

posdata: sí tengo maestro. Lo que pasa es que debe de ser invisible. Yo creo que es algo que flota en el aire y si te callas un rato se puede escuchar.

Ciau!!!!!!!!!!!!!!!