El misterio de los relojes.

 


Bueno... La verdad es que no sé bien qué pensar.

Hace mucho, mucho tiempo (una década) yo compré un reloj en una tienda de regalos, cuyo color iba a juego con los muebles del salón. No era caro, pero quedaba muy bien. En realidad era un reloj de una tienda de las de "todo a cien" (posteriormente renombradas como "todo a un euro" y posteriormente conocidas por "nada vale un euro pero todo es bastante barato"). Así que era lo que se dice un reloj barato, pero tan bonito, que la gente me decía que "daba el pego". Yo estaba muy contenta con él.

Un buen día, hace no más de tres años, comenzó a demorarse ligeramente en la hora. O sea, se retrasaba. Lo puse en hora, le cambié la pila, a los dos meses estábamos igual. Casualmente, estaba justo en la mesita frente a la que yo hago meditación. Donde hay dos figuritas de Buda. Una plateada (que es mía desde que empecé a meditar) y otra chiquita dorada, que está -yo creo-, animando a la primera. Me gustó la figura plateada porque meditaba con una pierna sobre la otra, pero sin ser esa posición tan difícil que tienen los meditadores expertos. Y además, le puse un colgante con forma de lágrima sobre la palma de la mano que mira hacia el techo. La otra mano la tiene apoyada sobre la pierna. Me pareció que era un meditador relajado y que sin duda estaba aprendiendo pero se tomaba las cosas con calma y eso a mí me gustó. Así que la puse allí y cuando medito, lo hago frente a la figura (a veces sonríe...)

Como os decía, el reloj atrasaba. Lo puse en hora, atrasaba 8 minutos. Lo volví a poner en hora... volvió a atrasar 8 minutos. Dejé de ponerlo en hora... a ver si atrasaba 16.... Pero no. Al parecer al señor reloj le gusta atrasar 8 minutos solamente. 

Llegado el solsticio de verano (o de invierno), decidí no cambiar la hora y así se quedó. Fue como "¿quieres no ser exacto? Pues muy bien, ¡todo el año con la hora del verano!". Y hace dos o tres días, o puede que cinco o seis, lo coloqué en otro estante, y finalmente, lo escondí, pues ni marca la hora correcta y además atrasa. No sé por qué pero no puedo tirarlo. Me da pena. Tampoco quise ponerlo en la hora del invierno (¿Para qué? ¡Si va a atrasar igual!)

Al no estar a la vista, hoy cuando tuve que controlar la hora, miré hacia la mesita de Buda y allí no había ningún reloj, y me dije: "Bueno, pues pongo el despertador de mi habitación". Así que ni corta ni perezosa, fui a por él, lo puse en la mesa de Buda (junto a la flor de jabón que se abre sola... aunque de momento la que tengo está cerrada) y seguí a otros quehaceres. 

Acabada la jornada, devuelvo el reloj a su sitio y pongo el despertador, con la enorme sorpresa de que se pone a sonar a deshora.

-Pero ¿qué?

Las agujas marcaban las 8. Porque eran las 8. Y la aguja del despertador -que es roja-, estaba puesta a las 7,30. Activo el aparato y en vez de estar en silencio, va y se pone a sonar.

Miré de nuevo la aguja roja. "A ver... esta para las 7,30... ¿¿¿por qué suena????". Activé de nuevo el botón y aunque eran las 8, ... BI BI BIP, BI BI BIP.

Apago de nuevo el despertador. Lo dejo sobre la mesita y me digo a mi misma: "Tengo un problema".

No puedes poner una sola alarma para levantarte por la mañana, porque puede fallar. Hacen falta dos alarmas (La del móvil + un despertador normal y corriente). Esto es así desde hace muchos años. Y ahora no tengo dos alarmas, porque he puesto un reloj en la mesita de Buda y automáticamente se ha estropeado. Un reloj que llevaba más de diez años funcionando bien, que no tiene ningún mecanismo complejo y que ahora de repente le da por sonar a las 8... ¡¡¡A pesar de tener la alarma puesta para las siete y media!!!

Conclusión: tengo un vórtice de energía misteriosa en esa mesa... que estropea los relojes.

Y colorín colorado, esta historia sobre el tiempo se ha terminado!
Fin. 

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