Hay días que nos cuesta más levantarnos de la cama. Sobre todo si hace frío. O si hemos tenido una jornada anterior difícil, o si los sueños han sido un revoltijo incomprensible de cosas, o... si el Muso va y te llama triste.

Yo no soy triste.

Nótese que el día anterior me llamó interesante, simpática y divertida... (y todo lo que aprendo)

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(Mira, tengo un muso voluble...)

Antes de que comience un análisis de la volubilidad y lo que implica.. (¿es una palabra hermosa, no? "vo-lu-ble*), vamos a dar una serie de pautas para disfrutar a tope de un día invernal:

1) Ordenar la casa. Dicen que cuando la gente está baja de ánimo, el espacio que les rodea se vuelve descuidado. Así que yo escuché la teoría y decidí que lo contrario tenía que funcionar: un espacio ordenado, bonito, cuidado y alegre tiene necesariamente que influir en el estado de ánimo. Así que un día gris-sosote-invernal es un día perfecto para ordenar, decorar y ambientar tu lugar especial.

2) Leer un buen libro. Nada mejor que un cielo nublado fuera y un buen libro, un ambiente acogedor y lecturas que te permitan aprender o evadirte. Se me ocurre recomendaros la serie de libros amarillos con cursos "para Dummies", son una pasada. 

3) Ver series que te gustan. He dividido los contenidos de la televisión en dos: los que me ponen de los nervios y los que me gustan. Estos últimos están compuestos por series, cine y documentales. Tengo comprobado que los programas del corazón y determinados debates, aunque no me doy cuenta, me estresan. Me parece increíble tener una herramienta tan maravillosa de comunicación como la "tele" y echar, a veces, tantos programas basura. Afortunadamente, no es lo habitual. Una cosa es que te pueda o no gustar el fútbol (mi queja no tiene que ver con la variedad de gustos), no hay problema, ... lo que yo no entiendo es Gran Hermano. No puedo con ese programa y tampoco con algunos cuantos más de ese estilo (Hombres y Mujeres, Sálvame, Cosas que te quiero decir...). Es que no los entiendo, ni me parecen graciosos, ni los veo interesantes. Es más, esos programas sí que me entristecen. Creo que algunos vuelven válidas cosas que no son buenas (por ejemplo: solo importa la imagen). Por el contrario, las películas me encantan. Así que una buena película o un programa interesante es un tercer plan genial para días de invierno. 

4) y último, ¡sesión de belleza en casa! Desde ordenar los armario para buscar ese modelito especial a pintarte las uñas, hacer pilates en el salón... lo que se os ocurra. Como el post también es válido para chicos: podéis hacer pesas o algún tipo de gimnasia que no obligue al vecino a subir a quejarse. 

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Y estos son un montón de planes estupendos para un día invernal.

Añadiría pensando en un amigo: pintar. Porque sé que pinta (bueno, varios amigos míos pintan) miniaturas de metal, porcelana o plástico cuando tienen tiempo de ocio. Pintar también es un buen plan:

* (Voluble en el Nelly-diccionario: dícese de aquello de carácter inconstante, que cambia con facilidad. Volátil, etéreo, asociado a lo no permanente )