Cuadernos de viaje, lugares en los que he estado.
Dentro de pocos días podré poner un cuaderno de viaje. Hace algunos años estaba obsesionada con la idea de que todo el mundo viajaba, menos yo. Eso fue hace... unos quince años. Porque mis amigos se iban de Erasmus y esas cosas.
El primer lugar al que viajé fue a Túnez. Me quedé bastante impresionada. Bajamos hasta el sur del país y llegamos también a la frontera con Siria. La arena del desierto es como la harina, jamás había visto una arena así, tan suave y ... tanta.
Nunca me llamó la atención París, aunque al irse allí una amiga... acabé visitando la ciudad dos veces (ambas buscando dónde dormir por mi cuenta, no penséis que me acoplé a su casa). Luego vino Praga, Edimburgo, Venecia, Roma (¡¡ah, Roma!!), Oporto, Liverpool, Machester, Mallorca, México (Yucatán), donde el color del agua de Tulúm me impresionó del mismo modo que la arena del desierto del Sahara... (que me olvido, también estuve dos veces en Tenerife, una en La Gomera, y una en Versalles...)
Y este año he visitado Dublín en un viaje relámpago a Irlanda, que también ha sido maravilloso.
Las cosas bonitas para ver no están siempre lejos.
Así que, al final, parece que sí he viajado. Yo no sé vosotros, pero eso de "viajar es cambiarle el vestido al alma", o algo así... es una frase que me parece muy correcta. Cuando viajas, cuando ves como son las cosas que -siendo las mismas-, no lo son o se hacen de otra manera... es como si estuvieras más vivo.
Yo no gastaría dinero en tener joyas o tener un coche caro. Si fuera rica, creo que dedicaría mi tiempo a estar tranquila, a escribir (en cafeterías, ora aquí, ora New York) y en viajar. Este es el gasto egoísta que haría yo con mi dinero. Antes de este gasto, claro, está otro. El gasto importante en familia y salud. Pero si eso está bien, si todos estuvieran bien. Entonces, ¿para qué querría yo un reloj caro? ¿¿Acaso el tiempo vale más?? jajajjaj!!! ¡No! No querría bolsos de mil euros, ni zapatos con nombres propios. No sabría qué hacer con un diamante (preocuparme, seguramente). Si resulta que con un café y un blog soy feliz. ¡Y solo vale 1 €!
La conclusión de la entrada es: ¿¿¿te das cuenta de lo rico o rica que eres en este instante??? Mira alrededor... y, si te animas, dime qué ves.
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