Fuera de guión (o carta a un Muso travieso)


Esta es una entrada de desahogo. 
Y también la escribo porque siento que han atacado mi blog. Bueno..., no a ver... la verdad es que no es un ataque. Sólo es un "indicación de incoherencia" (ñañañañañ!) Por favor, leerlo con retintín. 
Estoy muy disgustada. Porque no hay manera... humana, lógica y sensata, de conseguir que las conversaciones (y/o situaciones) con cierta persona vayan por donde yo quiero que vayan. 

No importa si planeas de antemano los temas de los que hablar, si delimitas parámetros, si dices: "hoy quiero hablar de esto". Nooo. Siempre acaba todo patas-arriba En mi cabeza, digo. Y es casualidad. Muchas de las cosas que pasan.Yo llego con mi "cajita", con todo bien planeado. Y le digo: "esto va a ser así"... "Mira, Muso: durante la jornada vamos a hablar sólo de esto". 

Hoy me ha mandado un elefante con alas. 

(jajajaja!)

Sí, ese es el problema. Que no puedo evitar reírme. Un elefante con alas. 

Si estoy mohína me copia y se mete conmigo, si estoy tranquila conversamos la mar de bien. Y no consigo "encasillar" su ... papel en la existencia. Ya sé que diréis, "¿para qué quieres encasillar a alguien?". Porque eso ayuda. Las etiquetas ayudan. Dan pistas. Pero no puedo, ¡no hay manera! porque me manda elefantes con alas...


Ahí va... la frase es de Einstein. (¿seguro que lo es?)

¿Lo veis? Es un elefante con alas.

Espero que no me lea porque este es mi blog. Y pienso seguir poniendo lo que me de la gana. 

Hoy tuve una pelea... no lo llamaría pelea. Hoy discutí con el Muso... no, mejor, hoy me enfadé con el Muso pero es que me he dado cuenta de algo... que no puedo escribir aquí porque es muy privado, pero que me intriga.

Yo creo que es casualidad... él no lo sabe. Pero imaginaros que hacéis algo y de repente pensáis: "ay, va, pero es si es lo mismo que hacía de niña".

Cuando aprendes una conducta de pequeña... por el motivo que sea, esperas una determinada respuesta.

El problema... la cuestión... es que él no responde así.

Y ahí es donde tengo el dilema. 
Bueno, me he dado cuenta hoy, la verdad. A lo mejor ni siquiera es relevante. Pero ... me ha sorprendido. Es como si de pequeña aprendes a lanzarle una pelota a un muro porque sabes que va a venir de vuelta con la misma fuerza con la que le das... solo que no vuelve. Hay un portero. Así que le lanzas otra pelota más fuerte, pero la para igual. Entonces vas a por tu bota de fútbol más grande y se la lanzas pero el portero la atrapa como si nada.

Y entonces piensas... ¿qué está pasando aquí?

jajajajaj!
¿Sabéis una cosa? ¡Los elefantes con alas no existen!
Así que, hala, a dedicarse a cosas científicas.
Y a escribir. Que escribir es sencillo cuando todos los personajes siguen su guión.

SALUDOS!!!





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