Sueños que son historias: El laberinto


Acabo de tener un sueño rarísimo. Pero era raro porque casualmente no ha dado miedo. Debería de haber dado miedo, y no. Así que voy a contarlo.

Trataba de que un grupo de amigos y yo íbamos por una ciudad. Sólo que esta ciudad tenía una particularidad. Dentro de ella había otra. Y era como un laberinto. Es decir, una parte de la ciudad era un conglomerado de calles y corralas, y patios y pisos y callejones. Era una laberinto dentro de la ciudad. No recuerdo por qué íbamos a esa lugar pero sí que en un momento dado, tras entrar, lo que fuera que buscábamos lo obtuvimos, o a lo mejor simplemente íbamos acompañando a alguien. Ese alguien llegó a su casa. Y entonces me di cuenta de que yo no conocía el camino para salir de allí. Ni yo, ni nadie.

- Bueno, vamos por aquí ... -dije.

El laberinto estaba... habitado por Hombres- Sombra. Es que no sé llamarlo de otra manera. Esas callejuelas y corralas, y patios y casas, amontonados unos sobre otros. Ese... gigantesco laberinto oscuro y angosto estaba lleno de gente. Pero no eran gente normal. Todos... no sé cómo explicar esto. ¿Eran como espíritus? Tampoco. Eran personas pero... apagadas. Oscuras. Caminaban como zombies. Sí, eso es lo que mejor lo define. Esas personas estaban allí y se movían pero como los zombies. En teoría, deberían de haber dado mucho miedo. Pero no lo daban. Hombre, no quise tocar a ninguna, claro. Pero mis amigos y yo (una chica y un chico) fuimos por un pasillo y otro y a veces había que atravesar alguna casa (eso tampoco importaba, nadie se alarmaba si cruzábamos su vivienda) para intentar encontrar la salida.

- Esperad un momento, puede que sea por allí -señalé el patio de una corrala. Debíamos estar como en el piso quinto o cuarto-. A lo mejor hay que bajar.

No había escaleras. Pero era uno de esos sueños... en los que puedo volar. Solo que volar no es fácil. Saltar al patio y aterrizar sin hacerme daño . El problema era volver a subir donde estaba.

"En fin...." me dije. Y salté al patio. Por cierto era de arena fina, o tenía arena sobre el cemento, eso seguro. Pero miré hacia los soportales, algún hombre-sombra estaba apoyado en las columnas y allí no había salida. Sólo soportales oscuros con forma de arco. 

- ¡Por aquí no es! -me dije.

"¿y ahora cómo subo?".

Miré hacia lo alto. Los hombres-sombra me miraban a mí. Uno comenzó a caminar hacia el interior del patio.

"Vamos, vamos,... tengo que irme de aquí"

Volar no es fácil. Y en este sueño... yo no las tenía todas conmigo. Pero logré llegar al pasillo en el que estaba. Aterricé junto a mis amigos.

- No es por ahí abajo -dije- Creo que...

Justo en ese momento un hombre sombra comenzó a acercarse por el corredor. Casi... casi me pareció que no tenía cabeza. A pesar de todo esto, el sueño no da miedo. Ellos no daban miedo. Es lo raro. Comenzó a moverse como un zombie dando pequeños pasos torpes y lentos y esto sí me resultó extraño. Dijo (con un lenguaje bastante torpe):

- Yo-vivo-aquí.

Le miré. Caminaba derecho hacia donde estábamos. Una sombra con forma humana, sin rostro, casi indiferenciado. Como... un cuerpo carente de toda luz, de toda esperanza. 

Me dio la sensación de que preguntaba, ¿qué puñetas hacéis aquí vosotros? pero en vez de decir eso, sólo repetía una y otra vez con una voz gutural:

- YoOo-vÍvo-aquí.

- Buscamos la salida -le dije-. Nosotros no vivimos aquí. No vamos a quedarnos.

- YoOo-vÍvo-aquí.

Seguido de un lamento... 

Madre mía. Seguimos caminando. Atravesamos por una casa. Vivía una familia de tres. Padre, madre e hijo pequeño. El niño parecía estar haciendo los deberes. "Buscamos la salida" le dije. Nos miraron... como si no les importara. No entiendo este sueño. ¿Estaban encerrados o qué? ¿Ninguno quería salir del laberinto? 

Atravesamos su cotidianidad, yo siempre escoltada por estos dos amigos, pero en esta casa, ya cerca de la salida, me adelanté. Salí por la puerta trasera, bajé unas escaleras, atravesé otro arco y llegué a un casino.

Mis amigos estaban detrás. Me paré y miré hacia atrás pero no venían. Entonces me llamaron la atención las mesas de juego. El Muso siempre me ha dicho que no le gusta el juego. A mí me gusta probarme a mi misma, pero ... bueno, lo vamos a dejar ahí. Miré de nuevo hacia atrás. No venían.

Me acerqué a una mesa. Era más pequeña. También había gente jugando y mirando unas pantallas gigantes. Entre los abrigos y la cocorota de un hombre gordo vi la mesa y la ruleta. Una mujer rubia, muy arreglada, uñas largas, pelo lacio, mechas platino, unos cuarenta, llevaba el juego.

