Hoy por fin me senté un rato a escribir, voy lentísima con esta novela. Pero como es un ejercicio de constancia, lo importante es ponerse, aunque sea poco.

Ayer me di cuenta de que existe un formato de Twitter que aún no he explorado: el nanorrelato. Es muy interesante y es un ejercicio creativo así que puedo ponerlo en práctica.

Por otro lado, mi amigo y lector, me mandó el dibujo que ilustra uno de los relatos del libro que estamos preparando entre los dos. Algo nuestro, fuera del mundo de las editoriales. Escribí el cuento en uno de los talleres de escritura creativa, casualmente, cuando se lo mandé tenía el dibujo ya preparado:

Es una maravilla. Queremos que el libro tenga por lo menos 10 relatos, y llevamos 5 o 6. Creo que va a quedar estupendo y además es un proyecto muy bonito, porque es nuestro de principio a fin. Las editoriales grandes están muy bien, pero poder practicar por tu cuenta y hacer cosas como está de cuando en cuando es maravilloso.

Por último, el domingo nos reunimos los organizadores del taller de literatura Ciervo Blanco para ultimar los detalles de la dinámica que vamos a organizar el fin de semana siguiente. Una especie de ginkana, a medio camino entre un juego de detectives y un scape the room. Vamos a limitar las plazas a veinte personas porque sino los grupos serían demasiado grandes y algunos asistentes no participarían.

El lunes publicaríamos las bases.

¡Y eso es todo por el momento!

Muchos proyectos en marcha!!!