Puntos de inflexión y pistas en las tramas.

 

Voy a compartir un gran secreto que os ayudará como escritores y también os hará anticipar la resolución de la gran mayoría de los argumentos...

Así que, vosotros sabréis si queréis leer esta entrada o no...

Bueno, allá va.

Metáforas de situación

Las tenéis en muchísimas películas. Es ese momento que compendia el conflicto. El conflicto que está por llegar. Vamos a ver unos ejemplos: uno de los maestros jedis dice algo sobre Anakin cuando es un niño,... y la cámara se desplaza y vemos a un personaje supuestamente bueno con la capa y la música del imperio empieza a sonar. En realidad, tú ves la cámara desplazarse a otro personaje más, sin misterio, pero si ya conoces la historia y sabes que es El Emperador... de repente la escena cobra otro sentido. Es el final de la primera película, desconozco hasta el título porque no soy especialmente fan de la saga...

Otro ejemplo: "Qué felices somos, las vacaciones van a ir genial", la cámara se desplaza al cielo y entonces vemos una tormenta que empieza a formarse. Bien, no va a ir genial. Si la película se llama "Tormenta" y en el primer acto ese plano sin explicación, es situacional te anticipa que va a pasar algo malo.

Hasta aquí, diréis, ¡bueno, Nelly, pero está chupado!

¿Sí? Bien, entonces seguro que lo reconocéis en un millón de historias, probad con Sospechosos Habituales, ¡jajajaja!

Buscad las metáforas de situación de las películas, escenas sin palabras que contrarian a los protas o anticipan el conflicto. 

Hacer cine es caro

Diréis: "Esto sí que no lo entiendo". Es sencillo, alguien me dijo en la Universidad: Un plano en un anuncio nos cuesta un dineral...  Así que hasta la rotura del pantalón deshilachado del modelo obedecía a la imagen que quiero darle a mi cliente y una señora cobró dinero por ir a comprar el pantalón y romperlo.

Bajo esta premisa y teniendo en cuenta que el cine es aún más caro... ¿podéis explicarme por qué a la protagonista de Gravity se le engancha un extintor cuando intenta cerrar la puerta de la nave?

En cuanto ves eso, piensas: "Cielo santo, no sé cómo acabará la película pero se va a salvar con el extintor".

No es tan sutil. Ya me diréis vosotros, ¿qué pinta un extintor si no existe la casualidad gratuita? En cine, no. La única casualidad que ocurre es que se cuele un gato en un escenario o que la prota de Princesa por Sorpresa se de un resbalón y casi se rompa una pierna, pero ¡eh! ¡como es torpe y va con el personaje qué feliz coincidencia, jajajajaj! Eso es casualidad, meter un extintor a producción y dedicar horas a matizar el brillo, no. Eso lleva tiempo. Estoy exagerando para que me entendáis.

Luego el extintor es parte de la trama.

Los finales se explican con elementos del principio

Bien, tras esto no habrá historia que no podáis destripar.

"Mirad" dice el teniente, "esta es la isla, y ¡cuidado con esos bidones de hidrógeno... regalo de la marina!"

Esperad, parad y analizad lo que acaba de decir: es el planteamiento, llegan los héroes a la isla (Cazadores de Mentes, o algo así) y el líder señala la isla y dice: ¡cuidado con esos bidones de nitrógeno congelado!

¡jajajajajaja!

Me da igual que la película vaya de "caza al asesino en la isla", ¿¿a santo de qué dices lo de los bidones de nitrógeno?? Pues fácil. Porque lo necesitas. Es tu cierre. Es el final de tu historia.

Pase lo que pase, esos bidones se van a romper.

Y ahora vamos a uno más divertido:

"No, querida, las capas son terribles..." ---> seguido de un desfile de villanos con capa que han muerto todos a causa de la capa.

Llega la mitad de la película y sale el villano.

-Uy, mira... pero si lleva capa.

"Ya sé cómo van a derrotarlo en la lucha final"

¡jajajajaj!

A ver, hombre, que no es tan difícil, ¡que nos lo están diciendo!

Casi me echan del cine.

Se trata de construir. 

Cuando mi hermano me trajo "La vida secreta de Walter Mity", entusiasmado porque ¿cree que me parezco? ¿Acaso no soy yo una mujer valiente que se iría de viaje.... o quizás me paso la vida soñando? ¡bueno, da igual! Me mostró la película y yo la miraba con cara de: "Psss, esto es una tontería".

