¡¡Ahora caigo!!
Ayer en mi trabajo escuché un nombre. Bueno, más bien, un fragmento de conversación:

- ... se llama Melba, ¿quién se llama Melba hoy en día?
- Tiene nombre de atún.
(risas)
- Mira que llamarse Melba...
Levanté la cabeza.
"Melba..."
¿Dónde he oído yo ese nombre?
- Nelly, ayúdanos con este caso...

Y me pregunté: "¿un pez llamado Melba? No... ¿Melba es nombre de pez? A lo mejor hay un pescado que se llama Melba...
Un momento, un momento... no puede ser.
¿Por qué Melba es significativo para mí?
¿Por qué Melba es extraño para ellos?"

De esto que repasas películas Disney, libros, amigos... y no das con el dichoso nombre de Melba por ningún lado. Pero al momento oyes otra cosa y la atención vuela a posarse en un tema diferente. Me olvidé del asunto. Notaba algún "Melba" importante. Pero como no sabía que era... pues qué más da, ¿no?

Han pasado veinticuatro horas (o más).
Me siento a escribir.
Retomo el capítulo cinco de mi novela número cinco.

Y de repente...

"- Estamos perdidos...- dijo la capitana Melba."

¡JAJAJAJAJA!
jajajja!!!

De esto que... como cuando escribes lo voy viendo como en una película...jajajaja!! Pero estaba tan concentrada en superar un pequeño bloqueo creativo que no me di cuenta.
"¡¡Mira, Melba!!", me digo frente a la pantalla (y me llevo las manos a la cabeza) "¡no me lo puedo creer!"

Y en voz alta:

- ¡¡No tiene nombre raro, tiene nombre de heroína!!

En fin, me ha hecho gracia la anécdota. También me hace gracia, pero ya menos, escribir 57 páginas de una novela y no acordarme de uno de mis 3 personajes principales. Es como si me llama Valeria Asworth y voy y contesto: "Oiga, su nombre me resulta familiar..." jajajaja.
Eso sí, me preocupa más.

Y para que lo sepáis, MELBA es un nombre precioso.

Si no, no lo habría escogido...