Manual práctico del escritor en apuros.

Bueno, como no se me ocurre de qué escribir y hoy no estoy para inventar cuentos (tengo el final de una novela pendiente). He pensado dar unas trazas/consejos prácticos para todo aquel que quiera ser escritor. 

Mucha gente se pregunta qué debe hacer para ver su novela en las tiendas (la verdad es que hace mucha ilusión cuando vas a Lfnac y puedes comprar ¡dos libros! escritos por ti). O cuando ves tu libro en la lista de recomendados de colegios. Hace, repito, mucha ilusión.
Luego ves que a tu lado hay como doce mil títulos más y ya, sientes curiosidad. ¿Y quién habrá tras esa portada? ¿Y cómo a este se le ocurriría esto? Y el más probable: "¿Cómo ha llegado este hasta aquí? ¡Yo quiero!".

Básicamente, todos empezamos con la hoja en blanco así que podemos estar contentos por una cosa: en un principio, todos tenemos la misma posibilidad. Sí, ya sé que diréis: "Nelly, ¡eso no es cierto! Si eres famoso y sales en la tele seguro que van a querer publicarte un libro". Es verdad. Pero yo no me refiero a eso. A lo que me refiero es a que, cuando comienzas a escribir, la obra maestra ya la tienes delante. Está ahí, en el "todo" que es el folio.
El problema es descubrirla. De hecho, a veces los escritores tenemos miedo a escribir porque sentimos que si pones una palabra inadecuada, incorrecta... te alejas de esa genialidad.

Y como todas las novelas empiezan igual: con la hoja en blanco... pues lógicamente debo deducir que a priori todos empezamos del mismo modo. Otra cosa es que publiques o no. Pero es que mi segunda creencia es que cuando algo es bueno, se publica. Ya sea tú por tu cuenta y con el boca-oreja. Ya sea por un editor. Ya tardes seis meses y veinte años. Cuando algo es bueno, se publica.

Presentando con Jorge Magano, que es un crack!!..


Eso no significa que todo lo que está publicado sea bueno.

Bien, y ahora vamos a unas ideas prácticas:

1) Hoy en día los manuscritos se mueven con un "proyecto editorial". Así que infórmate de lo que es, y prepara uno más que decente (www.escritores.org). Piensa que cada editorial puede recibir unos 150 manuscritos al mes y que lo más probable es que seleccione sólo 2 autores nuevos por cada año. Hay casos y casitos, pero hazte a la idea, publicar no resulta sencillo.

2) El amiguismo siempre funciona pero no todos tienen la suerte de contar con un padrino. Así que: rodéate de escritores. Y ojo al abuso de contactos. Me explico: que tengas un amigo escritor no significa que puedas bombardear a su editor con e-mails, porque le puedes meter en un problema. A no ser que seas una estrella de ese sello editorial, el tema de "recomendar lecturas" no es tan sencillo como parece. Yo solo he dado el mail de mi editora una vez, tras leer la novela y sopesando que era un libro, a mi entender, buenísimo. 

3) Haz caso a los mayores. (Puñetas, ha saltado solo la cursiva. Bien. Lo voy a dejar así). Entre mis momentos más preciados de las ferias del libro están las conversaciones con Jordi Sierra i Fabra, con Figueroa... y con otros amigos y desconocidos (con gente cercana con mejor carrera que yo y con los escritores estrella). Haz caso de ellos. Te van a ayudar.

4) Rehuye los autores "enfadados". Me explico: si escuchas a alguien desproticar sobre una u otra editorial, presta atención, pero no te creas todo lo que te dicen. Lógicamente si es tu mismo sello te pueden poner sobre aviso de algo, pero si estás escuchando a alguien que critica a un escritor o editor, y acto seguido dice: "¡porque a mí no me quisieron publicar!", huye. No, en serio, es que no os imagináis la cantidad de gente que sostiene que si no la han publicado es porque la editorial es una insensata. Porque su obra es lo más maravilloso del mundo. Jamás he entendido esta postura. A ver, si no te publican puede ser por mil factores, pero ninguno de ellos es "porque eres tan genial que no soportarían tu éxito". Me quedo ojiplática con las cosas que he oído. Te puedes quejar de impagos, de imposibilidad de contabilizar ejemplares, de cambios de portada de última hora, de falta de galeradas... pero vamos, el "yo he venido aquí a hablar de mi libro", no lo entiendo. A no ser que seas un Premio Planeta. No sé si me entendéis lo que quiero decir. Hay autores que "te cuentan sus dificultades" y otros que están "enfadados con el mundo". Curiosamente, los que me he encontrado yo en esta segunda categoría... en casi todos los casos, no han conseguido publicar con editorial "tradicional". Están en copagos y hablan de ellos mismos y su obra como si fuera lo más relevante del panorama actual y luego se derrumban y comienzan a poner verde a todos. A esos, ni caso. Pero ojo, cada autor es un mundo. 

