Curioseando

Trappist 1


Antes de nada deciros que el taller literario del próximo domingo 26 cambia de ubicación. Lo celebraremos en algo llamado Teatro de Rueda... o algo así.
(Calle Jaime Hermida, 16.)

¿¿Quién le pone a algo el nombre de "Teatro de Rueda"?? A ver, que lo busco. Estos del taller me van a volver loca...
Ay va... pero si está en el barrio... jajajaj!! ¡¡¡¡Pero si puedo ir andando!!!! ¿Tengo un teatro tan cerca?

En fin. Es genial, aparezco como organizadora y si me descuido... no logro ir, jajajaja!!! ¡¡Esto no es normal!!

A lo que iba. Esta mañana abro Facebook y me pongo a cotillear. El Muso me ha llamado cotilla y no lo soy. Soy curiosa. Esta muy equivocado, ¿sabéis? Es normal, porque como Muso no es un ser humano y algunas cosas, claro, se le escapan. jajaja!

El caso es que reflexionaba sobre eso mirando mi red social personal. Y animando a un amigo, dicho sea de paso. De repente topé con una noticia sobre Trappist 1. Ese sistema a cuarenta años luz de la Tierra, con varios planetas y una enana roja muy fría. Me dio qué pensar. Imaginaos, esos mundos están ahí, ahora. Qué emocionante. Una enana roja ultrafría... me dije, claro que, habría que ver lo que se considera fría en términos de una estrella.
Esto pensaba yo conmigo misma, debatiendo sin debatir, interiormente emocionada. 7 Mundos. ¡¡¡Madre mía, 7 mundos ahí fuera!!! Tengo la sensación de que al menos uno de ellos tiene agua líquida.

Seguí leyendo y me reí muchísimo con las ocurrencias de dos amigos escritores. Ya fuera de las noticias astronómicas. Uno de ellos ponía algo así como "varias novelas, miles de kilómetros, charlas, conocer gente de todo el mundo... y todavía decir algo y que no te entiendan". El otro comenzaba un nano-relato con echarse la culpa de algo muy dramático y terminaba con: "es la última vez que enrosco tan fuerte la cafetera" JAJAJAJAJ!!  

Leí un par de noticias sobre la contaminación lumínica y por último posé los ojos en un par de garabatos bajo los cuáles se leía: "¿Conservas la inocencia de un prescolar? ¿Qué es este dibujo?". Vamos, no pincho ahí ni de coña, me dije. Inocencia, inocencia. Eso hoy en día no está nada valorado. De esto que voy a seguir bajando y sin palabras, mi mente me reta. Me paro y vuelvo atrás. A ver, es ridículo. El enlace del facebook preguntaba si los garabatos eran una cama, una cara, una casa u... otra cosa. No voy a pinchar. Si dice que tengo la mente de un niño me voy a sentir peor. Sigo deslizando mi dedo por la pantalla y sin palabras algo en mi interior me viene a decir:
(...de acuerdo, si no sabes lo que es... lo dejamos en el misterio)
Me paro.
Subo de nuevo. 
Observo el dibujo. Observo las respuestas. 

Observo los rasgos característicos del dibujo y trato de meterme en la mente del que los ha dibujado.

¿Qué me intenta transmitir?

ES UNA CASA. Me respondo a mi misma, de mala gana.

(¿Por qué?)

"No pienso pinchar el enlace, pero es obvio. Los dos cuadrados tienen rayas horizontales y verticales. Mal hechas, claro, porque es un niño. Pero intenta transmitir simetría. Es lo más relevante del dibujo. Por tanto, son ventanas. Lo del medio es la puerta. Hala, ya está".

Sigo bajando el facebook y de repente me paro. ¿¿Se puede saber por qué he perdido tiempo haciendo un ejercicio como ese?? Hum. Entonces me fijo que no se trata del test en sí, se trata de mirar. Vuelvo para arriba, intrigada. ¿¿A qué ha venido eso de "métete en la cabeza del otro"? ¿se podrá usar con más cosas?
Intrigada con este nuevo campo de estudio pincho en enlace y se me abren 20 test de juegos.
¡¡¡¡JUEEEGOOOOSSSS!!!
(...allá fue...)
¡¡Juegos!! ¡¡Juegos!! ¡Test estúpidos sinsentido! ¡Vamos a jugar! Me digo.
¿Quiere saber quién de sus amigos se va a quedar embarazada?
NO. (¿Y si sale un amigo jajajajaj?)
¿Quiere saber a cuál de sus amigos se parece?
(¿¿Pa´qué??) No. No acertará. 
¿Quiere saber quién la tomará de la mano y no la soltará nunca?
(¿Literal? qué empalagoso)

Y debajo veo:
Tirada de cartas gratis.

De tarot. Ya que mi cerebro no "hablador" lleva desde la noticia de Trappist uno diciéndome cosas, le digo a esa parte intuitiva de mi mente: elige.
¡sí, sí, sí, elige cartas! ¡Vamos a jugar al tarot! pero a jugar de verdad. Enga, enga. Yo he hecho el test del garabato. Ahora quiero magia. 
Os cuento una anécdota sobre Tarot: una conocida mía fue hace años a que le echaran las cartas. Pagó una bonita cantidad y fue con una amiga suya. La Bruja (jajajajaj!!!) dijo cosas. En el plazo de un año pasaría esto y aquello. Y se cumplieron. Palabra por palabra. Pero no a mi amiga, sino a la chica que iba con ella jajajajaja. ... jajajajaj!!! 
En fin. Yo no creo en estas cosas. Pero me gusta jugar. Así que cuando vi las preciosas cartas que por detrás eran como ruedas de colores con ocho mil tapizados diferentes, me emocioné.
Y le pregunté a mi lado no-hablador del cerebro que cuáles eran las correctas. Y sin ningún género de duda, elegí dos.

Salió La Estrella y La Fuerza.





Me gusta la estrella.

Así que en conclusión: en Trappist 1 hay un planeta con agua y mares (jajajaj ojo! que eso lo opino yo igual me equivoco). Mis amigos escritores son muy irónicos. Existe una nueva forma de interpretar basándose en observar lo que me quiere decir y por qué me lo quiere decir.  Y las cartas me son favorables.

¿Qué podría hacer yo hoy con este sino tan espléndido? jajajaja!
Feliz fin de semana!! 

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