Another life

Tengo la sensación, esta semana, de haber nacido de nuevo.

Se ha producido un extraño cambio, a raíz de finalizar una relación, en el que me importan menos los demás y presto más atención a mi misma. A cuando estoy cómoda y cuando no. A veces decido no estarlo y ceder mi espacio y otras veces me doy cuenta de cómo lo ceden otros. He aprendido que no se debe hacer caso a las palabras, sino a lo que te dice el corazón sobre los demás. El corazón a veces se equivoca pero es auténtico.

He aprendido a hacerle menos caso a mi Muso. Primero, porque no me habla en estos momentos y, segundo, porque ¿quién dice que deba enfadarme si se mete conmigo?

Mis amigos han evolucionado en los últimos tiempos en la misma dirección que yo. A mi alrededor escucho frases como "todos los seres humanos tienen una luz, que tienes que recordar cuando las cosas se tuercen". Eso de la luz me hizo gracia. Yo diría un brillo. O, otra frase que me llamó mucho la atención de una amiga fue: "Desde que me reconcilié conmigo misma..." La verdad es que noté su cambio. Los cambios internos en las personas, se notan fuera.

Casi todos los del grupo son una panda de solteros empedernidos, como yo, pero ... casi sin darnos cuenta, van pasando los años... y sin pretenderlo, pues resulta que hace diez, doce, catorce años que nos conocemos... y es agradable conocer a gente desde hace tanto tiempo. (*nellydiccionario: conocido=seguridad)



Resulta muy curioso que algunos amigos míos (como es el caso del dueño de la pastelería) resultó ser amigo del instituto de otro amigo mío al que yo conocí en el trabajo. Hace poco me llegó un correo de un forero que me dijo (en enero, se ve que atiendo los mensajes con un poco de demora) que resulta que este amigo también es amigo suyo. En su e-mail, decía: "¿¿recuerdas el día aquel que pasamos la noche diciendo: yo te conozco de algo pero no se de qué? Pues, ¡Nelly... soy...!"

Tengo su foto en mi corcho del estudio. Pero claro, esa foto es de unas Jornadas Literarias de hace 12 años. Y resulta que nos vimos hace pocos años y no nos reconocimos (es lo que tiene usar varios nombres, como los super-héroes).

Entre tanta identidad secreta, tantos amigos nuevos, y tanto establecer conexiones, he aprendido algunas cosas:

Soy diurna.
Mi plan perfecto es desayunar sin prisas.
Sitúo a la gente a mi izquierda.

Esto último, no sé porqué. No me cojas la mano derecha, ni me hables por el lado derecho. Las personas, van a la izquierda. También soy zurda de pie. Pero escribo con la mano derecha. Lo que me resulta curioso es lo de la gente, lo comprobé ayer mismo. Iba con una amiga y constantemente yo me ponía de manera que ella estuviera a mi izquierda. Ya lo sabía con la relación que tuve y la primera vez que me fijé en ello fue con el viajero. (el viajero: personaje de relato o nombre eufemístico para persona muy hábil en el manejo de energías y "presencias")

Debo tener la lateralidad del cerebro un poco torcida, jajajaj.

No me gustan las muchedumbres.
Tengo amigos con los que hablar de libros.

Y, por cerrar la entrada, pues me tengo que ir ya: me encanta Kate Perry, jajaja!

Aunque voy a cerrar con otra que me lleva resonando en la cabeza y me hace reír, toda la semana:


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