5) Esto nos lleva al punto cinco. Valorar la situación. Busca lo positivo. Muévete, ve a la radio, promociónate. A mí una editora me dijo: "Los concursos, Nelly. Ve a por los concursos". Este año no publicaban juvenil (o no bastó vender 1000 o 2000 ejemplares para seguir con ellos). Pero me dijo eso: "No lo dejes nunca, ve a por los concursos". Vale, pues ya está. A por los concursos. A por Montena, a por Barco de Vapor... ¡anda que no hay cosas! Para escribir tienes que disfrutar del proceso. Que sí, que la idea es publicar, pero la gente que escribe horas y horas sin promesa de editor al terminar, disfrutamos del proceso. De lo contrario, nos volveríamos locos. 

6) Leer. Aquel que diga: "yo escribo muy bien pero no leo", miente. De verdad. Lo comentábamos en unas Jornadas Literarias hace poco. El que te dice que sabe escribir a las mil maravillas sin leer a los demás, ufffff. Que lo demuestre. Así, a priori, yo no me lo creo. Hay profesores estupendos ahí fuera. Empezando por Eugénides, Nothomb, Salinger.. Stephen King. La de recursos que hay. La de trucos que usan. Incluso cuando escribes bien, al aprender de los demás, piensas: "joer, lo que me queda aún por descubrir".

7) Lo mismo os digo para mejorar vuestra escritura: a base de usar recursos, los interiorizas y luego pasas a otros y a otros nuevos y eso nunca acaba. Nunca. Porque eres tú y tu estilo, pero aprendiendo de los demás. Por ese motivo de la mejora y la evolución constantes a mis amigos y a mí nos pasa una cosa. A veces no somos capaces de leer nuestros propios libros. Porque los vemos "tan malos", que nos dan ganas de lanzarlo a la papelera y empezar otra vez. Por eso solemos decir: "Lo dejé aquí porque sino jamás acabaría de revisar". Esta frase la he dicho yo, se la he oído a una gran amiga y escritora de Histórica, y se la he escuchado a más gente. Es que no terminas. Te entra el agobio y todo es un desastre.

8) El tema lectores. A ver, os diría que no son necesarios sino fuera porque mi última novela sí habría requerido una mano inocente. Pero  ¡ojo a los lectores! Yo solo tengo una lectora. Una. Es gran lectora, no tiene nada que ver con el mundo editorial y sólo me dice si le gusta, si no le gusta y lo que no entiende. También me recomienda libros que, según ella, son como si los hubiera escrito yo (y acierta y me enamoro de los personajes). No siempre estamos de acuerdo en algunas partes de las historias. Pero conviene tener un lector. Sin embargo, hay gente que sólo por dejarle la novela ya cree que tiene que opinar algo y esos no os van a servir. Es complicadísimo ser un buen crítico. Y sin autoestima no se puede publicar. Eso también os lo digo. Así que cuidado con el tema de elegir lectores. 

9) Dejar reposar la novela y repasarla es algo de manual. Por cierto, hablando de eso, buscad un buen manual de escritura. No un curso. Los cursos a mí nunca me han llamado mucho, aunque pueden servir para crear hábito. Pero hay un manual en tapa verde, maravilloso, con unos trucos geniales. Manual de Técnicas Narrativas, prólogo de Enrique Páez. Vamos, es mi piedra angular.

10) Y por último, la inspiración. Necesitáis saber lo que os mueve. A ver, no sé vosotros, pero yo el día que decía: "hum, hoy me quedo en casa, me retiro del mundo, y escribo", resultaba tener unos bloqueos tremendos. El "hoy no salgo y escribo", no funciona. El "me voy a recluir en una cueva (jajaja) y esconderme para escribir" tampoco. Nada. Ni una palabra. Sin embargo, iba al cine con mis amigos y volvía con mil ideas. Me llamaba una señora llamada Asworth al trabajo y ¡¡saco un libro con Espasa!!... veo dos miradas en el metro, escucho una frase... no os digo nada, ya, si escucho al muso... vivo, tengo experiencias y es casi como viajar al centro de ese folio en blanco a esa corriente perfecta y rozar ese best seller que sé que está ahí, escondido, en ese blanco impoluto. Y de pronto lo ves y te pones a teclear como quien toca un piano (un experto, claro, porque si lo toco yo...). Este es mi caso. Cada uno debe buscar el suyo propio. El cine, la música... la gente. En general, la gente. Lo que os inspire. Y otros libros. 

^_^ Y ese es mi manual.




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