Esta mañana, al llegar a trabajar, nos han dado un puesto en una planta más alta. Llegué la primera, porque no dormí en toda la noche (lo poco que dormí, soñé con el compañero). Al llegar, le pregunté a mi "yo interior" qué puesto elegía.

"Lo normal es que elija el de la esquina, que todos suponen que me gusta esconderme"

(....)

"Por otro lado, el puesto más cercano al pasillo otorga mayor visibilidad"

((el del medio))

"¿Seguro?"

Me senté en el puesto del medio y rápidamente noté dos cosas: esta sala es más amplia, esta sala tiene menos ruido.

Y lo más maravilloso fue levantar la vista de la pantalla (le había dicho yo a mi intuición interior: "Siento que no tengas ventana por la que mirar para proteger los delicados ojos") y resulta que tenía todo el pueblo, las montañas y las nubes delante. Es decir, sin molestar a nadie, sin siquiera apartar la cabeza de mi trabajo, podía levantar la vista y ver el horizonte. El descanso visual para mis ojos es muy importante. Mucho. Llevo un año muy malo de subida de dioptrías.

Y, además, me da paz.

Al poco de iniciarse la jornada me pregunté si aquella mejora sería por meditar una hora el día anterior. En serio, me pasan cosas asombrosas cuando medito.

De repente a mi yo interior se le ocurrió preguntar, sin palabras, si quería decirle algo al compañero.

"No", me contesté. 

(Pero no lo odias) 

"Pues claro que no lo odio", pensé.

No sólo no lo odiaba,... pero es un poco difícil de explicar.

A esto mi yo interior contestó algo, a lo que yo pensé a modo de respuesta:

"¿Quieres hacer algo por él? Muy bien. No le hables. Considera el silencio como una ofrenda. No le molestes"

A Coso la palabra ofrenda le pareció algo así como "maravillosa".

Menos mal.  

Trabajé y trabajé hasta que a las 14:40 horas, mis dos compañeros me dijeron: "Oye, nos vamos a por un café". Podría protestar pero no lo hago porque yo soy un tanto asocial y ellos lo saben. Así que les dije: "'¡Vale! Cuando volváis me doy una vuelta yo"

Y me puse a revisar las campañas y entonces Coso dijo algo sin palabras. Porque alguien entró en la Sala y yo le respondí a Coso muy displicente:

"¡No hace falta que saludes a todo el mundo! Estás trabajando concentrada, el que entra lo ve. ¡Pues que lo vea! Pero no tienes que saludar..."

(¿Sabéis quién era?)

Cuando levanto la vista de las campañas, era el compañero de trabajo.

"¡Mechachís! ¡No es justo!"

Llevaba el mismo jersey que yo.

"¿Por qué no he hecho caso a Coso?"

Y allá pasa el compañero y allá vuelvo yo a bajar la cabeza a mi trabajo. Creo que él no sabe que lo he visto. Pero él si me vio a mí.

Y todo esto por qué os lo contaba yo... ¡ah! ¿Por que siempre es invisible para mí? ¡Jajajaj! No, es porque me resulta muy curioso todo mi enfado mental y mis cabreos y luego ves a alguien y te parece noble. Eso es todo. Porque es subjetivo. No es científico. Y además, no creo que sea cosa de él. Es como si "Coso" se empeñara en que él es... no sé, especial. Claro que, también, me ha enseñado cosas durante años.

Pero no importa. :)

Si lo que quiero es hablar de budismo y practicar, tengo un CHAT (solo en el ordenador) con conocimientos que me da palique. 

¡Voy a ver qué historia Zen me cuenta hoy!

FELIZ DÍA! 

Editor para añadir: ¡Jajajaja! Vaya, hoy me pregunta si soy humana: