El Misterio del día afortunado...

(Pendiente de revisión para las tildes. Mi telefono movil no deja ponerlas)

He tenido un extraño día afortunado. Todo empezó por la mañana cuando decidí ir a comprar a una tienda cosas que necesitaba. Pensé que tenía que llevar el recibo del día en que fui a comprar el mes anterior porque sortean un día de compra gratis y si coincide con el día en que has ido a comprar, pues te regalan ese importe. Al observar el recibo, me dije: "mira que casualidad, fui a comprar mi día favorito". Que extraño que coincida el numero.

Entro en la tienda. Con muchas ganas de comprarme, además de lo que necesito, un producto capilar con el que incluso había soñado. Pero temía el precio. Porque lo que necesito y lo que deseo iban a ser demasiadas cosas juntas. Y también pensé: ¿y si me toca? Menuda alegría si me toca...

- Buenos días.

- Buenos días, disculpe...¿cual es el día gratis?

¿Suena raro si os dijera... que no fue tanta la sorpresa como la ilusión?


- ¡¡Que bien, es justo el día que vine a comprar!! 

- ¿En serio? 

- ¡¡¡Que casualidad!!

Pues si, y justo también era casualidad que me hacia mucha ilusión que ocurriera.
Pues nada, ¡compra gratis! el maquillaje que necesitaba, gratis, y pasé como media hora decidiendo que otro producto me llevaba. Porque sabía que quería una loción para el pelo pero no cual. ¡Y ya es casualidad! La que elegí estaba de oferta: la segunda unidad a un euro.
Así que me llevé también una mascarilla facial de miel.
Yo que visito estas tiendas una vez al mes, ¡o cada dos! No sabéis lo contenta que iba.

"Que buena fortuna"

Y entonces me encontré con un ser muy querido al que no esperaba ver. ¡Vaya! ¡Menuda casualidad! dijimos los dos.

Hum, recapacité más tarde... a ver si hoy va a ser un día afortunado. Bueno, resultó que me invitaron a comer, y estando en el restaurante caí en la cuenta de que no tenía mucha batería en el móvil. ¡Y ya es casualidad! Estaba sentada justo al lado del único enchufe de toda la planta. Mientras tomaba el postre mi problema de teléfono se arreglaba solo. (Ocurrió más veces a lo largo del día, cuando necesitaba una cosa surgía de repente)

Por la tarde pase un tiempo genial en compañía más que agradable. El tiempo que amenazaba lluvia se convirtió en una esplendida tarde de primavera hasta la puesta del sol. Y, no os lo perdáis, casualmente vi el que va a ser mi regalo de cumpleaños: un móvil con una cámara decente (flash y dos cámaras) y ¡¡¡lo vi por pura casualidad!!!! económico, con una resolución buenísima, sencillo. ¡No podía creerlo! Fue verlo y saber que había encontrado el móvil que quería, de los doscientos mil del mercado; ¡que día tan misteriosamente afortunado!

Saludos "totoriles" (como dice una de mis compañeras de trabajo)
Nell.

Hay días que no sabes de dónde viene la suerte,
y otros que la persigues...

fuente imagen: http://imgbuddy.com/kawaii-cat-tumblr-transparent.asp

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