Sueños que son historias: los super-héroes.

Creo que entiendo lo que el sueño me quiere decir, pero no el final.



Estaba en un colegio. Aunque parecía más bien un mercado. Yo trabajaba allí y tenía que llevar las cosas que quería de un sitio a otro, porque tenía una reunión muy importante. Para llevarme las cosas contaba con un carrito rojo. En principio era algo muy sencillo, todos llevamos cosas, cuando nos movemos. Pero empecé a meter mis enseres en el carrito (era un carro de hacer la compra) y me ocurrió algo: no cabían.

Libros, apuntes, manuales, la bufanda, el no se qué... De repente, cuando llevaba casi veinte minutos metiendo cosas me enfadé. "¡Qué idiota soy, ¿por qué llevo todo esto?!" Ganas me dieron de tirarlo todo pero no podía porque eran objetos útiles. Eran cosas de mi día a día.

Cuando conseguí guardar todo comencé a tirar del carrito calle arriba hacia el lugar al que tenía que ir y de repente alguien me llamó. Era una compañera de trabajo: "¡¡Ey, espera, espera, tienes que hacer esto!!" Me dijo. La tarea era... peligrosa. Sinceramente. Y yo me enfadé. "Eh, yo no soy jardinera, ¿entiendes?" protesté. 

No importó demasiado porque al pasar por el lugar en cuestión vi que alguien se estaba encargando de la labor. "Claro" me dije "es que yo no soy jardinera". Bueno, en realidad iba reflexionando para mis adentros. Iba reflexionando muchas cosas. 

Así llegué hasta la parte del colegio a la que tenía que ir. Había una escalera enorme. Mucho más grande que yo, con peldaños de los que casi no te abarca la pierna. Era obvio que el obstáculo era inmenso, eso saltaba a la vista. Pero me dije: "muy bien, algún modo habrá de llegar". Y entonces vi un ascensor. Pero quedó patente muy pronto que el carrito que yo llevaba no entraba en dicho ascensor. Me enfadé.

- ¡¡Me sale todo mal!! 

Me enfadé para mis adentros, no se lo dije a nadie. 

"Esta bien. Pues andando". Como siempre, a pata, a base de esfuerzo.

Empecé a tirar del carrito escalera arriba. Un peldaño, luego otro, otro más. Casi me disloco los hombros. ¡Oh, sí, debería haber tirado aquel maldito carro! Pero no podía. Eran mis cosas. 
Llegué a lo más alto.
Había otros estudiantes. Uno estaba sentado al borde de la escalera. Y a lo lejos, a nuestros pies, se extendía una ciudad que parecía futurista. Era todo muy hermoso. Pero claro, a los que estaban debajo no creo que se lo pareciera, para empezar, porque no podían verlo, y porque subir era un trabajo de... titanes. ¿A quién se le ocurre poner esa escalera ahí?


El chico sentado tenía el pelo rizado, una rodilla doblada y el otro pie balanceándose en el vacío. Había un telescopio detrás de él. Vestía un traje gris, muy elegante. Un gris claro. 

- Me falta mi telescopio -dijo-. Tiene que venir un helicóptero a buscarme para poder llevármelo. Pero se retrasa. Y todo lo que se hace en esta vida se te de vuelve.

¿¿?? ¿Ein?

Vale. Sí, un estudiante esperando un helicóptero. Pues qué bien.

Caminé y me topé con otro:

- Perdona, ¿sabes dónde está la sala de profesores? -allí era donde tenía que ir.

- Ahí abajo -me dijo.

Bien, "ahí abajo" era tras una rampa que conducía al inicio de la escalera. Es decir, de donde venía yo. Solo que la escalera y la rampa estaban separados por un muro. Unos y otros, no se mezclaban. Yo iba donde los profesores. Así que tenía que llegar sí o sí.

Recordad que el ascensor no me valía.

- ¡¡Jobar!! (interno, mejor no os reproduzco el cabreo que me pillé)

Vale. Ok. Me senté en el suelo al comienzo de la rampa y dejé caer el carrito ligeramente. No hizo falta mucho para ver que aquello era inviable. 

Y me eché para atrás. Casi me caigo (el carrito delante y yo) tuve que recular en el suelo. Un estudiante me ayudó abrazándome por detrás  y otros dos acercaron también. 

- ¡Esto es imposible! -dije. Y esta vez lo dije en voz alta. Y dije algo enfadada.