-¡Pero si es muy buena!

Le miré.

-¿Sabes quién tiene el objeto que buscan y que motiva el viaje del héroe (la fotografía)?

Silencio.

(Tipo de historia --> saca al héroe de casa. Contexto: todos buscan el tesoro. Contexto: el héroe se desespera. Búsqueda de objeto milagroso, ¿dónde está el objeto?: EN CASA)

-La tiene él. 

Mi hermano, sorprendido, dijo:

-¿¿¿Disfrutas de alguna película????

Pues claro. De miles. De las coherentes, de las maravillosas... Disfruto de House cuando se pone a deducir cosas. Me encantan miles de películas. La de la isla con nitrógeno, de Sospechosos Habituales, de Kapax en su día (la escena del observatorio me encanta... cuando explica las estrellas) Disfruté de La Llegada, de Interestellar (muchísimo), de Origen, del Caballero Oscuro, de Yo, antes de ti ....

De muchas.

De lo que no disfruto es de una película que me dice: "Voy a contarte el origen de la especie humana" y luego resulta que es Alien. ¿Sabéis por qué? Os lo cuento: protagonista operada sin anestesia de complicada cirugía abdominal salta en tirolina más de noventa metros en menos de tres escenas // villana malvada huye de nave con forma recta y en lugar de hacer zig-zag corre sólo en línea recta, porque sabe pilotar una nave y ha llegado al espacio pero no es capaz de deducir que si se te cae encima una cosa rectangular tienes que correr en otra dirección... // biólogo espacial asustado en una escena a la siguiente se quita protecciones y acaricia serpiente marciana de aspecto aterrador (incoherencia con el carácter) y, lo mejor de todo: soy una especie hiper-evolucionada con miles de años de antigüedad pero cuando me despierto me lío a puñetazos con los humanos. A saber: muevo mi nave con una FLAUTA

¡Jajajajajajaj!

Odio esa película. No es "odio auténtico", es que sentí tal decepción que no os podéis ni imaginar.

Bien, entonces tenéis: metáforas de situación, hacer cine es caro (nada sobra) y tipos de historia.

Con eso vais a poder averiguar un montón de tramas, desde su inicio.

Y ahora os voy a contar lo que me pasó con la trama de Berlín Express de La Caja Lista.

(Es una obra de teatro en 4D)

La obra inicia con varios personajes hablando en un tren. De ellos, es fácil adivinar que uno no es quién dice ser, ha suplantado a otro que murió en la guerra.

Torpe, me acerqué al director de la obra, que además es el escritor, y que estaba lógicamente disfrazado de alemán en la guerra. Y le dije: 

-Usted no es quién dice ser. Usted es un mentiroso.

(en orden contrario: "es usted un mentiroso, usted no es quien dice ser")

Claro, aún era un poco torpe. Son obras divertidísimas. ¡Es cómo estar dentro de la historia!

-¡¡Y usted es una impertinente!! -contestó el actor sin dejar de mirarme.

Qué susto.

Jajajajaj.

Pues sí. Toda la razón.

Resulta que la obra, como en el libro aquel de Houllebecq, el autor de novelas, piensas que es histórica. Lo das tan por sentado, que suena una alarma de reloj y la obvias. Suena un móvil y te da igual... Acaban dándote una tremenda pista con el logo de unos juegos olímpicos ¡que están aún por venir! Hay personajes que pierden cicatrices a lo largo de la trama...

Y te sigue dando igual porque no cuestionas el marco.

Es... una obra maestra.

Te pueden lanzar a la cara la mayor pista del Cosmos y como jamás cuestionas el marco (estoy en histórica, estoy en Cifi, estoy en...) lo ignoras. Tu cerebro lo descarta.

No sé si entendéis la gravedad del asunto.

Os hablo de dar el mayor indicio del Universo sobre el móvil y el asesino y no verlo porque todos los personajes que te rodean van vestidos de 1943.

Esa obra no es histórica, es cifi. Creo que descubrí el quién pero no el porqué.

Al acabar le dije al autor que era un genio.

El resto de obras son sencillas para mí.

La que imitaba a Harry Potter, nada más dar el primer acto la gente preguntaba a los actores sobre "¿dónde estaban?" etc. No. Error. No busques el dónde, busca el porqué. A mí me da igual que el director de la escuela estuviera en el aseo, lo que quiero saber es quién gana algo con el robo de la piedra. ¿Cómo se llevan los personajes entre sí? ¿Cuándo se robó la piedra antes en la escuela y qué consecuencias tuvo? Esa es la clave. El Porqué.

