Domingo con un café y encerrada en casa.


Ayer logré hacer 4700 pasos. Subí y bajé las escaleras hasta mi piso dos veces (y media) por entretenimiento. Luego estuve bailando un rato en el salón. Luego tuve mi primera video-llamada, y di un bote de alegría al ver a mi mejor amigo con tanta nitidez como si lo tuviera delante. Claro que, como yo no soy muy de llamadas de teléfono, a los treinta minutos colgamos. Él sí, está más que acostumbrado, y se lió un cigarrillo mientras charlaba tranquilamente. Yo es que como me pongo nerviosa, si no sé qué hacer, me escapo. Debería corregir esa manía, aunque también la tiene la protagonista de mi libro (es insoportable, jajajaja). 

Por la tarde, más bien, noche, me llegó un sms de whasap: "pst pst... tengo pelís de las buenas" 

¡Jajajaja!

Respondí en idénticos términos: "muéstrame la mercancía. Pero no tengo con qué pagarte".

Tras un rato de chascarrillo, este otro amigo me dijo: "¿qué te apetece?"

Hum. Difícil elección. 

Terror.

"¿Tienes la Cumbre Escarlata?". Y si no.. algo de Sherlock Holmes.

Tuvo su gracia, me remitió La Cumbre Escarlata, (que por cierto, compraré cuando salga de aquí, por aquello de que soy autora y esto no es que sea muy correcto) y la deje a la mitad porque resulta que en la tele echaban Sherlock Holmes.

Qué casualidad, ¿eh?

A veces da la sensación de que deseas algo... y aparece.

Hoy por la mañana me puse un pantalón de chandal negro, una camiseta de tirantes, una chaqueta de cremallera encima y me recogí el pelo en una coleta. Tengo la piel estupenda y mientras me peinaba pensé que igual era porque ayer tomé quince minutos de sol junto a una "ventana grande" que tengo (y que no es una terraza) así que hoy seguramente repita la operación.



Una amiga me dijo que empieza a ser un problema no tener una peluquería abierta y otro me dijo que se ha rapado el pelo por el mismo motivo. Como yo empecé la cuarentena con una melena corta y mi intención es dejarme el pelo largo, se han reído mientras contestaban que para mí es una ventaja. Además, la peluquería a la que suelo ir es china y hacen unos peinados geniales.

Tengo un par de videollamadas previstas hoy... así que...  Voy a ver si encuentro un rato para subir y bajar la escalera, evitando poner nerviosos a los vecinos.

Salud! (2) jajaja! 



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