En primer lugar, ayer escribí una entrada y la pasé a borrador. Y hoy la he vuelto a publicar (esta debajo) pero es probable que la borre mañana. El motivo es que mi lenguaje no es correcto (demasiado coloquial) y fue un día de muchas mareas de energía y gente y acabé de los nervios. Ese tipo de entradas deseo reducirlas pues al final son "la vida misma" y cada uno de vosotros y vosotras tendrá sus propias estrategias.

Lo que pasa es que hoy me ha pasado algo gracioso y os lo quiero contar.

Me levanté y estaba viendo el final de Atlantis. Una vez más, soñé con mi trabajo, pero era un sueño alegre. Cuando estaba viendo esa parte en la que la chica es absorbida por la fuente de luz, me dije a mi misma:

"Ah, ¿ves? Es una energía extraterrestre".

Mi yo interior, preguntó algo. Y le contesté:

"Pues hombre, ahí lo ves. Esa cosa los protege y te está diciendo que está vivo y está en ellos y ellos en ella, ¿lo ves? Ya está, esa luz es una forma de vida, de eso va la pelícu..."

Pantalla en negro.

Y luz azul dando vueltas.

Miro la pantalla. Y pienso: "No tiene gracia".

La luz azul es igual a la luz de la película. Un cursor que da vueltas.

Pienso: "Si pretendes que saque algún mensaje de esto..."

Pantalla en negro. 

Pienso: "Oye.. intento ver una pelí, ¿vale?"

Pantalla vuelve. 

"Muchas gracias".

Tras acabar la película, y como he quedado a desayunar con un amigo y su madre, refunfuñando me pongo en marcha, no sin antes limpiar la cocina. Cuando estoy peleándome con la superficie pulida de los muebles blancos, abro la alacena y veo los cereales. 

Cierro la alacena.

Y pienso: "Uy, ¿tengo otra caja de cereales de repuesto?"

Abro la alacena y allí están. En la balda de arriba.

"Ah, sí, perfecto. Además extra-grande".

Cierro la alacena y Coso pregunta si voy a comprar más cereales.

Coso habla sin palabras. Pero mis pensamientos sí son respuesta "con palabras". Así que pienso:

"No. No voy a comprar más cereales".

Coso pregunta por qué no.

Respondo ligeramente enfadada:

"Pues... ¡porque no! ¿Qué quieres? ¿Un armario lleno de cereales? ¿Y si te los prohíben? ¿Y si dentro de un mes no puedes comer cereales? No hace falta tener tres cajas de respuestos de todo en casa..."

Coso insiste en que puestos a acumular... ¿por qué no?

Respondo mentalmente:

"¡Porque no me da la gana de comprar más cereales! ¿Vale? ¡No voy a tener una balda llena de cereales!"

Me voy a desayunar. Vuelvo dando un paseo. Encuentro un regalo para un familiar. Entro en el supermercado al que específicamente voy a por una marca de leche (ya que tengo un descuento de dos euros). Sólo voy a comprar leche. 

Llego a la balda... Me llevo la leche. Voy pensando en mis cosas... y de regreso por ese pasillo topo con los cereales.

Mis cereales son muy caros. Son carísimos. Pero los como porque me sientan increíblemente bien. Llevan vitamina B12. Un enorme CARTEL amarillo señala:

Si te llevas 2, la segunda unidad pagas solo el 30%.

Me paro.

Quedan DOS cajas. El resto de la balda está vacía.

-¡Jajajajaja!

No puede ser.

-¡Jajajajajaj!

"No pienso comprar cereales"

jajajajjaja.

Con la caja en la mano, enfadada, cabezona como una mula, pienso: "No". Suelto la caja. Voy a echar a andar... y me doy cuenta de que por el precio de menos de una caja... (me duran un mes) me llevaría dos cajas...  Una sola caja está ya más barata que en otros supermercados. 

Me paro.

Vuelvo.

"Y es que encima son las dos últimas".

¡Jajajajaj!

Vuelvo a casa, abro la alacena. Allí descansa mi caja de repuesto de cereal. Pongo encima dos cajas más. Y me río porque Coso juega al escondite.

Oye, a lo mejor es la parte de mi mente empeñada en dar por saco. "No quiero esto". Toma. "Jamás haré esto otro". PUMBA. "Mira ese, qué mal lo hace". Pues toma, tú el doble.

Jajajaja.

Es una ironía constante que sabe cosas. Necesito que la ciencia me lo explique. ¡Ya sé! ¡Se llama Sincronicidad!

¡Saludos!