El ciclamen


Me estaba lavando las manos con la idea de ir al gimnasio y pensando en si debía o no dejar el ciclamen fuera, en la ventana. Valoraba las opciones y justo entonces me puse a pensar en la vecina.

"- Como sé que te gustan las plantas...."

Me había dicho, ofreciéndome lo que ella llama "colio". Claro, yo me había emocionado pensando en una planta que hace como un remolino rojo y tiene hojas en forma de cinta (esto tampoco es un colio), pero no se trataba de esa, sino de otra bien distinta. La llamada "poto". Y cuando la vi casi me da la risa porque yo tengo tres, los había podado y había tirado lo que ella ahora me regalaba, hacía siete días. Pensé: "Pues nada, estoy destinada a tener esta planta en casa".

Me dio pena, la trasplanté y ahora crece que le llega la melena al suelo. En fin. De repente, cerrando el grifo de agua pensé: "Claro, si ella se asoma al balcón y ve el ciclamen...de ahí saca lo de que me gustan las plantas" y acto seguido, mientras me secaba las manos, me invadió el orgullo y seguí pensando: "... qué pena que no tenga ahora esas flores rojas y rosas brillantes. Si las tuviera la vecina diría, ¡menudas plantas tiene Nelly!..." 

(...vanidad...)

... pero aunque esté sin flores, da igual. Debería meterlo dentro antes de ir al gimnasio"

Con tal resolución me acerco a la ventana, la abro. ¿Cómo puede ser tan bonito un día de lluvia? Poso las manos en la maceta. Caramba, cómo pesa. Y yo preocupada por el viento. Levanto el ciclamen, meto dentro el ciclamen, y de repente...

¡¡Bichos!!

Me quedo ojiplática contemplando una hoja enorme y verde del ciclamen llena de ¿mosca blanca o algo así? Nada grave, puntitos blancos. Miles. Millones. "¿Pero qué? ¿¿Pero cómo?? ¡Pero si lleva sólo media hora fuera!".

Hay una cosa que sé de mi casa y es que la comparto con un montón de seres vivos. En primavera llegan las avispas. Es terrible. Y las plantas crecen como lunáticas. Lo bueno es que es un ciclo y ya me lo conozco. El ciclamen es la primera planta que llegó a la casa. Entonces era muy pequeño. Luego explotó. Quiza porque le dije "Eres la flor de las celosas. Nos vamos a llevar bien" y a los pocos días aquello era una maraña de flores a cada cual más roja. Luego se le debió pasar y empezó a echar flores rosas. Con los años.

Además, desarrolló otra curiosa estrategia. Se secó un verano. Le atacan plagas y un año se secó. Del todo. Pensé "bueno habrá que tirarlo" y no lo hice por pura casualidad y unas semanas después me quedé helada al ver que renacía. Busqué en internet, el ciclamen no es una planta de hoja caduca, no se seca. Este sí. Se seca cuando llega la plaga. Lo empezó a hacer cuando llevaba tres años conmigo, antes no. Y fue porque un verano le atacó la plaga pero bien.

Sorprendida por aquella estrategia, dejé de preocuparme. Así que ahora mientras empuñaba mi super-pesticida mata bichos y me ponía "flus flus flus" a darle noté que mi pensamiento, como siempre, sin palabras, me venía a decir:

(... acuérdate, es su ciclo....)

Y yo venga a darle: "flus, flas flus... Sale el agua negra, ¿será normal? Claro, es veneno. Pues se van a enterar los bichos, ¡fuera de mi ciclamen!"

(... es su hogar....)

"¡¡Es mi ciclamen!!"

¿Y si cojo un cubo con agua y le lavo las hojas una a una?

Algo en mi interior me dijo que no iba a funcionar. Se secaría. Como todos los veranos. En estas que estoy dándole al pulverizador con obstinada energía cuando de repente oigo un ruido. Suena como un dinosaurio joven, palabra. Levanto la cabeza y casi me dan unas alas en la nariz. No puedo creerlo. Es una urraca.

(... te ha asustado...)

No puedo creerlo, me repito a mi misma. Se supone que los pájaros me tienen que tener miedo a mí, no al revés. "Se habrá confundido" me digo " No sabía que yo estaba aquí y se ha acercado demasia..." me digo esto levantando la cabeza y me encuentro, ¡ay, Dios! con dos urracas. ¡Dos!

Entre vosotros y yo, ha sido raro. Dos urracas plantadas sobre el tejado, muy cerquita de mi nariz. Mirándome.

Sé reconocer la curiosidad en los ojos de otro animal cuando lo veo. 

"Vaaaleeee..... disimula y sigue dándole al pulverizador" me digo.

(... que susto, eh?)

"¿Asustada yo? No ¿Por qué iba a estarlo?"

Ojos negros, pico negro, mirada opaca. Y las dos mirando para mí como si .... bueno, el mundo al revés. 

"La lal alalalalalal... Soy humana." me digo "Ellas deberían temerme a mí, la la la....". Creo que es hora de volver a meter dentro el ciclamen. Lo levanto, miro para arriba... Y no están.

"Uffff"

Se ha puesto a llover. 

Y creo que todo esto ha empezado por ser una vanidosa.
Saludos!!!!



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