Recibimos al otoño con una curiosa anécdota: en las cajas de tinte del pelo "rubio" no siempre significa dorado (...eso por jugar a los disfraces....). Pero como queda más natural, esta temporada iré de color "hoja" caída, de otoño, de las que empiezan a caer y adornar las aceras recordándome el cambio de estación.

Anoche estaba yo compartiendo unos nachos cuando sacamos el tema de la energía a debate, concretamente de la energía nuclear, a raíz de la pregunta de: "¿sabía Einstein lo que estaba haciendo realmente?" Me enteré de que el genio era profesor en una universidad norteamericana, y que era perfectamente consciente de lo que estaba fabricando. Si bien, en la época, eran los americanos o los nazis los que iban a terminar por lanzar la bomba.

No estoy segura.
(...¿sabéis que nací el día que tiraron la bomba atómica?...)

Debatimos largo y tendido, sobre la idoneidad de utilizar materiales radioactivos para calentar agua, que es a fin de cuentas lo que hacen las centrales nucleares, con un coste tan elevado para la ecología. Calientan agua que se evapora y mueve turbinas, que a su vez generan electricidad.

- ¿Y no podrían fabricar una presa -pregunté-, muy, muy alta, para hacer eso mismo?

(... y ahí me acordé de El Principito... sería tan alta, jajajaja, que se saldría del planeta...)

- Es la mejor forma que tenemos hasta ahora. No digo que sea buena, sino que es la única que conocemos -me respondieron.

- ¿Y qué hay de la fisión? ¿qué diferencia la fusión de la fisión?

- La fisión es lo que ocurre en las estrellas. Por ejemplo, el sol. ¿Sabes cómo funciona?

- ¡Sí! -contesté-, sé que convierte hidrógeno en helio.

- De acuerdo, pues para que eso ocurra tuvo que haber un origen. El sol convierte hidrógeno en helio, y cuando se le acabe el hidrógeno, será una nova.

- ¿Y si mandamos más hidrógeno desde la Tierra?

- Para el Sol la Tierra tiene el tamaño de un micróbio, por más hidrógeno que le mandes...

Me reí. Era cierto.

- ¿Y que es la fisión? Oí una vez que sería la solución porque no contamina...

(... y ahí me acordé de El Santo...)

- Sería la solución, pero el experimento no se pudo repetir.

Es como la película de "El Santo", si la habéis visto, es graciosísima, un ladrón sin nombre y una científica de lo más inocente. Todos persiguiendo la fusión fría. La que no generaría ningún tipo de contaminación. "Energía gratis, para siempre", como dice un personaje en el film.

Aunque mi parte favorita son los disfraces de Val Kilmer, que está guapísimo, le vistas como le vistas (salvo el pijo del avión...)

Me encanta de san Agustín, de Tomás Moro, aunque la primera vez que vi la película no me hizo tanta gracia como la última (es de esas pelís que he visto docenas de veces), por el tema de los disfraces. Un ladrón sin nombre, alguien sin identidad... que podría ser cualquiera.  El tema de "la identidad" es interesante, si habéis visto la película de Miyazaki del Viaje de Chihiro, también trata ese tema. Pero no es lo que más llama la atención del film. 

Personajes que no saben quiénes son... Como "El Caso Bourne", lo que nos lleva a la siguiente pregunta: ¿somos resultado de lo que hemos sido, o lo que importa es sólo lo que somos ahora? 

Si le borras la memoria a un personaje... ¿sigue siendo él? La verdad es que sí. Imaginaros que una mañana os despertáis y no tenéis "nada" en el equipaje de la vida, por decirlo así, nada de nada. Ni ideas, ni recuerdos, ... nada. Simplemente estáis, y punto. Y ahora alguien os pregunta: "¿y tú quién eres?".

jajajajaj, nos quedaríamos todos en blanco.

... ¡ya se me ha ido otra vez el santo al cielo! 

Saludos!!

¡¡¡MAÑANA EL GANADOR DEL CERTAMEN!!!