Estaba en el descanso de la oficina y como no tenía muy buen cuerpo me bajé a una salita que llaman "de relax"
Y después de estar un ratito, observando y descansando, decidí poner un poco de música. Un mantra de los que se usan para meditar.

Entonces me levanté y curioseé la biblioteca.

Había un libro del Hobbit. Lo cogí y me senté en el sofá.

Este autor es contemporáneo a C.S. Lewis. Eran amigos, se carteaban. De hecho, Tolkien criticaba a Lewis (convertido al cristianismo) por el exceso de simbología que ponía en sus novelas.

Tengo un grato recuerdo de leer El Señor de los Anillos.

En 8 minutos de lectura me di cuenta de algo. Me había enganchado al libro.

¡Jajaja! Ya no lo podía dejar allí. Es que... comenzaba con un Hobbit, acomodado, que nunca hacía cosas inesperadas, y por eso le respetan mucho. Y cuando llega Gandalf, el Hobbit dice "Buenos días" y el otro le da la vuelta a todo, me entraron ganas de reír.

Y lo dicho, el libro se ha venido conmigo.

^_^ Qué feliz encuentro.