La llave -Tanizaki.
¡7 días de vacaciones!
^_^ ¡para descansar y leer! y reflexionar. Y aprender también.
Estoy con esta novela erótica de Junichiro Tanizaki:
Trata de un profesor y su esposa, con una relación un tanto.... apagada. Él tiene cincuenta y muchos y ella diez años menos. El profesor comienza un diario diciendo que su esposa tiene muchas ganas de hacer el amor pero que es un tanto clásica y modosa, y la reprende por ello. Escribe el diario "a ver si ella lo lee", pero es muy gracioso porque paralelamente su mujer comienza otro donde dice: "no tengo la menor intención de leer el que escribe mi marido...."
Tiene frases geniales como cuando dice que no le interesa su psicología "más allá" del límite que ella misma se ha puesto. Y tiene otra estupenda cuando dice: "amo a mi marido profundamente pero no soy capaz de mirarlo sin sentir desagrado". Me ha recordado un poco a Middlesex cuando habla de los sentimientos mezclados. Que no lo dice así pero, en ese otro libro os puedo poner el ejemplo de la muerte de un personaje y su esposa que sentía pánico porque pudiera morir, cuando lo hizo, siente alivio. Porque lo que más temía ya ha pasado así que deja de ser necesario sentir miedo. Es una cosa un poco rara, lo sé, la escena para mí fue bastante impactante.
Total, que estos dos, profesor y esposa, escriben diarios paralelos y como voy por la mitad... yo creo, sinceramente, que están jugando al gato y al ratón y que cada uno lee el diario del otro. Es la impresión que me da. Como os decía es la vida íntima de esta extraña pareja,... de repente a uno de ellos se le ocurre mezclar al novio de su hija y ya al final.... jajajja, ¡¡la que están liando!! A decir verdad se les podría sentar juntos en un salón, mirarlos a la cara y preguntarles: ¡Pero hombre, ¿os parece bonito?! ¿A qué puñetas estáis jugando? Uno obsesionado por mirar a su mujer desnuda y explorarla, la otra pensando "qué pesadito es mi esposo". No sé si estoy escandalizada, si hay que cerrar el libro y dejarlo en la estantería porque no esta bien cotillear, ...o seguir avanzando.
(Seguiré, claro...)
Lo que también se me ocurre es otra cosa: la forma en que está contada la historia. Dos diarios paralelos marcados para el lector con una simple flor. La oscura es el marido, la clara, es la mujer. O sea, el lector se las apaña para construir la escena. Y lo que es más importante.... el punto de vista del narrador. Son dos "narradores personajes", pero... Tanizaki por narices tenía que saber que el lector no se iba a identificar con ninguno de ellos. Es decir, es la primera vez que veo cómo construir una novela sin afán de identificación. Normalmente, escribo en omnisciente. Es el más fácil. Si tengo que usar un secundario, por lo menos desde mi posición, trato por todos los medios de que el lector sea él. Nunca jamás había pensado construir una historia sobre los mismos acontecimientos narrados por dos personas radicalmente distintas. Eso me obliga, como lector, a tomar una tercera posición. La mía. Y verme yo en una novela es un poco raro.
¿No es sorprendente? No sé si entendéis lo que quiero decir. Tú te lees "Los Pilares de la Tierra" y desapareces en la historia. Te lees una de misterio y lo mismo. Pero es que yo leo este libro y me siento como si estuviera en un salón, con el profesor y su mujer (y su hija, magistralmente introducida en un comentario) y... casi parece que me están preguntado (los personajes) ¿qué opinas?
¿Qué ves? ¿A quién crees?
Es tan divertido y tan confuso.
¿Y cómo se hace eso? (aprendizaje de escritor) Cómo se logra eso.... el lector debe construir la realidad con dos puntos de vista distintos. Y estos han sido escritos sin afán de ser justificados, ¿no? Menganito es así, Fulanita es asá. Y punto. Ni esta bien, ni está mal... bueno, más bien, ... no sé qué pensar.
Aquí hay un misterio por resolver (para mí).
La técnica que tiene este autor yo aún no la tengo. Mira que Middlesex es complicado y sin embargo entiendo el modo de narrar de Jeffrey Eugenides, puedo verlo. Veo su gusto por la historia, por la Humanidad, por los personajes, veo la belleza de las imágenes que quiere crear. Pero, puñetas, Tanizaki no hace eso. Tanizaki me lanza dos personajes con una simpleza asombrosa pero, ¡¡no me los juzga!! Va y los suelta ahí, sin más, y encima me mete a mí (al lector) en la novela. Para que opine. O no. A lo mejor le trae al pairo el lector... no hay modo de saberlo.
Oye, es divertido. ¿Os imagináis crear dos personajes completamente opuestos y que narren la misma situación? Es como si dieran vueltas alrededor de algo que, como no hay forma de saber la verdad, pues, no existe. Son solo impresiones de cada uno.
Y supongo que muchas miles de impresiones juntas es la realidad misma de nuestros días.
Saludos!
Nelly.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario