Sueños que son historias: "El Bosque Espeluznante"

Me encontré de repente en un lugar en el que vivían un montón de seres humanos asustados que no sabían ni cómo, ni por qué habían terminado allí. Simplemente, estaban. Vivían en una ciudad ruinosa, en constante pelea con la naturaleza que luchaba por invadirla y parecía estar a punto de comerse los edificios y las calles (por llamarlas así) ya que en verdad eran como un laberinto estrecho y rocambolesco que uno no sabía ni dónde empezaba ni dónde terminaba.

(no es del todo correcto, terminaban en el muro)
 
Pues bien, los habitantes de esta ciudad no recordaban nada. No sabían que hacían allí. Pero me dijeron que estaban preparando una... ¿expedición?, bueno, una expedición para encontrar una salida. Vamos, que se querían marchar y no daban con el camino. Y me dijeron: "Pues te toca ir con ellos".
 
Ah, pues vale.
 
Pero.... (¿alguien ha visto la película "El Corredor del Laberinto"?) digamos que el asunto no era tan sencillo. Durante todo el sueño era de noche, los árboles rodeaban el muro y la ciudad parecía enclavada en un claro que a lo mejor era el único de toda la selva, pero era como si los árboles y toda la vegetación se la fueran a comer. Resultaba, en general, bastante tenebroso.
 
 
(era una ciudad amenzada) Lo cuál sería un buen título para el sueño... La Ciudad Amenazada.
 
En fin, volviendo a los acontecimientos. En este sueño espeluznante salí al bosque con otros seres humanos pero de repente... empezaron a dispararnos y resulta que eran unos feísimos hombres insecto. Qué cosa más horrorosa. Los humanos que buscaban la salida venga a gritar y venga a correr, y en cuanto sorteamos -o pareció que sorteábamos-, este peligro, de repente llegó un rugido espeluznante de la selva y de un matorral surgió un monstruo tan... tan...
 
¿Sabéis lo que os digo? Me cabrea muchísimo soñar estas cosas. Y más después del día de ayer que dediqué a "cuidarme", "mimarme", "quererme", buscar libros bonitos y hacer deporte. De hecho, pensé: "mira que bien, cómo te cuidas". Y va mi cabeza y me lanza esto de sueño.
 
Bueno, esta bien, puede que tenga que ver con una cosa que pensé. Pero de todas maneras... ¡¡¡¡¡protesto!!!!
 
Estaba describiendo al monstruo espeluznante. Era horrible. Imaginaros que le decís a un niño de tres años, a un joven de quince, a un adulto de treinta y a un hombre de ochenta que pinte un monstruo. Cada uno pintará una cosa (el de ochenta igual hace algo que tiene que ver con la economía o el mundo ....) En fin, pues todas aquellas horribles criaturas convertidas en monstruos reales, estaban agazapadas en aquella selva.
 
Si sorteabas al monstruo que parecía un dinosaurio, surgía luego otro con forma de garabato peludo de dientes aterradores. Si corrías para esquivar a ese, a la vuelta de una liana te encontrabas con una planta gigante imposible de sortear y con un ser espantoso igual de amenazante.
 
De los quince que partimos a buscar una salida... a la mitad se los merendaron. Escrito así, pues no asusta, pero probad a vivirlo.
 
Volvimos a la ciudad.
 
- ¿¿¿Pero se puede saber cómo os habéis metido en este lío??? -les pregunté a los vecinos.
 
No tenían ni idea.
¿Quién construye una ciudad en medio de una selva espantosa?
 
- Tenemos que encontrar la salida -dijo un personaje.
 
- ¡Yo ahí no salgo otra vez! -les dije-, ¡ni de coña!
 
- Que sí, que sí....
 
Hala, vuelta a intentarlo de nuevo. Y claro, recorridos cinco metros apareció un "coso", horripilante...
 
- ¡Que no! ¡Que yo me largo!
 
