Releyendo la novela...


Este fin de semana he descubierto algo. Que tener tiempo para ti es un tesoro. Lo he empleado en hacer deporte, en pasear, en ver tutoriales sobre mascarillas caseras, peinados, ciencia, cuántica, cine y en escribir. 

Pero sobre todo lo he dedicado al estudio de la belleza. Resulta que las mujeres de la Tierra invertimos ingentes cantidades de tiempo en vernos hermosas. Y hay muchos trucos. Mientras yo me afanaba en contar calorías, planificar ejercicios y visionar canales con ideas para mascarillas capilares, una parte de mí muy puñetera me vino a recordar:

Esa belleza que buscas consiste en ser feliz. La gente que es feliz irradia eso que estás buscando y luce hermosa.

O sea: estaba errando el camino. Ufff, fruncía el ceño cuando lo recordaba.

"Por más que te pienes y te cambies de look vas a seguir siendo la misma... pero con el pelo liso"

¡Jajajaj! ¡Dichoso pensamiento! 

Pensé en escribir a una mujer que en un momento dado me ayudó, que me dijo que nadie podía ser feliz todo el tiempo y con la cuál yo discutía durante horas, hasta que un día le dije: "¿No podías decirme las cosas sin más y yo aprendo?" y ella contestó: "¿A ti?" y se estuvo riendo un buen rato. Ella decía que yo era de esas personas que cuando algo les asusta, usan la cabezonería como defensa. También decía que yo era muy inteligente.

Mientras me peinaba en el espejo me dieron ganas de escribirle un correo. Uno que consultara sobre la auto-estima. Pero luego me olvidé del asunto porque me dispuse a aprender a hacer una de las cinco maravillosas trenzas que venía en un tutorial de Youtube.

Durante mi trayecto en tren repasé la novela que estoy escribiendo. Sigue habiendo ingenuidad en muchas partes. En otras, no. Sopesando los aspectos que me gustaban de mi personalidad y los que no (bueno, quizá sopesando más los que no) establecí un plan de acción para llevar a cabo esta semana. Veréis, tengo una mente muy puñetera en algunos aspectos pero con una ligera ventaja.. y es que le gustan los retos. Imaginaros: tengo fobia a las alturas. Vale, uuuuh, qué miedo. Ahora... si yo me digo a mi misma que me propongo subir a una escalera como un juego... entonces la forma de enfrentarse al problema, cambia.

Y da la casualidad de que si me subo a la escalera, ese día me siento muy feliz y muy realizada conmigo misma, por tanto, en vez de darle vueltas a asuntos que estaban fuera de mi control, allí -sentada en el vagón de tren- pensé en ocuparme de mi misma. Que bastante reto era. Luego ya empecé a pensar en la humanidad, la vida,  otro sinfín de cosas y es que hay que ver para todo lo que da un viaje en tren. 

No es casualidad que haya impreso la novela, lo que llevo de manuscrito, hoy. No sabía por donde tirar porque tampoco sabía donde estaba. Escribo por impulso, no planifico los libros. Pero un libro con un misterio y pistas requiere ser planificado. Y a estas alturas de manuscrito (página 78 o 79). no tengo la menor idea de dónde estoy. Llevo un mes anclada en las mismas diez páginas.

Cuando escribí La Casa Mágica tenía claro que iba a publicarla... lo sentía. Pero este libro... es el último ejercicio de aquel que yo llamaba Muso y al que ahora ni hablo. Sé que no es una buena base para escribir una novela (me está diciendo mi pensamiento: no, así no ) No veo el futuro de este libro. Es un ejercicio de mero azar.

Y mucho más frío que otros. Entonces, ¿por qué puñetas lo escribo? 

Estoy más perdida que un pez tropical en medio del océano...
Y aún así creo que es importante acabar este libro. 

jajaja!
Se admiten ideas para superar el bloqueo creativo.
Todas.



2 comentarios:

Davidel dijo...

Sthepen King (otra vez King) escribió una novela y la guardo en un cajón durante diez años creo recordar (no se, un monton de tiempo) la cuestión es que lo hizo por que no le convenció, algo en su interior le dijo que "no". Años mas tarde su mujer vio aquella novela guardada y olvidada en el cajón. La leyó. La entusiasmó. Le animó a publicarla. Fue tanta la insistencia que king asi lo hizo. Llegó finalmente a publicar aquella novela guardada durante tanto tiempo en un cajón. Esa novela cambiaria su vida. Esa novela era ni mas ni menos que "Carrey"

Feliz martes Nelly y ánimo!!

Nelly dijo...

¡Madre mía! No tenía ni idea. Gracias por compartir, David!

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