En el que os cuento una anécdota del trabajo.
Voy a contaros una tontería que me pasó ayer, pero... que me ha hecho gracia. Ayer mi compañero me pidió algo por Teams. Era la segunda cosa que pedían como favor, impidiéndome realizar la tarea que tenía asignada -que requiere la atención de un controlador de vuelo.
Ok, la primera, vino de un Dpto superior, contesté, avisé y la realicé, sin abandonar mi otra tarea. Y me dije: "Venga, una". Aumenta el estrés, pero era llevable.
Luego, llegó la del compi más problemática pues ya hay alguien haciendo esa labor. Mi compi no lo sabe, así que se lo dije. Y tal cuál se lo dije, comprobé que no pasaba nada, pero me saltó este eco interior:
¿Por qué no le has ayudado?
Observando la pantalla de la que no puedo desviarme, contesté: "Porque nos retrasa". Es así, no se puede estar conduciendo un autobús y haciendo un bizcocho. No debes. Poder, puedes, pero si pasa algo... pues ya sabes por qué ha sido.
¿No le ayudas porque nos retrasa en la tarea asignada?
"Eso es".
Más o menos cinco minutos o ocho minutos después, atenta a la pantalla, doy una orden a una máquina muy concreta. Una programación. Pero el ratón no responde. Hago "clic" y no cambia nada.
"Es C"
Mi yo interior se refiere al compañero. Que no es el Universo, sino el compañero. Que si no se puede hacer una excepción. Que él es él y es alguien especial para mí. No otra persona, sino él. Y que ayudarle a él es como ayudarme a mí.
Ains. Pienso lo siguiente: "Tienes que dividir mejor el trabajo. Tú tienes una tarea, y esta tarea es única porque requiere atención constante. Sí, puedes interrumpirte para hacer ocho mini tareas... pero si se te estrella un avión por no mirar la pantalla... nadie va a entender que estuvieras haciendo otras cosas. Nos retrasa. No es un tema de cantidad, es un tema de "cualidad". ¿De acuerdo? Y así con tod@s".
Sigo dándole al ratón y el ratón no responde.
-¡¡Puñetas!! ¡Trasto!! -exclamo.
Es la pila.
"Porque nos retrasa"
Le doy, le doy, le doy. Nada. No responde. Muevo el ratón y el usb que funciona con esa onda remota que llevan los teléfonos y los mandos a distancia. No funciona. Es algo físico. Seguro.
-¡¡¡Puñetera pila de marras!!!
Se nos va la curva.
-¡AAARRGGGG!!!!
Ya sé que se va la curva. ¡¡¡¡ARRRGGGG!!!!
Le doy, le doy, le doy, le doy... la máquina bloqueada.
"Me pregunto que otras cosas nos retrasan"
¡Será posible!
-¡Vale! -pienso-, ¡existen múltiples factores fortuitos que retrasan! (como el que nos ocupa) ¡Pero no hablo a nivel cósmico... no hablo de la causa efecto! ¡Te digo que a partir de ahora te vas a encargar debidamente de UNA sola tarea!
Porque nos retrasa.
((retrasar... ))
Es en ese momento en el que de manera totalmente ABSURDA, el ordenador se recupera... y un problema físico, de ondas, de conexión, del ratón, de las pilas... de repente no solo se subsana solo, SINO QUE EL ORDENADOR EJECUTA LAS CINCO ÚLTIMAS ORDENES (QUE EN REALIDAD ERAN SOLO UNA) DE GOLPE.
Cinco clics.
El ratón no funcionaba.
Elimina la programación 1 que yo quería eliminar.
Elimina la programación 2, que yo iba a continuar eliminando, pero que no lo había ordenado.
Elimina la 3.
Borra la programación MODELO de la carpeta.
-La programación modelo. La que NO se debe borrar.
