Paseando por la ciudad, mis amigos y yo buscábamos un restaurante. Al pasar junto a una mesa, una amiga dijo: "este es vegetariano". Y dio la casualidad de que mis ojos se posaron en una mesa de la terraza donde un cliente levantaba con sus dos manos una enorme hamburguesa. Pensé, "he debido entender mal a mi amiga, o bien ella está equivocada".

El misterio me llevó a proponer que desveláramos aquella incongruencia y lo elegimos para comer. Una sorpresa tanto por el ambiente, que es maravilloso, como por lo rica que estaba la comida. Compartimos las hamburguesas vegetarianas porque eran platos muy generosos, y me llevé una grata sorpresa porque acabamos empachados pero, así como con otro tipo de comida cuando comes demasiado te pasas el resto del día con una sensación de pesadez, resulta que con esta elección gastronómica la sensación era bien diferente: te sientes saciado pero inusitadamente bien. De hecho, ha sido bastante sorprendente, nunca me había empachado a comer sin la consiguiente sensación de "no puedo ni moverme".

Al salir le saqué una foto al local y ha quedado tan bonita que he decidido compartirla con vosotros. El precio es muy asequible (sobre todo si compartís, porque una hamburguesa entera no sois capaces de comérosla) y eso es otro punto a favor del sitio, con la crisis, se agradece que no de sustos al monedero.

Hay varios restaurantes en Madrid, uno en Huertas y este al que hemos ido estaba cerca de La Latina.

¡Bon appétit!

Saludos

Nelly.