Dio la espalda al Muso, a la realidad y a su oficina cotidiana, y se volvió hacia su Ciudad de los Cuentos para preguntarles. La científica mordisqueaba un bolígrafo, inclinada sobre una libreta y una tablet. Comenzó a buscar artículos referentes a esta cuestión y entregó a Nelly uno titulado: "La materia es esencialmente espacio". Nelly lo estudió con detenimiento. Luego miró al cartero.

- ¿Qué te pasa?

El niño mensajero estaba como paralizado, con los ojos fijos en algún punto a espaldas de Nelly, donde estaba el Muso. Miraba con los ojos muy abiertos. 

- ¿Qué ocurre?

- Esa pregunta tiene trampa.

Fue todo cuanto dijo. De nada sirvió que la Alcaldesa le preguntara sobre el artículo de Memphis. La respuesta: el espacio es esencialmente materia y al revés tampoco convencía al niño. Entonces Nelly le dijo: "bueno, la materia se expande en el espacio, ¿no es así? Luego el espacio va antes....Aunque por otro lado, allí donde no hay materia se cuela el espacio, por tanto... para la materia lo invasivo es el espacio, ¿no? ¡Oh venga, tú tienes respuesta para todo!". Eso dijo mirando al niño. Pero este seguía como petrificado.

- ¿Vas a decirme lo que opinas de una vez?

- "Chis pum" sería una buena respuesta -dijo el niño.

A Nelly le entró la risa.

- ¡Oh, vamos ya! ¡en serio! -se enfadó-. ¡Dame una puñetera respuesta! ¡Tú eres el sabelotodo!

Pero no lo sacó de ahí. Todo cuanto dijo es "tiene trampa", seguido de un "ese Muso puede matar fantasmas..." que a saber lo que quería decir eso. Y de ahí no salió.

"Invasivo", pensó Nelly frotándose la barbilla.

- ¿Es por que ha usado esa palabra? ¿Tanto te molesta? -preguntó mirando al niño.

Ni pío.

- Muy bien, pues no digas nada -contestó finalmente Nelly-. Me voy a quedar con esto: la materia no sabemos lo que es... el espacio tampoco. Solo sabemos que está junto, ¿no es así? Pues ya está. Entonces ...la materia se cuela donde... donde no hay espacio... ¡o al revés! Y según la ciencia la materia surge... de repente y además los átomos están vacíos así que...puñetas, ¡ya me he líado! ¡Nada de esto es invasivo, simplemente está!

Y ante sus ojos atónitos y furiosos, el cartero se desvaneció. Como el gato de Cheshire. Se evaporó.

- ¡Oh, fantástico! ¿Ahora te desvaneces? ¡¿Sabes una cosa cartero?!

- Sé muchas.... -dijo la voz en el aire.

- ¡Tú también haces trampa!

Y así se quedó Nelly, ... sin saber. Porque, ¿qué es más invasivo... la materia o el espacio?

FIN

Posdata: se aceptan ideas.