El gran y poderoso Ramses II - Cuentos del niño mensajero.

Un gran revuelo recorrió la Ciudad de los Cuentos el día que llegó la feria ambulante. Se trataba de un grupo de viajeros que mostraban las maravillas del lejano Egipto. Para no perderse sus misterios, la alcaldesa de la ciudad dejó a un lado sus quehaceres cotidianos y se dirigió hacia la gran carpa al otro lado de la plaza consistorial.



- ¿Cómo está querida alcaldesa? -dijo un simpático personaje que vendía entradas tras un mostrador cubierto de telas.
- Cansada.
- ¿Sabe qué es esto? -preguntó el feriante.
- Un templo egipcio. O, por lo menos, una fiel reproducción a escala.
- Se equivoca. Es una experiencia inigualable. ¡Pase, pase y vea! La guía ya la está esperando.

Si se lo hubieran preguntado, Nelly habría dicho que iba a ver unas cuantas momias de mentira y alguna vasija rota. Pero al entrar en el templo, fiel reproducción del santuario de Abu Simbel, situado en Egipto, se quedó muy sorprendida.

- Aquí tenemos la batalla de los nubios, en la que el gran Ramses pelea con sus diez mil carros de guerra....

Nelly miró la pared, toda cubierta de carros y pensó: "lástima que los escribas egipcios no conocieran el termino diez-mil, y el término carro de guerra. Se habrían ahorrado mucho espacio en la pared". Se rió al sentir compasión por los escritores del año 1.400 antes de Cristo. ¿Realmente había existido una época tan distante? 

Cinco minutos después se maravillaba de las enseñanzas de la guía, quien mostró a la alcaldesa el "cartucho" (pues se llamaba así) con el nombre de Ramses, antes y después de ser coronado faraón. Descubrió que cuando le hicieron máximo dirigente de Egipto, un ser divino con cabeza de ibis le reabautizó. Pues los faraones eran como dioses para el pueblo. Y un puesto como aquel necesitaba, al menos, de otro cartucho nuevo con símbolos más adecuados.

- ¿Cómo sería mi nombre en Egipto? -se preguntó Nelly-. Yo quiero un cartucho. ¿Por qué no tengo yo un cartucho?

La alcaldesa oyó toda la historia de la batalla, y la victoria, tras la cual Ramses trajo esclavos a los dioses. Estudió grabados en los que hablaba con ellos, y presentaba ofrendas. Todo discurría de un modo más o menos normal, hasta que reparó en un jeroglífico. Los personajes llevaban en una mano, la cruz egipcia. Símbolo de la vida eterna. El hecho era que todos los dioses llevaban esa cruz. De un modo tan absurdo, que de pronto Nelly tuvo una revelación.

- ¡¡Estoy dentro de un libro!!

En cada columna había escenas, y siempre se repetía el símbolo en la mano. Como si el escritor hubiera querido pintar un cómic o una novela gráfica, en la que contara cada uno de los episodios con palabras. No eran símbolos misteriosos cuyos destinatarios conocían su significado con una simple mirada. No. Cada dios llevaba en su mano el símbolo de "yo vivo para siempre". Y los que eran mortales... no lo llevaban.

- ¡Es un cómic gigante! -exclamó Nelly.

Le dieron ganas de reír. Tanta sabiduría, tantos miles de años de por medio (casi cuatro mil para ser exactos) y era capaz de entender la lógica de aquellos que grabaron las paredes: "pájaro, pájaro, río", "pluma, hombre gigante, cruz egipcia". ¡Jajajajaj! ¡Los antiguos nos hablaban!

Fue entonces cuando se quedó mirando el gran trono de Ramses y los egipcios que se aproximaban a él y le servían. Mirando aquella figura, la alcaldesa pensó

"¿Cómo sería la vida de esta persona? ¿Te imaginas que todos te traten como un dios porque sí? ¿por que te ha tocado y ya está?"

Sintió que tan importante era Ramsés en aquel grabado, como los hombres que le seguían. De hecho, pensó que los hombres que le seguían eran aún más importantes. Pues, ¿qué es un líder sin su pueblo? ¿Qué es, sino un símbolo? ¿Quién es más importante,... ese líder al que se pone por encima... o la persona que lo hace por su necesidad de seguirlo?

Tal reflexión atrajo irremediablemente la atención del niño mensajero. El cartero de la ciudad, cuya presencia notó la alcaldesa mucho antes de que hablara.

- ¿Ya no quieres ser faraón?

