La niña invisible - CUENTOS DE MIEDO

Ayer gané la votación del Taller de Escritura. Me apetecía terror. Desde lo de It. Así que cuando otro organizador me dijo: "¿Lo ponemos erótico?" contesté: "No, de terror. Vamos a ponerlo de terror". Y lo pusimos de terror:

http://ciervoblanco.club/escritura-creativa-terror-azul/

A lo largo de la semana me enteré de que "mi" Muso leía It. Pero yo no quería leerlo. Ya me habían llegado rumores sobre cierta escena del libro y mis amigos comentaban si "me había enterado de la polémica". Eso casi me hizo leerlo..  (y sonreír) pero no. Días después me enteré de lo del Muso y cuando usó la frase "epopeya juvenil" ay ay ay... bueno, puede que lo busque. Y entonces el sábado de repente me llega un wasap de otro amigo: "Nelly, ¿has leído It?" (pensé: ¿¿Otra vez??) "¡No! ¿¿¿Por qué???!!" (¡Está por todas partes!) "Es que dicen que es una obra maestra". A la una de la tarde ya lo buscaba por todas las librerías ja ja ja ja.

A las once y media de la noche me lo regaló un miembro del Club... junto con otros veinte títulos.
Tengo La Ventana Secreta, tengo "Guardias!Guardias!", tengo "Nosotros", "Sleepe Hollow", "Qué es la meditación" (¡vaya!), .... os espera un otoño de reseñas literarias. 

Volvamos al cuento. Sé que hay nanorelatos que os van a sonar a esta historia. Lo sé porque el comienzo es uno, precisamente, que me impactó (se parece, al menos). Y en el final, me atasqué. La última frase del cuento no estaba bien escrita. A veces pasa que sabes lo que quieres decir (la "cosa" interior lo sabe), pero te atascas al decirlo. Si ese atasco es grave (y lo que me cuesta entender es el motivo), entonces la frase la escribes mal. No era capaz de poner lo de las pisadas. Cuando lo leyeron las actrices en voz alta, ¡jo, me puse roja! ¡dos pares... son 4 pies! ¡ay ay ay ay!
Lo corrigieron en la segunda lectura. Al sentarme hoy al corregirlo esta mañana, seguía sin poder ponerlo bien. 


LA NIÑA INVISIBLE. 

Mi hija dice que su madre la mató. Mi ex mujer dice que yo no tengo ninguna hija. La razón de que nos separáramos fue esta contradicción insoluble. Desde que nos mudamos al apartamento nuestra vida dio un giro drástico. Yo me despertaba todas las noches oyendo a la pequeña llorar y ella me rogaba una y otra vez que volviera a la cama. Decía que estaba loco, que en aquel cuarto vacío no había ninguna niña. Que ella nunca había sido madre. Pensé que era una crisis pero cuando intenté internarla el médico me miró muy serio y me dijo: “señor, creo que debería ser usted el que se quedara aquí”.
Pasé la noche recluido en una habitación de sanatorio. Y no pude dormir porque sentía que todos los cuadros me vigilaban. Luego llegó el amanecer y comprobé con terror que la habitación no tenía cuadros.
- Creo que su marido sufre una grave paranoia. Se ha inventado otra vida en la que ustedes tienen una hija. Una que murió en terribles circunstancias, además.
Volvimos a casa y aquella noche cuando escuché llorar a la niña acudí a su habitación. Quise encender la luz pero había otra mano sobre el interruptor. Mi mujer dormía en su cama.
- Papi, esta dentro del armario. No dejes que me mate.
Abrí la puerta. Nunca supe cómo llegó el cuchillo de cocina hasta mis manos. Sólo recuerdo que apuñalé la figura que aterrorizaba a mi hija. Luego regresé a la cama y me dormí.
Al día siguiente me levanté y observé el desastre. Al parecer había apuñalado los botes de pintura que habían sobrado de la reforma del salón. Todo estaba manchado de azul. Mi mujer me dejó, dijo que no podía más. Yo intenté borrar las huellas. Pero lo que no consigo explicar son las marcas de pies de niño que encontré junto a mis pisadas.


FIN.   

3 comentarios:

José Cruz dijo...

El próximo tema lo elijo yo, mandona.

Nelly dijo...

Sabes que sì 😊

David Hernando (Davidel) dijo...

Ey muy chulo, enhorabuena!

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