Esa obra fue divertida pero la actriz me decía todo el rato:

-¿Cómo sabe usted tanto? ¡¿Pero cómo puede saber ya eso?!

Porque soy ESCRITORA. Porque es lo que hago, anticipar. Y me estoy enfrentando a otro escritor.

Con la de 1860 me pasó algo diferente.

Nada más ponerse a hablar un personaje muy inteligente pero subestimado y con un aplomo maravilloso, me levanté, me dirigí a él y le dije 

(es el héroe)

-Usted es el defensor de XXX.

La cara del actor era un.....a máscara.

Qué ojos azules. Me miró.

-No sé de qué me está hablando -ni se inmuto.

Que sonrisa. Es que podía leer su alma.

-¡¡Usted es el que todos buscan!! -mayor sonrisa si podía.

-¡Pero si sospechan del Duque! Yo no soy más que un sirviente.

-Sí, ya... ¡pues muy bien, pero usted es el héroe! ¡Qué bien! ¡Jajajaja! ¡Como me gusta su personaje!

Me alejé dando saltitos felices. ¡Cómo me gustan los actores y el teatro!

A ver, ¿qué autor que se precie no logra encontrar al héroe en la primera escena de una novela? Es un personaje maravilloso.

Pero ahí tuve un problema. Había muerto el Duque.

"¿Y el móvil?"

Mi yo interior, al que a veces recurro, en esto no me ayudó nada. 

"¿Y el móvil?"

Una de las invitadas a la fiesta del Duque era una escritora de novelas de misterio y dio la casualidad de que tenía una dicción y era una actriz maravillosa. 

"Nadie tiene móvil" -me dije.

Cada actor contaba el suyo, claro. "Usted le odiaba..." "Usted..."

Pero interiormente, paseé por la sala y me dije:

"No hay móvil, sigo sin móvil..."

.... A no ser....

-Disculpe, ¿cómo va usted de ventas?

Es una pregunta de escritor a otro escritor. Los ojos de la actriz se agrandaron.

-Fatal -contestó-, desde que Lord Byron me criticó en el Times.

Como la novela en la que trabajo es victoriana, aquello era como oro para mí. ¿El Times ya existía? Toma nota, me dije.

Y ahí hay un móvil.

Miré a la actriz.

-Así que... no sabemos quién es Lord Byron pero las ventas le iban mal y está en una fiesta con un asesinato, que además... ¿se parecía a su último libro?

-¡Sí! ¡De hecho es igual! 

(esto, a su vez, lo explicaron al resto del público en la siguiente escena)

Al volver a hablar con ellos, el que hacía de sacerdote me dijo:

-Es extraño verla tan feliz en una fiesta en la que se ha cometido un crimen.

Feliz no, es como darte un baño de documentación e inspiración. Me vino de perlas.

-¡Usted! -le dije a la escritora-, ¡tiene móvil pero... pero me cae tan bien que no quiero que sea la mala! Sin embargo usted -señalé al sacerdote-, usted sí era el jefe secreto de la organización que sale en los periódicos...

-¡No sé de qué me está acusando! -contestó el sacerdote, que ya me conoce de otras obras-, le aseguro que no sé de qué me habla. 

No descubrí el móvil.

El móvil era el chantaje a la escritora por parte de un tío muy pesado que no me cayó bien (demasiadas similitudes, quizás...) y no vi... no lo vi. Le descarté por aburrido.

Pero el héroe era quien yo decía.

Al salir les dije que fantástico trabajo y el protagonista heroico, me dijo:

-En la primera escena y tras decir sólo dos frases, ¿cómo podías saberlo?

Porque lo sé.

Eso sí que me lo dijo el corazón. Por su aplomo. Por cómo habla. Porque es defensor de la justicia, porque vive a la sombra de un rico, porque tiene medios (los del rico), porque está tan oculto como el embozado que protege a los demás, en el fondo su personaje de super-héroe es una doble personalidad, y a diario también la guarda porque es el más listo de la obra.

El Duque era demasiado "simple" para ser el héroe. Y los demás estaban políticamente comprometidos con el bando contrario. La escritora, no eran sus asuntos y la dama, por supuesto, descartada. 

No es tan difícil resolver estos misterios.



 

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