Nelly se dio la vuelta para mirarle a los ojos.

- Pues... pues no-dijo Nelly-. ¿Cómo debió de sentirse? -Acarició los jeroglíficos a su alcance- ¿Te imaginas saber que eres un hombre y tener que adoptar ese papel? En realidad, los que le siguen son más importantes que él. En realidad... es una responsabilidad.

A no ser que fuera realmente un dios, cosa poco probable.  Un poco más tarde el cartero escoltó a la alcaldesa hasta la siguiente sala. Una en la que Ramsés daba un paseó por el río en una hermosa pintura. Detrás de él, una muchacha sostenía unos instrumentos.

- Ella es Nefertari.

Literalmente: "nefer" significaba "belleza". Al ver Nelly aquella imagen de la muchacha y explicar la guía del templo que era su "esposa favorita", de las doscientas concubinas con las que compartía lecho, de nuevo le entró la risa.

- El gran faraón... ¿¿¿enamorado???

Miró al cartero, sentado frente a ella con una enigmática sonrisa, y se echó a reír. Mucha pompa, mucho boato, mucho jeroglífico con figuras a escalas imposibles... y aquel hombre de hace casi cuatro mil años... se enamoró. Se enamoró como se enamora un panadero. Como ama un escritor. Como se enamora cualquier hijo de vecino, vamos. A la alcaldesa se le cayó un mito.

- Bueno, pues... -siguió diciendo la guía-, tanto amaba a Nefertari (quién, por cierto, no debería estar aquí representada), que construyó un templo en su honor... a 900 metros de el suyo. Y como estaba prohibido construir templos a mujeres... lo disfrazó de Templo a Hathor. La diosa del amor. ¿Cómo sabemos que en realidad lo dedicó a su predilecta esposa? Porque junto a las estatuas de Hathor, en la entrada, puso un cartucho con su nombre.

Nelly alzó los ojos al techo salpicados de jeroglíficos y pensó: "Enamorado, no. Lo siguiente". Y caminó a través de los pasadizos hasta la salida.

- Oiga, esto es una novela romántica de hace miles de años -dijo al que vendía las entradas- Apuesto a que Nefertari mandaba más que él.

El feriante podía fanfarronear diciendo que el faraón era el más temido y poderoso de los hombres de Egipto y que por eso la exposición estaba dedica a él, pero prefirió aceptar la verdad: sí, su esposa influyó mucho en la vida política.

- Se amaban -pensó Nelly-. Sería el destino. Imagínate amar a alguien al que todos se dirigen con las rodillas hincadas en el suelo -miró al cartero-. ¿No es un poco raro? 

- ¿Tú crees? -le preguntó el niño.

- A continuación -dijo la guía que no había reparado en su presencia-, te contaré la historia del faraón más joven: Tutankamon, del que todos intentaron aprovecharse porque subió al trono con nueve años. Y murió apenas nueve años después, con dieciocho.

La alcaldesa siguió escuchando aquellas intrigas de palacio, imaginándose que no eran historias pasadas, sino que estaban ocurriendo ahora. Y descubrió que pese a los adelantos, pese a la ciencia, pese al cambio de escenario, lo mismo que habitaba entonces en el corazón de los hombres... lo había ahora en el presente.

Y así cayó la noche sobre el templo y Ra se fue a la cama. Nelly abandonó la feria no sin antes volverse para echar un último vistazo a la majestuosa fachada que poco a poco ganaba la oscuridad. Le pareció vislumbrar entonces la figura de una mujer que se movía con lentitud en la entrada del Templo. No muy alta, con los cabellos negros recogidos en la nuca. Le dijo adiós con la mano y desapareció en su interior.

Tenía una mirada bellísima.

FIN. 




3 comentarios:

José Cruz dijo...

Más de 200 esposas y concubinas, pero solo enamorado de una. Da que pensar. ¿Cómo sería esa mujer para absorver así a un faraón? Y no digo físicamente. Es obvio que entre 200 mujeres habría de todo, me refiero a qué tipo de conexión tendrían como para construirla un templo. ¿Influiría en su reinado? Algo debía de tener esa mujer, sin duda.

David Hernando (Davidel) dijo...

Carácter, mala leche, un par... No queda otra jajajaja

Nelly dijo...

Eso es amor ya está. Como dice José no serìa la más alta, ni la más hermosa, pero algo tendrìa. Puede que los atributos que David ha citado jajajajjaj.

Publicar un comentario

 

 

 

Creative Commons License
contador de visitas para blogger por paises