Una amiga volviendo en el coche se reía de mis etiquetas. En muchos aspectos, nos parecemos. Y me decía que a lo mejor el intentar agradar siempre era un problema. Tengo un dolor de cabeza considerable, y a mí es muy raro que me duela la cabeza. Muy, muy raro. Ayer estaba peor. 

Al llegar a casa, quité mi budita, quité... todo. Total, se reía del pañuelo (mi abuela cosió un pañuelo a mano y lo puse debajo del budita), también quité el otro budita de color dorado que yo pensaba que era una especie de "maestro en la sombra" o inspiración. Pero si vamos a meter al supuesto maestro en la caja de "mentira-mentira-y peligro", entonces ¿para que ponerlo?

Puse a mi budita donde los souvenirs (cht, no era lugar adecuado) y me fui a la cama, nada más llegar a casa.

Tuve unos sueños extraños.

Soñé con un campo lleno de árboles. Muy lleno de árboles. Y sus dueños me pedían que los podara. Ya de entrada la cosa no me sentaba bien. Ya está bien de pedir favores y de sentirme abrumada por los demás. Estaba triste (estoy triste).

Pero bueno...acepté el encargo.

Me dieron unas tijeras enormes, de esas de jardín.

Fui al lugar y empecé a podar y podar.

Y podar y cortar.

Y más árboles.

Lo raro del sueño es que se me acercó alguien. Y, en serio, internautas, yo creo que nuestro cerebro (o al menos el mío) tiene una especie de ángel de la guarda.

-¿Qué estas haciendo? -me preguntó.

Y yo dale que te pego con las tijeras. No vi al personaje, era más... una presencia, una voz.

-Estoy podando -contesté.

Había una planta muy cerca del suelo. Aún así, agarré una rama y la puse entre las tijeras.

-¿Tan cerca de las raíces? -me preguntó esa voz.

- Sí -contesté.

-¿Y por qué podas tan cerca de la raíz?

- Para que vuelva a crecer -contesté.

-¿Volverá a crecer aunque la cortes?

Me paré.

-Claro -dije-, por eso se poda. 

Así funcionan las plantas, ¿no?

Me desperté.

El sueño me gustó y no sé porqué. Yo creo que me decía: "Mira, muchas cosas en la naturaleza se destruyen y se vuelven a crear y no pasa nada" o quizá: "corta por lo sano, bonita, y ya volverás a florecer". Puede que sea esto último. 

Di muchas vueltas y me volví a quedar dormida.

Soñé con que tenía en casa una inquilina con dos gatos. Dichos gatos estaban ya en el campo de árboles del sueño anterior. Ocurría una cosa con la parte visual de este sueño, y ese mismo personaje transparente también estaba allí. Yo le dije: "¡Madre mía, fíjate! ¡¿Has visto esto?! ¡Es alucinante!". Y el personaje me contestó: "igual estás soñando" a lo que yo repliqué (tiene gracia):

- ¡Soñando! ¡¿Qué voy a estar soñando?! ¿Crees que no diferencio cuando sueño de cuando es real? ¡Tengo los ojos abiertos!

Sí... bueno, eso fue un fallo. Yo no tengo sueños lúcidos, lo he dicho ya muchas veces. Sueño cosas asombrosas pero salvo dos o tres veces en mi vida (en una puse a prueba las fronteras del sueño) no sé que estoy durmiendo.

Volviendo al sueño, me enfadaba con la inquilina de la casa, lo que debe proceder de un sueño anterior.

- ¿No te dije que te fueras? -pregunté a la desconocida.

- Es que tengo dos gatos -me contestó.

Me enfadé. Creo que ya sé porqué me duele la cabeza. Volví a mi cuarto y uno de esos animales se agarró a mi mano. No me hizo daño, pero no me soltaba.

-¡Gato del demonio...! -exclamé-, ¡suéltame de una vez! 

El animal se agarró con dientes y uñas a mi brazo. Como si no hubiera nada más. Hice algo para ponerlo contra la espada y la pared. Y logré que me soltara.

Salí del cuarto.

-¡Oye, tú y tus gatos fuera de aquí! -exclamé.

La mujer me contestó: 

- Es que no puedo.

Y yo repliqué:

- Soy alérgica. No quiero esos animales aquí. No os quiero a ninguno de los tres por aquí.

- Bueno, si te tomas un antialérgico...

Le dije a la desconocida (y no lo voy a reproducir porque estaba enfadada) que no iba a ir por ahí tomando una medicina innecesaria solo para que ella estuviera cómoda. Y de tanto que me enfadé me desperté. Aunque antes de despertarme estaba hablando de nuevo con ese personaje misterioso sobre los seres humanos y "los expertos". 

La verdad, no tengo ni ida de quién es esa mujer, porque no la he visto en mi vida.

Y desde luego, hoy preferiría no ver ningún gato.

Lo último que me dijo ese personaje sin cuerpo es que ... hay seres humanos expertos en cosas. Unos somos expertos en una cosa y otros en otra. 

Así que me levanté. Con la frase sobre los expertos en la cabeza. Yo creo que decía que no hay un experto en todo, sino personas expertas en una cosa y expertas en otra cosa.

Voy a tardar un par de días en recuperar mi confianza pero seguro que lo logro. Y luego sólo tendré que buscar a alguien que sea muy amable y que quiera compartir sus conocimientos de budismo conmigo (si es eso lo que necesito). Y ya está.

No tengo que intentar aprender de quien no quiere enseñar, que además le caigo mal. Eso fue un error. 

Y no estaría de más poner un poco de distancia física, porque a veces las personas nos hacemos daño. Ayer lo volvíamos comentando en el coche. Yo le puse un ejemplo a una amiga de cuando admiraba mucho a una persona hasta que me intentó engañar. Y en ese momento se me cayó del pedestal. Así que le puse la etiqueta de "persona peligrosa". Siempre sin dar nombres. Nos reímos en el coche con estas cosas. Bueno, pues lo que tengo que hacer es darme cuenta de que por más que yo quiera aprender o intente agradar, ni le voy a agradar a esta otra persona (importante, la que me intentó engañar era otra bien diferente), ni va a querer enseñarme. Que una parte de mí ve perfección y sabiduría, pero es mentira.

Y no creo que sea culpa de nadie. En todo caso es mía, por estar cegata y ser idiota.

Y dada la tendencia a idealizar.... debería buscar quizá otro modelo. ^_^