Sábado.




Anoche me quedé dormida sobre la cama, con los cascos, y a pesar de haber echado una siesta de dos horas. Me he despertado al amanecer, sorprendida, al darme cuenta de que no había quitado ni la calefacción... Tenía las gafas y el teléfono móvil a mi lado. Estaba soñando con un mago.

Ayer fue un día muy raro.

Hoy vuelvo a estar como siempre. Y con ganas de escribir, así que me he puesto ya a trabajar. Y estoy cambiando un montón de cosas de la novela. Estudiando la manera de escribir de Figueroa me doy cuenta de que no es necesario dar tantos detalles de la escena (que tampoco está mal) y me puedo dejar llevar un poco más.

=) Saludos y feliz sábado !! 

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