No quería jugar pero como mis amigos no llegaban. Al final me acerqué.

- ¡No da más! -dijo la mujer. Y anunció-. Y ahora, si ustedes quieren, Nuestra Serenísima del casino les puede presentar la diploma...

- ¿QUÉ?

No entendí la frase. ¿Nuestra qué? ¿Presentar la diplomacia? dijo????
La señora me miró.

- Que si quieren -dijo y había algo rarísimo en cómo me miró- Nuestra Serenísima del Casino les puede presentar a un diplomático, un embajador o bien entregarles una carta.

¿¿?? Qué???

- NO -respondí-. No, gracias.

¿Quién es "Nuestra Serenísima"??? pensé. A veces lo casinos tienen gente famosa. Un boxeador, un cantante, pero... ¿¿¿Serenísima????? ¿¿Que si quiero conocer a un Diplomático?? Para qué?? No, gracias. 

- De cuanto son las fichas -pregunté.

Había estado dudando en si jugar o no. La crupier (¿se dice así, verdad?) me dijo:

- 20 o 30 €

- ¿Tanto?

- Sí.

Volví a guardar mi dinero en el bolso. Esas cifras eran muy altas como para jugar. Además, intenté sentir el sueño y me pasa lo que siempre. Cuando intento averiguar algo... que no puedo ver, y estoy durmiendo, no sólo no soy capaz de no ver nada, sino que además hay como una especie de risa de fondo... extraña. Pero eso, no me doy cuenta hasta que me despierto. Entonces me río yo. Intento sentir algo "de fuera" y no lo veo porque todo el sueño soy yo. Creo que por eso no tengo sueños lúcidos nunca. Mi mente me engaña demasiado. Soy incapaz de ver que no estoy viviendo algo real, salvo que el fallo sea muy grande. Una vez me di cuenta de que tenía un sueño lúcido y me dije: "ah, pues vamos a ver hasta donde llega el paisaje". En plan nivel 13. Y ... la verdad... no faltaba nada. Mirase donde mirase allí estaban todos los detalles, el aire, el paisaje, las sensaciones. No importaba si repentinamente decidía ir a la izquierda o a la derecha. Era una ilusión de realidad perfecta. 

"No puedo saber si van a salir rojas o negras..." me dije. Justo entonces mi amiga me agarró del brazo.

- ¡Nelly!

- ¡Hola! -contesté-. ¿Dónde estabais?

- Vámonos ya -me dijo.

Salimos del casino, a la calle, ya en el nivel del suelo. Ya se veía el cielo (de noche) el exterior. Pero había un muro. 

"Podría salir volando" pensé. Pero ¿y los demás? No me hizo falta, el muro tenía una puerta enorme, como de castillo. ¡Fuera estaba la ciudad normal! Atravesamos la puerta, cruzamos un paso de peatones, comenzamos a hablar de cosas intrascendentes y justo entonces me despertaron.

Y así acaba. 



4 comentarios:

Davidel dijo...

El sueño es muy interesante, aunque con lo del casino ya me pierdo jajaja. Te diré que ese sueño lo he tenido yo (hace mucho tiempo y en un par de ocasiones, menos lo del casino) estar en alguna ciudad o pueblo y perderte entre sus calles. Bueno a mí me pasó que me pérdida entre casas, como si no hubiera calles. Ere todo muy estrecho tal como cuentas. Yo en mi caso lo relacione con mis pensamientos en esa etapa o momento de mi vida. También encontré la salida.
Respecto a las personas que comentas yo los definí como si estuvieran soysu depresivos o muy decaídos, como la mujer del protagonista en la película "más allá de los sueños" cuando se la encuentra en el mas allá tal como lo has descrito.
Saludos y buen sábado!!

Nelly dijo...

Estoy muy intrigada. Le sigo dando vueltas a lo de "Nuestra Serenìsima". ¿Quién lleva ese tìtulo en el nombre? "Su Serenìsima qué?" jajajajaja!
Me parto.
Respecto a los hombres sombra y esos soportales oscuros...esos arcos, esas puertas a ninguna parte. Esas casas unas sobre otras...no sé qué pensar.
Lo de "yo vivo aquì" como diciendo ¿y tù qué haces en este lugar? Es raro. ¿Qué es? ¿Una sombra encerrada en un castillo?
¿Por qué no daban miedo?
Hoy he vuelto a jugar a adivina adininanza con un amigo. Y acerté y me miro raro.
Sombras indiferentes a vivir en un laberinto. Se me escapa algo, como siempre. No hay quien entienda mis sueños.
Sombras indiferentes...encerradas.
Ese lugar necesita luz.🌟

Davidel dijo...

La oficipr vez prensp en luz y voila !! Aunque para eso tendría que ser lucido 😂 buenas noches!!

Davidel dijo...

"La próxima vez piensa en luz" eso quería decir, que parece que me estaba comiendo un polvoron 😂😂

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