Errores afortunados mientras escribes..





Me puse un sonido ambiente de una casa con nieve, una chimenea y una mujer respirando...

Y empecé a escribir. El ruido indefinido de la lluvia, me relajaba y me concentraba. De repente, cuando tengo que escribir la escena del despacho, me doy cuenta de que la hoja en cuestión ya tiene texto.
"Oh, venga ya".
Así es imposible.
Los libros de Tú decides la aventura...tienen un problema de organización grande. Son puzles. Y, claro, yo suelo escribir fantasía pero ahora me he metido en un proyecto de misterio. No puedo, simplemente, eliminar texto sin más, porque es una historia de detectives.
Enfadada, busco hueco en más sitios (debo añadir que probé el programa de una amiga que organiza de manera visual, cuando yo siempre he usado un Excel para estos textos, al final el "tablón de anuncios" visual, con cada página en un cuadrado, quedaba bonito, pero necesitaba cerrar tramas, así que regresé al Excell. Ahora tengo media novela "agarrada" en Excell y la otra por ahí .... salvaje, sin saber si quiera qué pone en ella...)
Total, que encontré un hueco y me puse a escribir. Ayer estaba viendo en Netflix anuncios de historias cuando de repente me paré en una que me hizo mucha gracia. Me reía y me reía hasta que de repente me fijé en el apellido del personaje.

Era el mismo.
El de mi protagonista. 

¡Oh, cielos, no!

No puede ser. Cogí un diccionario de francés... (Dime que no es verdad -pensé- ¡No es posible!... yo soy la de los nombres perspicaces).... (uy, acaba de pasar un pájaro volando frente a mi ventana...). Me refiero a que los nombres se me dan muy bien, y son raros. Y ahora va, ese guionista, ¡y tuvo la misma idea que yo! "bueno, me dije, no pasa nada, fíjate que el personaje es...."

"... el más idiota de la pelí pero al final tiene la razón"

¡JAJAJAJAJ!

Mira que había apellidos. Es que me tengo que reír. Ya resignada, lo escuché atenta a cómo se pronunciaba. El francés no se lee como se escribe. Al menos, no para mí. Así que lo que es puñeteramente difícil de escribir, dicho queda diferente. Bueno, no importa. Igual en Francia es algo común.

Volviendo a la trama. Estoy describiendo un episodio cuando de repente veo que no tengo espacio. "Genial, Nelly". Lo selecciono, le doy a control X. Es decir, cortar. Y busco un hueco apropiado; miro el excell, ... miro las otras tramas, descubro una ilustración. Copio el texto de la ilustración... recordando en que punto estaba de la subtrama....

(...alguno se dará cuenta mientras lee de lo que acaba de pasar. De lo que acabo de hacer)

... pego el texto con la ilustración en mi excell. Busco desde el inicio del manuscrito las páginas libres para mi episodio y anoto en el excell: XXX cuando encuentro texto sin clasificar. Es decir (ya-descubriremos-luego), porque de memoria no me sé qué interrogatorio va en cada página. Por fin, encuentro tres páginas libres. 

¡¡Eso es!! ¡Aquí va mi episodio! ¡Ese que me había quedado tan lindo!

Control B. 

Nada.

¿¿What??

Miro la página en blanco. Insisto. Se pega la palabra: ILUSTRACIÓN. Claro, lo último que pegué en el excell. Y me digo a mi misma lo que ya sé:

"Office no recuerda dos comandos" ¡¡No puede atender dos órdenes!! La última, invalida la anterior. 

"oh"

Al darle dos veces a copiar, había borrado mi episodio.

"oh, cielos... no"

Busco, como una loca, el episodio nuevo donde estaba antes de que le diera a CONTROL X.

Y no está.

Como resultado, se me va la pinza a la música, los amigos, un foro, las margaritas... llevo ya un rato observando las nubes (el pájaro se ríe, ahora, puñetero...) cuando vuelvo al momento presente. "¿En qué estaba yo?". Ah, en acabar un libro para dentro de mes y medio.

Ah, no. He perdido el texto -me digo. 

No, no no... imposible. Yo no sé repetir esa escena. No puedo, entraba en el juego. Me estaba quedando genial, el tono. Eso no se puede repetir. ¡Puñetas!

Es en ese punto en el que pienso que el Universo me odia.

Tal cual, en cuanto alcanzo la genialidad... me lo arrebata.

Y miro por la ventana.

Y pasados unos segundos, me doy cuenta de algo. "¿Sabes qué?" me digo a mi misma, "Si no lo haces tú, no lo va a hacer nadie".

Esa frase me pone en marcha otra vez. Es como cuando me mudé y era una perezosa para bajar la basura (5 pisos sin ascensor, no os penséis que no era justificado). Un buen día, mirando la bolsa, me dije: "¿sabes qué? Da igual lo que remolonees, la persona que va a bajar la basura eres tú". No va a venir otro a bajarla por ti. Y desde entonces, la basura se baja puntualmente =D y cuando se tiene que bajar.

Hay cosas que nadie más puede hacer, porque son nuestras.

Pag. 45. Un hueco para el episodio.

Y aquí es donde ha venido lo extraño. 

Ya sabía lo que ocurría así que lo escribí de corrido, con la salvedad de que ahora había una ventana abierta. (Esto antes no estaba). La ventana llevó a otra cosa, lo que a su vez lleva a la pregunta:

¿El malo siempre el mismo o según el camino que elija el lector el malo es uno u otro personaje?

Ahí he parado y me he puesto a escribir esta entrada.
Veréis... el episodio ha quedado mejor que antes. Tanto es así... que voy a ver si termino y si hace falta reescribo partes enteras. Quiero una cosa para este libro, quiero un "parque de atracciones". ¿Sabes cuando entras en esas Casas Encantadas o haces un Scape Room y eres espía o detective? Pues esto es así. Igual sale fatal, no digo que no. Pero al menos... esa es la idea.

Luego vuelvo a la fantasía y no me acerco al misterio nunca más. ¡Qué trabajoso es!
También podría hacer algo de amor, ... pero ya veremos.
Saludos!!! 

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