((Escena a mi mente: "Hagas lo que hagas, nunca borres la programación modelo"))
-¡********! (no lo escribo, poned un taco) ¡¡¡¡Pero será sñalf asdlfahsdfjaslfjsal!!!
Miro la pantalla.
En el peor momento.
¡EN EL PEOR MOMENTO! ¡ESTÚPIDO TRASTO!
Bien, tranquilos. No se van a chocar dos aviones.
Cierro y abro los programas. Menudo retraso por Dios. ¡Es que no doy crédito!
-Vale -pienso para mis adentros-, ya te has vengado.
Mi pobre compañero no sabe nada de esto.
Entiendo que Coso esté de su parte. Pero hombre... No hace falta que fallen todos los aparatos eléctricos de una planta.
Reinicio. Los programas no responden. La curva sufre. Ya, ya. "Aguanta, curva, que ya voy"
Y ahora es donde empieza lo divertido.
Abro el programa y no hay programación. Está en blanco.
"Vale, vale... venga, es un problema. ¿Qué ha ocurrido?"
Se ha borrado el código.
"Bien, ¿de qué?"
De una carpeta
"¿Esta carpeta qué es?"
Una copia.
bingo.
"¿Existe un lugar donde la programación modelo esté?"
Sí.
¡¡En las originales!!
-¡Dale, vamos, dale!
Voy a la original. ¡Venga! ¡Deprisa, deprisa!
Busco los códigos. Programo. La máquina no responde.
-¡OH, PUÑETAS, YA! ¿Y ahora que te pasa?
Introduzco los códigos. Nada.
Nada, no hay manera. No le gustan los códigos.
¡¡¡¡¡¡Pero que es el mismo código!!!!!!!
"¿ Y ahora qué te pasa?"
Se me enciende la bombilla.
-¿Quieres hablar máquina, eh? ¡hablemos máquina!
Copio con imagen los códigos de la carpeta original. Con imagen. A toda velocidad. Entro en la copia, elijo un soporte que me permita añadir la programación y busco por palabras. No códigos. Palabras. Junto a la palabra aparece el código. ¡Te tengo! Lo introduzco.
¡EUREKA!
A la velocidad del rayo introduzco las órdenes y la curva deja de sufrir.
¡AY, POR DIOS!
Me detengo. Respiro.
Reviso la programación.
Parece correcta.
Y pienso: "¿Esto le pasará a otra gente?"
La respuesta es: existe la probabilidad de que ocurra.
Y pienso: "¿y habrían hecho lo que yo he hecho?"
Mi yo interior señala que hay muchas formas de arreglarlo, pero que casi todos habrían llamado a un compañero.
"O sea, que has programado una máquina que desconoces por mera deducción".
Empiezo a sentirme feliz.
¿Seguro que está bien? Reviso los códigos. Son correctos.
"Ale, cómo mola esto, ¿no?"
Y es entonces cuando comprendo el programa. Tenía razón mi maestra, es muy sencillo. Sólo hay que perderle el miedo.
Observo, a final del día, el equilibrio de las curvas. Ciertamente, se ve mi tropezón (un punto en la gráfica, en 8 horas de trabajo. Más las 8 del compañero anterior, que también sube y baja la gráfica con tropezones similares). Pero me fijo bien:
-El tropezón ha favorecido la bajada de esta otra gráfica. Dentro de lo malo, un 0,3% de mejora de esta gráfica se debe quizás al retraso en mi actuación en la otra.
¡Ah, jajajajaj, lo acabo de pillar!
¡JAJAJAJAJAJAJJAJAJA!
¡Jajajjajajja!
Lo siento, no puedo explicároslo. Coso me estaba señalando algo sobre el concepto de "retraso". En plan: "no existe". Sí que existe, hombre. Pero no hacía falta, jajajajaj, enseñármelo con los efectos en las curvas. Ok, el retraso es subjetivo.
En fin, feliz día.
Saludos!!!
0 comentarios:
Publicar un comentario