¡He terminado una novela hoy! Puse el punto y final mientras tomaba un café antes de entrar al trabajo. Ahora tengo que retocarla, revisarla, desarrollar mejor las escenas... pero el esqueleto y los personajes están. 

De la de piratas que tiene el agente literario no sé nada todavía... salvo que Mondadori me dijo que no. Y por lo demás... estoy esperando a cobrar el cheque de mi segundo editor.

Este fin de semana en la Feria del Libro un amigo escritor me va a presentar a Javier Reverte (Javier, no Arturo, que todos nos confundimos...) ^_^ así que tengo muchas ganas de ir porque seguro que no sólo nos encontramos con él, la verdad es que esta Feria sirve de excusa para la reunión de más de un viejo amigo.

Y mientras busco el enlace al autor de la wikipedia os voy a poner también la foto de una amiga mía. Es peluda y pequeña y en estas fechas cumple dos años. Se trata de una cobaya que se hizo pasar por hembra desde pequeña para, muy cuca ella, ir a jugar con otras hembras cuando la "presentamos en sociedad". Tenía incluso a la veterinaria engañada. Mas si veis su pícara expresión cuando la soltamos en el parque (es de tres colores y totalmente punky), seguro que no os pasa por alto que estaba muy MUY feliz de ser confundida con las hembras:

Sí, sí, miradla ahí... pretendiendo a esa otra de color azabache. ¡Pues es un macho! ¡Será picarón! jajajaja.

Ya tengo el enlace a la wiki... 

Por último, os voy a contar lo que me pasó hoy al venir de trabajar. ¿Recordáis que os comenté que hice un curso en un Templo Budista de meditación? Uno de los ejercicios consistía en andar muy, muy, muy, muy, muy, muy, muy despacio.

Al volver de trabajar, en la estación de autobús, pensé... que podía ponerlo en práctica. Así que me puse a caminar muy, muy, muy despacio. Pero no tanto como en el ejercicio. Pensé, tienes que ir más despacio todavía. Así que cuando me llamó la atención una foto de una pared ralenticé aún más la marcha, lentamente y más lentamente, y de pronto la pared se abrió. Yo di un respingo y el señor que estaba al otro lado (era una sala de espera) debió de dar otro. ¡No era una pared sino una puerta! Una puerta de cristal. Y al otro lado había fotos del Madrid de hace cuarenta años. Curioseé un poco y salí de nuevo al exterior de la estación. No conocía aquella sala de espera. Así que seguí me pequeño viaje de exploración por las dársenas, y de repente, ¡descubrí un nuevo restaurante!

Justamente hoy me apetecía arroz tres delicias o comida oriental.... se lo había dicho a una amiga en el trabajo.

¡Era un restaurante take-away oriental, nuevo!!!!!!!

¡Estaba toda la comida baratísima!  

Entonces me entró la duda:

"No", me dije, "no compro". Sería malgastar el dinero, y además va a venir el bus, no tengo tiempo... bah, bah, bah, déjalo. Pero cuando di dos pasos, pensando "ya es casualidad, justo hoy que me apetecía tanto..." me fijé en unas Dim sun que me encantan. ¡¡Y valían sólo 1€!!

- ¡¡¡Deme un ración de éstas!!!!

Me llevé tres en una cajita de esas tan monas de la comida para llevar (***nota aclaratoria: me encanta la comida para llevar, con sus cajitas....)))) 

Así que he descubierto un restaurante para poder comprar y llevarme comida cuando vuelva demasiado cansada del trabajo...

Y eso es todo desde esta noche de Luna llena. Cuidado con los vampiros y los hombres lobo.

Nelly.