Yo os voy a contar 3 casualidades y vosotros al acabar de leer tenéis que decir: "Pues sí, es casualidad".

Primera) Hace dos días iba conduciendo por carretera y tenía esta situación: 4 carriles. En el derecho íbamos yo, un coche delante alejado, un camión, otro camión más pequeño. Entre mi posición y el coche de delante había como 500 metros. Para que os hagáis una idea de por qué lo llamo casualidad.

Abandono el carril derecho (llamémoslo carril 1), y me pongo en el carril 2 (es decir, el que está a su lado)

El carril 2 está completamente despejado. Completamente. Sin coches. De repente...

(cambia un carril)

Eso, sin palabras. Miro la carretera. Razones lógicas para hacer lo que voy a hacer: ninguna.

Voy a abandonar un carril completamente libre.

Muy bien. Hay que hacer caso al corazón.

Cambio del carril 2 al carril 3. 

Absurdo, ¿verdad?

El camión, el camión más pequeño y el otro coche siguen avanzando por el carril 1. Sigo mi camino y de pronto, cuando el camión más grande está en paralelo a mí (mucho más adelante) el camión realiza una maniobra super arriesgada y se cambia al carril 2. In extremis. El suyo se desviaba a un sitio al que no quería ir. Y como no lo sabía dio un volantazo.

De haber seguido yo conduciendo por el carril 2.... 

"Muy bien", esto es casualidad. Es casualidad. Absolutamente. 

Sigo mi camino. "Casualidad, casualidad!!! Casualidad, casualidad!!!..."

2) Me paso la noche soñando con que mis amigas están embarazadas. "Menganita está embarazada", "Fulanita está embarazada" me despierto. "Ya está bien" me digo. Vuelvo a dormir. "Juanita está embarazada". "Pepita está embarazada!". Me despierto. Y lo mismo. Toda la noche tema recurrente. "¡Bueno! ¡Ya vale!". Voy a trabajar. A media mañana se forma un corrillo de personas en torno a una compañera que se sienta a mi lado:

-¡¡Enhorabuena!! ¡Menuda noticia! ¡Super-felicidades!

Levanto la cabeza del ordenador. Es que no sé ni para qué me molesto... ¿adivináis? Una compañera que se sienta cerca (enfrente) está embarazada.

"Casualidad, casualidad..."

3) Salgo de currar, vuelvo por carretera. Todos los carriles libres, sólo una furgoneta blanca delante.

¿Adivináis?

Cambio de carril. La maniobra vista desde el aire debe de ser tremendamente ridícula.

¿Y por qué lo hago?

¡Jajajajaj!

Me he cambiado de carril porque sé lo que va a hacer la furgoneta dentro de cuatrocientos cincuenta metros. Lo sé. Señoras y señores, la furgoneta se equivoca de salida y da un volantazo al carril que yo ocupaba.

La veo por el espejo retrovisor y me digo: ¿para qué voy a pensar si es o no es casualidad? Todos los días del año pasando por ahí y me cambio de carril sin obstáculos los dos únicos días que los coches dan volantazos para ocupar el mío.

Pues nada... 

C-A-S-U-A-L-I-D-A-D.

cASUALIDACAsualidad.

¡felices lecturas!