Tal cual. Regresé a la ciudad, me escondí en una casa. Había duendes malvados, si abrías una ventana, una maraña de hiedra que se colaba para dentro. Las casas tenían paredes que parecían cuevas y estaban vivas... todo era muy raro.  Había bichos y monstruos, había seres metamorfoseándose por todas partes... ¿quién puñetas construye una ciudad en un sitio tan raro?
 
Antes de irme caí en la cuenta de que tenía que llevarme a mis mascotas. Pero mis mascotas habían encogido y correteaban por entre la enredadera y cuando conseguí atrapar a una, me mordió.
 
- ¡¡Estaos quietas para que pueda agarraros y nos larguemos de aquí!!
 
Mientras lo decía se oyó un rugido horroroso. Ya no solo había monstruos fuera, ahora atacaban la ciudad.
 
- ¡¡Se acabó, me largo me largo YAAAAAAAA!!!!
 
Es de esos sueños que, cuando te enervas lo suficiente, como que puedes escapar volando...
 
Y mientras me alejaba con el corazón latiendo a doscientos por minuto (yo que soy una chica tranquila....) escuché por fin (o más bien, contemplé), la explicación.
 
¿Quieres saber lo que ha pasado? Me preguntó mi pensamiento.
 
¡¡Hombre, pues sí!!
 
Y entonces vi la historia: érase una vez unos profesores y unos alumnos. Se inventaron un lugar maravilloso, un mundo que no existía. Los alumnos lo pintaban en cuadernos. Los profesores hablaban de ese lugar... y según el sueño, acabaron mudándose a un valle donde había una casa y árboles bonitos y hierba verde. Y allí se juntaban y hablaban de ese mundo idílico que habían creado. Todo esto lo vi yo en el sueño....
 
- Bien, pero ¿qué puñetas tiene que ver esto con esa ciudad espantosa????? -grité enfadada.
 
Y entonces vi algo curioso. Con el paso de los años esos alumnos y esa gente iba cambiando, y tanto hablaron de aquellos seres de fantasía, tanto los dibujaron... que al final fueron reales. Pero eran bonitos. Que si duendes, que si hadas, que si seres raros... eran todos bonitos.
 
- ¡Pues no lo entiendo! -dije.
 
Entonces ocurrió algo. La vegetación se volvió más frondosa. Al volverse más frondosa, el valle se volvió más sombrío, y bajo las ramas surgieron seres un poco más oscuros....
 
Al surgir estos seres -siguió la voz en off- otros aparecieron a su vez que se alimentaban de ellos. Y otros más luminosos quedaron relegados...
 
Yo lo miraba todo, alucinada.
 
Los cambios influyen en otros cambios....
 
A medida que surgían seres más fantasmales y horribles, más oscura se volvía la ciudad, de forma que de algo tan simple como que... crecieran mucho las plantas, y más frondosas, pues acabamos desembocando en seres horribles y en que la gente no se acordaba de nada. Dicho así, en un breve párrafo, pues suena inverosímil, pero en el sueño ví toda la sucesión de acontecimientos y era la mar de lógica.
 
- Y ellos no se acuerdan de nada -dije- no saben ni quiénes son, ni de dónde vienen...
 
Quédate con la idea de que son varios cambios juntos, unos sobre otros, los que han llevado a esta situación.
 
AH! -dije.
 
Y me desperté.
Honestamente, ¡¡¡no más sueños de monstruos!!!!!
¡Puñetera imaginación de escritora...! me va a volver loca algún día...
Saludos
Nell.  
 
 
 
  

2 comentarios:

Ismael dijo...

¿No crees que es un bajo precio a cambio de un don?

Nelly dijo...

Hum.... un don. Caramba. jajajaja ^_^ Pues no lo había pensado así...
(Pausa frente al ordenador en el que medito profundamente tus palabras).
No sé, no sé.... lo terrible de los sueños es que no podemos controlarlos....
Esta bien! ^_^ procuraré no pelearme con mi imaginación.

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