Sueños que son historias: El refugio.

Qué cosa más rara.
Ayer agradecí intensamente que La 2 pusiera un reportaje sobre la Tierra, el desierto, y luego Madagascar. 
Me fui a dormir.
Y mis dos últimos sueños antes de despertar han sido muy raros:

Desde donde recuerdo, iba a la gasolinera, y tras echar gasolina veo llegar otro coche. El conductor es un irresponsable. Deja la manguera de gasolina tirada por el suelo. Y yo, que estoy un poco lejos, pienso: "¿Pero te das cuenta de lo que hace ese?". Como estoy en una fase de "vamos a ganar en humildad, no te preocupes tanto por lo que hacen otros..." me digo a mi misma, "no intervengas".
Acto seguido, otro se pone a fumar y prende la gasolina.

¿¿??

Provoca un incendio, su coche arde y va y el mío también. Obviamente, me enfado. Lo peor es que mi querida mascota andaba por allí y la pobre se churrusca un poco (pero no muere). Me enfado, mucho. Lo raro del sueño ... es que no sé si no trata de decirme algo. O sea, si yo decido que no me voy a enfadar... y sueño esto. En fin, no soy buena interpretando sueños.

La continuación de esta historia es que viajo con un grupo de científicos a un lugar con una gran tormenta. No es sorprendente, porque hay imágenes del huracán Dorian por todas las cadenas de televisión. 


A mí esta imagen me impacta mucho porque me acuerdo de Júpiter. Y veo una gran semejanza entre nuestra querida Tierra y otros planetas inhabitables. Sólo que la nuestra es un tesoro azul y blanco, y los otros son dióxido de azufre y amoniaco dibujando las mismas tormentas. En fin, me hace pensar, eso es todo...

Visto el huracán, allí estábamos varios científicos, esperando la tormenta. Y yo dije:

- ¿Cuando llegue nos metemos ahí?

Con "ahí" me refería a un pequeño refugio de piedra, circular como un iglú, de techo bajo. No era una construcción hecha para albergar seres humanos, sino más bien como un cobertizo, o algo así, muy pequeño. Me respondieron:

- No!, ahí no... eso es lo primero que va a salir volando...

Arqueé las cejas.

¿En serio?

Se acerca la tormenta, verla venir fue asombroso. Sobrecogedor. De esto que estoy parada observando y veo que dos de las científicas se agarran a un árbol. (¿¿¿?????) Otro se queda de pie. Otro se mete en un coche.

¿¿¿¿Eso son refugios????? ¡Por amor del cielo! ¿qué puñetas hacen?

En esto que veo pasar cuatro ancianas paseando... con un paraguas. 
Y las miro.
Y ellas van felices de cháchara... "bla bla bla" con un paraguas. Un huracán de fuerza 3 o 4 justo delante de ellas, y ellas paseando con paraguas, como si tal cosa.

"Todos locos" pienso. 

Yo, por si acaso, opté por el refugio de piedra.
Entré dentro. Cerré la puerta (era como una escotilla del techo) y esperé.

Llegó la lluvia. Llegó el viento. Empezó a llover a mares. Respiré hondo y esperé.
Al poco rato, asomé la cabeza.

"Uaho!". Que belleza, madre mía. Era una tormenta increíble. 

Fue más o menos entonces cuando todo el mundo se dio cuenta de que quería usar mi refugio. Ay, señor.
Hala, todos para dentro. Ahora no cabía un alfiler. Con lo que me gusta a mí el espacio. Allí, todos apretados. "¡Eh, esas manos!" protesté. También vi a mi mascota. En fin, estábamos todos allí.

- Así que mi refugio era malo, ¿eh? -dije.

Y justo entonces, rompí la puerta.

"Ay va"

- Eeeeh, esto... ¿alguien sabe arreglar esta puerta?

El jefe de la expedición me miró: "¡Sí, tranquila!" me dijo. "¡Ya está aquí el huracán!"

Y el viento empezó a soplar y soplar.... y caía agua dentro del refugio pero poca. Menos mal que teníamos un buen refugio. Fuera las cosas volaban como en Kansas cuando llega ese huracán que se lleva a Dorothy lejos... 

Y yo me desperté. 
Puca estaba pidiendo comida.

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