- ¿Qué te pasa? -me preguntó el estudiante del telescopio.

- ¿Que qué me pasa? -elevé el tono de voz- ¡¿Que qué me pasa?! ¡¿Tú que crees que me pasa?! ¡Que no puedo bajar con el carro! ¡Es imposible!

No, en serio. Estaba muy disgustada. Ya no podía más.

- ¡Tengo que ir allí y no puedo ir allí y...! -todo era un drama.

- A lo mejor te puedo ayudar -me dijo el estudiante de traje gris.

- ¿Quién eres?

- Me llamo Strange -me contestó.

(Momento de silencio).

- ¿Strange? ¿Como el profesor Strange?

- Estoy estudiando matemáticas y ciencia...

- ¡JAJAJAJA! JAJAJAJ ¿TÚ???? -le pregunté. 

No, en serio, estaba perpleja. Al personaje, sin embargo, no le pareció nada extraño que estuviera estudiando para científico.

- Yo soy el profesor oscuro -se presentó el otro.

- ¿Te puedo ayudar? -repitió el del telescopio, el profesor, o futuro profesor Strange.

A ver... que si me podía ayudar. Yo no entiendo mucho de super-héroes pero, ,¿Strange no es el que cambia realidades? ¿¿?? No, en serio, no entiendo demasiado. Sólo vi la película hace tiempo, la nueva. Y me acuerdo que cambiaba cosas con su pensamiento. Ahora bien, miré la escalera, miré la rampa y pensé: "¡Claro que me puede ayudar! ¡Como que puede volver plano lo que veo en cuesta!". La cuestión era: ¿cómo se lo explico?

- Tú sabes... -comencé-... ¿tú sabes lo que significa la palabra "astral"?

El científico, alias doctor Strange, alías "¿dónde está mi telescopio?" me miró, allí acuclillado. Me miro, cono esos ojos redondos bajo el pelo rizado. A mí, qué queréis que os diga, me recordaba un poco al personaje del cartero de la Ciudad de los Cuentos, pero de mayor. Me miró y me dijo:

- ¿Astral?

Miré al otro estudiante. "El Doctor Oscuro" uuuuuuh. Eso no suena bien. Tengo un héroe y un villano y ninguno de los dos saben quiénes son.

- Sí, ya sabes... son ... bueno, cosas que haces con la mente.

El estudiante del telescopio puso expresión pensativa y escéptica a la vez.

- ¡Oh! ¡Venga ya! -exploté-, ¡Tú eres....!

Justo en ese momento. Justo en ese, el otro personaje, que me había ayudado a no caer. Un simple estudiante al que no di la menor importancia me puso un dedo sobre el ombligo. Un poquito por encima y entonces pasó algo muy raro. Para empezar, se me fueron las palabras, en segundo lugar sentí un enorme bienestar y sentí que se movía todo. Me di la vuelta, pero no recuerdo su cara:

- ¿Qué haces? -le pregunté.

Sí recuerdo la respuesta:

- Sonreír -(te)

- Me has impedido decirles quiénes eran... ellos no... ¡no es justo!

No recuerdo la respuesta, me desperté. 

Me recuerda una película o un libro o algo que leí una vez donde decía: "nunca sabemos quiénes somos en la historia" Y que se trata de descubrirlo. 
Pero no es justo. JAJAJAJ!!!

5 comentarios:

David Hernando (Davidel) dijo...

Vaya pedazo de sueño mas chulo jj.
El final intrigante... ¿Astral? ¿Alguien que te toca el ombligo y cambia tu estado de animo? Te tocó el cordón de plata... Uyuyuy que jaleo Jaja
Saludos Nelly!

Nelly dijo...

El qué? Jajajjaja!! Calla, calla! Que me pasé a preguntarle al Muso què tenemos justo encima del ombligo y no me lo quiere decir jajajjaaj!!

David Hernando (Davidel) dijo...

Bueno también hay un chacra por ahí casualmente... las mujeres teneis uno más que nosotros y esta por ahí... y ya me callo. Jjj

Nelly dijo...

Jajajajja!! ¿sobre el ombligo?
Jajajajajaj

David Hernando (Davidel) dijo...

Suena a coña, pero si. Bueno mas o menos a esa altura (un poco mas abajo) jajaja. No has abierto aun tu chacra ombliguero?? Y otro mas abajo aun... Jjjj

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