Regreso al futuro



Si hay dos sagas de mi infancia que recuerdo con especial cariño, son estas: Indiana Jones y Regreso al Futuro. Son películas ochenteras con una estética muy especial y, sobre todo, épicas.
No soy una forofa de las sagas de cine que generan legiones de fans. Es decir, vi la Guerra de las Galaxias pero no llego al punto de ir disfrazada a los estrenos, ni me gustan las figuritas especialmente. 
Pero hace poco, un canal de televisión ha tenido a bien reponer las tres películas de Regreso al Futuro y al verlas, con cierta nostalgia, a través de los ojos de adulta me he dado cuenta de la intención de cada gesto, cada personaje descrito y creado para entretener... con esa inocencia... y no sé, me ha dado por pensar.
Desde cómo mueve la cabeza el científico con gestos exagerados a las bromas de una película a otra (en la tercera Marty saca de la basura un coche de juguete que fue lanzado ahí en la segunda). Esos pequeños gestos. Que cuando eres pequeña no te das cuenta, porque estás metida en la historia pero no ves nada más. Pero al ser mayor, piensas: "qué afán de entretener". 
Me pregunto si eso no se habrá perdido. 
Ahora se busca "impactar". Un público exageradamente acostumbrado a basura televisiva, dormido, ¿y qué le dan? ¿Qué nos dan? Más explosiones, más... efectos. ¿Y la historia? 
Imagino que no tiene remedio y es absurdo extrañar el pasado porque el tiempo sólo viaja en una dirección...
(o no viaja... ¿el tiempo viaja?)
... pero el caso es que lanzo este mensaje como crítica. Y porque no me gustaría que se perdiera eso que veo en películas como esta. Historias de aventuras donde lo principal no es el efecto o la explosión. Eso acompaña. Pero lo principal es la historia. 
Y hablando del hecho de no darse cuenta de cosas cuando somos niños... estos dos días he reflexionado mucho y me he dado cuenta de que lo que enseñan en los colegios no dice nada de quién eres. 
Y lo que es aún más terrible... según lo que te rodea cuando eres pequeño, puedes crecer de una manera o de otra. Imagino que la idea se me ocurre por lo de Marty McFly y las distintas realidades a las que viaja. Técnicamente, las personas son las mismas y sin embargo según sus circunstancias se comportan de una manera o de otra. Totalmente diferentes.

¡Cielos! ¡He escrito toda esta entrada para descubrir aquello de: "Tú eres tú y tus circunstancias"! jajaja!

5 comentarios:

José Cruz dijo...

Ojo a esa última frase. Alguien me dijo hace poco: "tú no eres tu circunstancia". Si lo fuéramos, seríamos culpables de las cosas que nos pasan. ¿Lo somos?

No me hagas pensar después de la comida que empiezo a desvariar.

Nelly dijo...

Uy, es que eso es complicado... la frase de Ortega y Gasset tiene muchas interpretaciones (lo busqué en Google luego..) pero... no sé, me pareció descubrir que según en qué circunstancia estés...te comportas de una forma o de otra, por lo que puede parecer que eres un tipo de persona u otra. Y, curiosamente, depende de tus circunstancias.
¿No?
¿Qué opinas?
Igual somos...algo distinto, distinto a como nos comportamos, dado que...la circunstancia hace que nos comportemos de una manera u otra. ¿Puede ser?

José Cruz dijo...

En realidad yo hablaba de otra cosa. Me refiero más a que tu circunstancia (las cosas que te pasan) no te definen como persona, por ejemplo, tu hijo suspende todas las asignaturas; eso no quiere decir que seas un mal padre. Seguro que te estás esforzando, pero tu hijo no responde como debiera. Hay quien podría juzgar y decir que si a él no le va bien en eso, es porque tú no lo educas bien. Por afinar, yo diría: "tú no eres tú circunstancia, si no, más bien, tu reacción con ella".

Yo creo que tú hablas sobre "yo tengo mi personalidad única, pero mi actitud depende de quien seas tú".

Nelly dijo...

hum... no sé, da para tantas interpretaciones. Lo que quería decir es que tú eres valiente en un caso y miedoso en otro. Una misma persona. Es decir, tú eres jefe y empleado. Y tu rol cambia. Me sorprende mucho esa capacidad de variar... que alguien (yo misma) sea "niña" y "madre" según...efectivamente, dónde esté y con quién me toque estar. ¿Eso hace que te vuelvas loca intentando saber quién eres en realidad, no crees?

José Cruz dijo...

Yo diría que eres niña y madre. No tienes porque ser una sola. Son características que no se excluyen. De hecho, yo soy hijo (con mi madre) y padre (con mis hijos), cada uno en su momento, y no significa que no sepa quién soy. Soy las dos cosas. Nadie es solamente una cosa.

¿Qué eres en realidad? El conjunto de tus valentías y tus miedos, tus aciertos y tus errores, y, por supuesto, tus contradicciones. Si no tienes dudas, malo. Nadie es perfecto.

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