¿"Ser" o "Estar"?

Hace unos días me encontré con ... esta extraña cuestión filosófica.
Hablaba con una conocida a la que le dije: "... sí, porque yo soy una persona nerviosa..."
Esta persona no se mostró de acuerdo:
- ¿Eres... o estás?
- Soy -contesté.
- A mí no me lo parece -me dijo-, ¿por qué crees eso?
No es buena idea discutir con ella, ahora veréis por qué. Argumenté durante un buen rato mis razones sobre el "ser", pero como no llegaba a verlo, pensé, a ver, lápiz y papel. Las cosas son más fáciles de explicar si te ayudas de la tinta. Dibujé una línea en el papel y otra debajo de esa. Señalé la primera línea y le dije:

- Esta persona (señalando la línea), se muerde las uñas, come mucho, no para quieta, todo el día esta haciendo cosas... ¿de acuerdo? 
- Sí -me contestó.
- Y esta otra -continué, señalando la segunda línea-, se pasa el día durmiendo. ¿De acuerdo?
- De acuerdo.
- Bien, pues esta primera persona es nerviosa. Y esta segunda no.
- ¿Por qué?
- Porque cuando la primera se pone nerviosa (está nerviosa)... si ya de por sí es nerviosa, se pondrá enferma. O peor, le saldrán canas y se le caerá el pelo. Mientras que la segunda, la que es tranquila, cuando está nerviosa... no sé, se morderá las uñas, por ejemplo. Si te fijas -dije señalando mi gráfico, del que estaba muy orgullosa-, lo que la segunda llamaría "estar nerviosa", es el "ser" de la primera. 

Pero qué bien me explico. Me encanta tener razón, jajajaja...

Mi interlocutora me miró, así como... como quien no esta a punto de decir algo irritantemente lúcido. Señaló mi gráfico, sobre el cuál yo había trazado además de las dos rayas, dos puntos. La persona en su estado natural y la persona al "subir" hasta ponerse nervios@. Señaló la distancia de la línea normal... al punto que yo había marcado como "y aquí está nervios@".
Señaló la distancia y marcó el recorrido con el bolígrafo.
¿Y sabéis qué?
Era la misma distancia.

Como odio que haga estas cosas.

Me explico: yo tracé dos rayas paralelas y sobre esas, dibujé dos puntos. Las rayas paralelas reflejan a la persona en su estado normal (como son), una se muerde las uñas, la otra no, una no para quieta, la otra dormita. Vale, los puntos situados sobre el gráfico reflejaban la situación de esas personas cuando estaban nerviosas ("estar" es algo pasajero) Y lo que define a una persona en mi ejemplo es que una es nerviosa porque su estado natural es el que tiene la otra persona cuando se altera. Me parecía lógico. Pero lo cierto es que en ambos gráficos... existía la misma distancia.

- No me importa de qué umbral partas -repuso-, porque si te fijas... las dos personas recorren ese camino hasta el estar.

Eso no es justo. 
jajaja, no se pueden usar los gráficos de una misma en su contra. 

Llevo dos semanas dándole vueltas al asunto. Ella dijo que Aristóteles había planteado la cuestión hace mucho, pero igual me confundo de autor porque en internet no encuentro nada. Así que sólo dispongo de mi experiencia para ver si tiene o no razón.


http://www.nreda2.com/enredados-en-la-cultura/pintura/146-escuela-de-atenas-rafael-sanzio.html

Veamos... imaginaros que una persona se muerde las uñas. Una costumbre que tiene habitualmente, esté nerviosa o no. Si tú a esa persona le preguntas, ¿estas nerviosa? Te contestará: "no, es una costumbre". Sin embargo, si otra persona no lo hace habitualmente puede hacerlo en un momento puntual porque esté nerviosa.
Luego tiene ella razón.
Sin embargo, si fuera cierto, no tendríamos verdad alguna a la que aferrarnos dado que... todo es ... relativo. Por esa regla de tres nadie es alto, o bajo, o rico o pobre, porque todo dependerá de con qué lo comparemos.
Y eso no me parece correcto.

Lo cierto es que si partimos de esa base (y un viaje a Venecia puede corroborar que la frase "anochece temprano" es terriblemente relativa puesto que después de ver ponerse el sol a las tres y media de la tarde en el Canal, una se alegra mucho de que en España no anochezca a esas horas...) bien, si partimos de esa base de relatividad... entonces la única vara de medir que tenemos es nosotros mismos.
¿No?

Sólo yo puedo saber cuándo estoy nervios@ y cuando no porque... (...me estoy liando yo sola...) porque, ¿con qué comparamos? Tomemos por ejemplo la riqueza. Me contaba una amiga que un niño que pasaba las vacaciones en mi país estaba completamente fascinado por la cantidad de fruta que había en las tiendas. No le llamaban la atención ni los caramelos, ni los juguetes, sólo la fruta. Es decir, para él, la riqueza era tener toda esa fruta fresca al alcance de la mano. Sin embargo, si comparas eso con un ferrari de un millón de euros, hay quien diría "pues un kilo de mandarinas no es un artículo de lujo". Y sin embargo lo es. Para él lo era.

Pero si seguimos ese planteamiento y abrimos las puertas al "relativismo", ¿qué pasa entonces con la justificación de las conductas? Si una persona de por sí es déspota y maleducada, ella te puede decir: "no, yo soy así normalmente", así que esa persona puede pensar que si no te empuja por la calle es que ya está siendo todo un encanto y un ejemplo de conducta. Porque para esa persona, gritar es algo normal.

Y eso no esta bien.

Salvo para ella, claro. Acabo de dar, jajajaja, con el problema del mundo. ¡¡El relativismo!! ¿Dónde esta el punto de referencia objetivo, externo, con el que podemos medir lo que somos?

Ni idea.

Igual debería preguntarle eso la próxima vez que me la encuentre. Admito que tiene razón en lo referente a "no importa el umbral del que partas". Eso es cierto. El umbral es distinto en cada uno, esa es una gran verdad. Conforme. Así puedes medir "en comparación" contigo mismo. Puedes medir internamente. Pero eso no te aclara "qué eres" respecto al mundo. Habrá gente por ahí que crea que es un dechado de virtudes y en verdad es una conjunción de desgracias. 

Qué difícil es esto...

Saludos filosofales!!
Nell. 

4 comentarios:

Ivan Rúmar dijo...

Para qué engañarnos Nelly, no he podido llegar hasta el final de la reflexión filosófica :P Pero aprovecho para contarte que escribí una entrada sobre ti en mi blog, por si quieres pasarte.

Un saludo filosfal!

Nelly dijo...

jajaja, sobre mí? voy para allá...
jejeje
Besos!

Aelo dijo...

Tu entrada me recordó algo que pasó no hace mucho. Conversaba con Ricardo, un compañero de trabajo, sobre complejos y él señaló que le acomplejaba su altura (mide 1,95 mts).
_ Ya veo, te acompleja ser tan alto.
_ No, lo que me molesta es que soy el más bajo de mis hermanos.

¿Ya ves? un "gigante bajo", al final todo es relativo.

Saludos

Nelly dijo...

jajaajaj, Aelo, ^_^ muchísimas gracias por compartirlo!

Publicar un comentario

 

 

 

Creative Commons License
contador de visitas para blogger por paises