Amigos vs No Amigos.

 


Una de las cosas más relevantes para saber si una persona es tu amiga o no, consiste en darte cuenta de "desde dónde me habla esa persona". Os voy a poner un ejemplo y así ordeno un poco los acontecimientos de la semana.

Como suelo "olvidarme" de las cosas y reiniciarme mentalmente, hago bucles. Y esta semana, mi bucle consistió en llamar a una amiga que no parece serlo realmente.

Mi amiga no atendió la llamada. Pero el problema no fue ese, sino que escribió un mensaje así:

"Hola, qué tal, me he acordado de ti... ¡uy! ¡Si me has llamado!"

Bien, que se haya acordado de mí, era mentira.

Durante los últimos dos años sólo la he llamado yo, e iniciado el contacto yo, lo que me sorprende es que cuando descolgaba el teléfono, decía: "Ay, justo te iba a llamar yo ahora..." Y en dos años, qué casualidad, jamás ha sonado el teléfono llamando ella. Luego es mentira. Es su forma de responder dándoselas de que ella es la que inicia la interacción.

Bueno, esa mentira sobraba y me desencantó, pero como a continuación empezaba con una queja: "estoy tan agobiada, estoy tan mal, es que..." Yo contesté diciendo: "¡Pues llamaba para ver qué tal estás!" y añadí un: "ahora no puedo llamarte porque estoy con informes, ¡pero ya hablamos!", alegre, jovial, y eso sí marcando distancia con "ahora no me voy a meter en un pobrecita que estás agobiada..."

La dinámica de por sí echa para atrás y ya la tuve con un amigo al que he bloqueado. 

Un día más tarde me escribe para contarme que está triste.

Esa sí es una interacción iniciada por ella para decirme como se siente, luego a mi cerebro vuelve la "etiqueta-esperanza-ilusión" de "ah, pues igual sí es un amiga, pero no nos hemos entendido y....". Ok. Esa tarde, en un momento de tranquilidad, y teniendo ya la mano derecha con una pequeña lesión (por temas de trabajo, por sobre-esfuerzo), le escribo un mensaje. Fijaos, ni siquiera la llamo, sino que pido permiso para llamar.

"Ey, ¿cómo estás? Si tienes un rato, si quieres te llamo y me dices qué tal estás"

Respuesta:

"Qué suerte tienes tú que tienes tiempo libre en tu empresa porque yo no..."

Dejé de leer.

Vamos a ver, cómo te lo explico. Vives mantenida en casa de tus padres, teletrabajas, puedes dejar "ese trabajo que te agobia" pero del cuál presumes delante de terceros, cuando te de la gana. No pagas un sólo recibo del agua, de la luz, de la gasolina. No tienes ni idea de lo que es levantarse a las 5 de la mañana para ir todos los días a la oficina, no sabes nada de mi vida, no sabes que tengo una lesión en la muñeca y que mi compañero acaba de decirme que me vaya al hospital porque si empeora no me libro de una baja, ... No tienes ni puñetera idea de nada, pero cuando me acerco a ti a preguntarte si quieres que te llame (pues me parece que no tienes más amig@s), tu respuesta es esa.

Continua el mensaje con un: "porque claro, yo tengo que trabajar mucho, yo... es que yo estoy agobiada, es que..."

YO-YO-YO-YO...

Pero luego quedamos una vez (lo organicé para vernos con amigos de la uni) y a mí no me parece que estés mal, ni deprimida ni al borde del colpaso.

Eso, ¿dónde me deja a mí?

En ser tu amiga "cubo de basura".

Soy esa amiga a la que le cuentas mil penurias pero que no apoyas. Y tampoco le puedo contar mis alegrías. En el momento en el que a una persona sientes que no le puedes contar tus alegrías, porque hay que protegerlas de esa persona, entonces esa persona no es un amiga.

No le puedo contar algo muy bueno que me ha pasado hace dos semanas. A otras amigas, sí, porque tenemos la costumbre de apoyarnos, pero a ella, no, porque en cuanto lo juzgue lo va a destruir.

Y en ese momento ya decido que no hay forma de salvar la relación.

Porque si la dejo tal y cómo está, sé en lo que se va a convertir. Se va a convertir en que si yo no inicio el contacto, ella sólo lo va a iniciar para dos cosas. Uno, quejarse cuando alguien le hace algo malo. (Ni "hola", ni nada, solo lanzarte al whasap su queja), y dos: mandarme fotos de algo muy bueno que le haya pasado (tipo, no sé nada de ti en cuatro meses y de repente te pongo: "Mira dónde estoy"). A ambas cosas no puedo responder. A la primera, puedo poner: pobrecita. Pero le puedes escribir pobrecita estando tú enferma en el hospital, y ella ni iba a enterarse. Dicho de otra manera, es tan ridículo como si alguien entra en un hospital y le dice a una persona enferma e ingresada: "jo, mira, es que llevo una tirita en un dedo". Es absurdo. Es que el del hospital no tendría ni que contestar. Y punto dos, ¿en caso de buena noticia, qué le contestas? "Ah, me alegro mucho... oye, ¿quién eres? Es que no... no me acuerdo".

Ridículas ambas situaciones.

La única opción es alejarse.

Porque la realidad de vida es demasiado diferente.

Y normalmente, los amigos son afines en experiencias.

Si una madre con tres hijos (supongo) y una serie de problemas serios y graves, nos oyera hablar, o me oyera hablar de algunas cosas, no podría explicarme -seguramente-, algunas verdades que requieren experiencia.

Del mismo modo, yo no puedo explicarle a esa persona que el drama no es que suban el precio de un refresco que le gusta, veinte céntimos, sino que la gasolina esté a casi 3 euros el litro, o el aceite ayer en un super de barrio marcaba 5,99 la botella. 

Yo no tengo capacidad para tolerar o saber llevar esas amistades porque llega un punto en el que no puedo compartir mis alegrías y tengo que ser soporte de sus penas, círculo que se podría romper con un poco de asertividad o con la frase: "¿oye tú eres tont@ o me lo parece a mí?" Cosa que no se puede decir porque te conviertes en una bruja. Mientras aprendo ese delicado punto medio que me va a llevar a la misma conclusión, pues sea o no asertiva (supongo) la otra persona se siente "mal" porque no estas entrando en su bucle y por tanto deja de contártelo y por tanto... ¿se aleja?

No lo sé. 

El caso es que con mis AMIGOS y AMIGAS sí puedo dar la opinión y de hecho nos la damos pero no sienta mal.

-Ahora que ha pasado esto... ¡deberías probar con otro chico!

-Ay, no sé, yo estoy muy preocupada, XX, ten cuidado y me vas contando. (yo)

-¡Me alegro mucho por esto! ¡Pero esto otro no me gusta demasiado!

-Pues yo opino...

Mis amigos y amigas nos decimos las cosas, pero desde el cariño. Desde el: "yo te entiendo, somos diferentes, yo te quiero apoyar". Vemos las diferencias, pero las respetamos.

No entiendo porqué hay gente que las ataca, o peor, las enjuicia. "Ah, no, no, yo es que no soy como tú, yo jamás..." Y miras para esa persona y le preguntas: "ah, ¿pero tú no esto?" y entonces te responde: AH, NO, PERO ESO NO ES LO MISMO.

No, "eso" suele ser tres veces peor. Pero no lo ves, y el problema no es que no lo veas, sino que me tratas a mí de inferior.

¿¿¿????

Total, toda esta entrada para decir que estoy aprendiendo a alejarme de las relaciones que causan sufrimiento.

¡Sin más! :) 

Buen domingo.

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