Mi sobrino y el apego.
Ayer... me pasó algo curioso. Tengo un sobrino de 13 meses de edad (no llega, aún) y ayer durante la cena de Navidad me fijé en que buscaba mucho al padre. Al principio, pensé, "bueno, será que busca a los dos". Pero no, quedó bastante claro que gateaba por la casa y levantaba los brazos pidiendo la atención del padre, estar con el padre, trepar las piernas del padre... A la cuarta vez me quedé pensando.
La madre estaba a su lado.
Pensé más.
"Es como si a la madre... la diera por... sentada"
Fue en ese momento en el que, con curiosidad, miré a mi hermano mayor y le dije:
-¿Trabajas mucho tiempo fuera de casa?
-¡Jajajajaj! -mi cuñada se inclinó hacia delante-, ¡eres la segunda persona que le dice eso!
Mi hermano respondió, argumentó, etc. Pero yo seguía mirando al niño. ¿Dónde he visto yo esa urgencia, temor, devoción...? Como si ese ser que lo es todo para él fuera a desaparecer.
Ah, sí. En mí.
Ladeé la cabeza.
Dado que aquel pequeñajo estaba mostrando unas actitudes bastante conocidas me puse a pensar...¿qué pasaría si los padres son "intermitentes"? Si, de hecho, no están cuando él los necesita. Si ese sentimiento no se le pasa. Si crece con él.
(¡Jajajajaj!)
Se llama apego. Si los padres no estuvieran o estuvieran de manera intermitente, ese niño trasladaría esa inquietud a las relaciones que tuviera de adulto. Lo cuál explica porqué solo me funcionan relaciones en las que el otro no está. En las que viene y va y es intermitente. Es decir, que soy lo que se llama "un apego ansioso" que por defecto busca apegos evitativos o intermitentes. De los que un día están y son maravillosos, cálidos, buenos.... y otro día no están o son todo frialdad. Eso explica que mi frase de despedida a mi compañero de trabajo cuando agradezco de corazón sea: GRACIAS POR ESTAR.
Hay que fastidiarse.
Diréis, ¿tus padres viajaban? Bueno... no voy a meterme en detalles, porque ¿qué es un momento crucial para un niñ@? Porque crucial para uno puede ser perderse y no dar con el camino a casa y para otro puede ser una función del colegio y para otro puede ser problemas más grandes. El problema es que tampoco sabes qué momento puede ser crucial para un infante. Luego, como padres, hay muchas probabilidades de que un niño o niña necesite algo y los padres no estén. No todos, de mayores, van a tener un problema o ser muy apegados. Pensad en una familia con padres con dos trabajos y, quizá, tres hijos. Obviamente, no van a estar siempre al lado de cada hijo, es imposible. No todo depende de un factor y, en este primer mundo, achacar cualquier dificultad a los padres me parece de un egoísmo repelente. Mas teniendo en cuenta cómo están hoy los colegios y el bullying. No harían falta padres, si no supermán. O ser un maestro estratega...
¿Cómo pasar de la respuesta ante el padre a la respuesta ante la madre? Eso pensaba ayer mirando al bebé en el sofá.
No tengo ni idea.
"A ella la da por sentada", pensé.
¿Lo correcto para un bebé es dedicarle toda tu atención y tu tiempo 24 horas al día para que te de por sentado o por sentada y se vuelva seguro?
Debería investigar el apego seguro. Y es que también me viene a la cabeza otra frase del compañero: "Estés donde estés, estarás bien".
A lo mejor eso es la esencia del apego seguro.
:) En fin, tras este rollo que os he soltado, voy a meditar.
0 comentarios:
Publicar un comentario