Hace unos días le dije al que yo llamo "el actor": 

-Tú y yo somos muy distintos. Somos muy diferentes.

Y él contestó:

-No, en realidad nos parecemos mucho.

Y yo le miré pensando: "¿¿...??"

Veamos: mi idea de riesgo es no lavarse los dientes todos los días. Soy tranquila, hago  siempre lo mismo, lo más audaz son mis clases de teatro... No parecía una vida semejante a la de él (viajes, imprevisibilidad, proyectos diferentes...). 

-Nuestras diferencias son superficiales.

Mi ceño seguía fruncido. Estábamos tomando un desayuno completo en una terraza.

-A ti te gusta leer...

-¡Oh sí! -dije.

-Y para mí, leer, es una parte importante de mi vida.

En eso lleva razón. Un amigo común me dijo hace tiempo: "Es que él y tú compartís todo lo de las historias".

No lo sé. 

(Unidos por los libros y el teatro...)

No lo sé.

Hace tiempo hablaba yo con conocidos de un taller de literatura, y dije "esto y lo otro", y dije: "esto y Montena" y dije... dije muchas cosas y nadie me contestó nada que me llamara la atención. Pues muy bien... 

Hablando con el actor dije lo mismo. Él, con mirada pícara, respondió:

-¿Y vas a mandarlo a alguien de la Random o vas a mandarlo a manuscritos@random...?

Me giré... y me entró un ataque de risa.

-¡¡Eh!! yo he publicado con manuscritos@planeta...

(¿Cuántos seres humanos de mi alrededor saben que Montena es un sello de Random????) 

¡Jajajaj! Él me cuenta muchas cosas y yo le escucho... En otro de nuestros debates le dije, exaltada:

-¡Porque si tienes algo bueno, publicas! (esa es mi creencia). ¡Si es bueno publicas! ¡De algún modo llegas a los demás! ¡Lo que tienes es que tener algo bueno! ¡No debes preocuparte de otra cosa! ¡Solo trabajar!

-Sí, como Van Gogh...

-¡JAJAJAJAJA! -tras dos segundos de perplejidad estallé en risas.

No puedo con él.

"Como Van Gogh..." qué crueldad. ¿Cómo se puede ser tan malvado?

Años pensando en cómo darle una vuelta a los malos de los libros y tuvo que explicarme él varios recursos narrativos que yo no conocía. Aunque ahí me ha ayudado mucho el teatro. Mi profe de teatro nos dijo:

-El teatro es conflicto. Y para que haya conflicto los personajes tienen que tener un "quiero". ¿Por qué no usamos un "no quiero"? Porque el "no quiero" no mueve a la acción, y el quiero sí. En lugar de "Pedro no quiere montar en autobús", debes usar: "Pedro quiere ir a la ciudad en tren". Eso le mueve a la acción. Pon dos personajes enfrentados por su quiero y ya tienes el conflicto...

No lo dijo con esas palabras, pero nos puede servir a todos los escritores que me lean. 

Así que, sí, es cierto que he encontrado a alguien que sabe más y con el que puedo hablar de libros/autores/bohemia/conocimiento/mitología griega/sociedad humana/economía y cosas del día a día.

Pero quitando eso, no nos parecemos en nada... bueno, coincidimos en algunos platos favoritos, eso es verdad y casualidad, pero... (él no lo sabe, jajajaj), pero en nada más. 

Saludos!!!