Sueños que son cuentos: "El Misterio de la Carta Voladora"

Ni en el mejor de los casos podría invitar una historia tan increíble como las que sueño.



He soñado con una fiesta (hasta aquí, normal...) pero estaba llena de invitados especiales. Muchos eran actores, aunque estaban disfrazados de personajes. Personajes muy raros. Por ejemplo, Jhony Depp tenía una pinta muy rara, un bastón, llevaba traje y cantaba. Es que no os los sé describir porque... llevaban unas ropas extrañas, así como muy "Alicia en el País de las Maravillas".
En un momento dado salí a la terraza (yo estaba con unas amigas) y... llegó hasta mis manos una carta.
Así, sin más, como planeando desde el cielo.
Entonces se escuchó un grito y apareció otro personaje, vestido de cartero pero con una extraña mezcla en su uniforme, entre cartero antiguo y ropas de explorador; sombrero redondo, chaleco color caqui, y todo incluido. Y, para más extraño, el personaje era interpretado por Jim Carrey.
Gritaba como un loco.
- ¿Quién es ese? -pregunté.
- Es el cartero -me dijo una amiga, como si fuera lo más normal del mundo que el cartero volara.
El personaje se abalanzó sobre la terraza pero la carta remolona salió volando en ese momento. Y el personaje fue detrás en una especie de vehículo que supongo tenía para repartir las cartas (era una versión algo loca de Santa Claus, solo que en vez de regalos, repartía el correo).
Ese cartero estaba muy enfadado porque esa carta se le resistía. Gritaba mientras la perseguía, estaba realmente disgustado.
- ¿Qué le ocurre? -pregunté a otro personaje.
- Todos quieren tener esa carta -me dijo-, contiene un gran tesoro.

¿¿Ah, si??

Vi que la carta seguía sobrevolando el cielo y las terrazas de otros edificios y el cartero la perseguía sin dejar de gritar. Ese cartero estaba muy enfadado.
- Yo también la quiero -dijo otro personaje.
Iba vestido de traje y estaba gordo. Era un político. Supongo que una de esas "personalidades" que se invitan a las grandes fiestas. El político no volaba como el cartero, así que corría y empujaba a la gente para conseguir la carta. Se le notaba... una persona ambiciosa.
Y la carta, de papel envejecido, con su sello lacrado, seguía volando por el cielo haciendo fintas y piruetas.
- No deberían conseguirla -me dijo otro personaje, a mi lado, en la terraza, con una copa de champange en la mano-, es una carta muy importante. No deberían tenerla. Cada carta tiene su destinatario.

Por algún motivo extraño decidí intervenir en el asunto, en vez de volver dentro, con la fiesta y el baile. Debo decir que en los sueños tan imaginativos, con escenarios tan fantásticos, y en los que los personajes tienen algún poder yo siempre tengo el mismo (salvo una vez...)  Y es que vuelo. Supongo que es mi poder favorito. Pero en los sueños no parece una gran hazaña. Vuelas como andas o respiras. Así que... me fui a por la carta.

Ahora, que la carta no era manca a la hora de volar. Cada vez que estaba a punto de atraparla, hacía un quiebro y se escurría. Se coló a través de una ventana, la seguí por una puerta.Aquel edificio tenía escaleras imposibles, que llevaban a un jardín de noche. Y si sobrevolabas el jardín con sus arcos de ladrillos ruinosos regresabas a la ciudad... y así una y otra vez intenté atraparla, en mil paisajes a cada cuál más raro (¿cuándo inventarán una cámara de fotos para los sueños...?)

El político intentó seguirme pero no podía. Él se arrastraba por el suelo, caminaba porque tenía demasiadas ataduras. A lo terrenal, no sé si me entendéis. Al final, después de posarme de nuevo en la azotea de la fiesta, le pregunté a un personaje:

- ¿¿Pero qué contiene esa carta que están todos los locos por atraparla??

- Es un secreto muy poderoso.

Para mí era un juego, no intentaba más que salvarla del cartero. Ese personaje me daba muy mala espina.
La carta voló por encima de mi cabeza así que di un salto y la atrapé. 
Ya está, ya la tenía.

Y aquí viene lo raro. Le di la vuelta. 

El remitente era yo. ¡¡¿¿Era mi carta??!!

- Pero... ¿¿¿¿Pero si la he escrito yo hace mucho tiempo???? ¡¿Cómo es posible!?

Tanto perseguir a una carta y la carta es mía. ¡Menuda estupidez! Nadie persigue su propio correo. ¿A quién se la habría mandado?  La abrí y la leí.
No recuerdo ni una sola palabra de lo que había escrito. jajajajaja. ¡Una carta del pasado!

El sueño no acaba bien así que no os voy a poner el final. Sólo os diré que el político aceptó la derrota. Cada carta tiene su destinatario, le dije. El cartero, sin embargo, no. "Yo soy quién las reparte" me dijo "son todas mías". Un final original y coherente el que vino a continuación, aunque un poco trágico. Y que no os voy a contar. 

De todos modos, tengo que decirlo, ¡¡madre mía, qué imaginación!! Nunca llegaré al nivel de mi propia cabeza. Despierta no hay quien imagine todo eso. Los personajes, los ambientes, los diálogos.
Si alguien compra "La Casa Mágica" os voy a contar un secreto, el personaje de Lon Escalón es de un sueño. Así que es, para mí, el que está más vivo de toda la historia y mi personaje favorito. Vive en un lago de tinta azul que parece agua. Y con cada gota cuenta una parte de la historia.


En fin. Voy a ver si mi mente decide poner tanta fantasía en la corrección de la novela de piratas...
Saludos!
Nell. 




7 comentarios:

Ivan Rúmar dijo...

Pues yo quiero saber el final. No me muevo de aquí hasta conocerlo! jaja

Buena entrada, muy entretenida! Un saludo!

Nelly dijo...

jejeje, a ver... ganó el malo maloso. Era cartero y no se tomó a bien que yo triunfara al atrapar la carta.
¿Qué herramienta de un cartero es en sí un arma blanca y a menudo la tenemos en nuestras casas sin darnos cuenta de que, de ser otra época, en vez del nombre que le damos se llamaría.... ??

Ya he dado muchas pistas.
^_^

Ivan Rúmar dijo...

Soy malísimo con los acertijos, así que a riesgo de hacer el ridículo ante toda la comunidad, voy a dar mi veredicto! Seguro que a lo que te refieres es...un SELLO!

En serio, un abrecartas? En caso de ser cierto...uix, que final más desagradable...

Nelly dijo...

Efectivamente, Ivan, el personaje del cartero llevaba un puñal, que bien es cierto que era en verdad un abrecartas. De todos modos, en contra de lo que pudiera parecer... simplemente, me desperté. ¿Sabes? Más que "matarme", lo que hizo fue echarme del sueño...
Pero sí, como final fue un tanto trágico, y si te soy sincera, me quedé muy sorprendida.
Pero claro, es lógico que los carteros lleven abrecartas...
Como me lo encuentre en otro sueño le voy a demostrar yo quién es la jefa...

;^)

Ivan Rúmar dijo...

Después de unas sesiones más de cardiobox no habrá quién se resista, ni en sueños. ;)

No sé dónde lo leí exactamente ni si es veraz al 100%, pero en los sueños "malos" solemos complicarnos la vida o ponernos en situaciones extremas, complicadísimas o mortales, pero siempre acabamos salvándonos de alguna manera (ya sea que encontremos una solución a esa situación o despertándonos). El mundo de los sueños es bastante complejo, la verdad!

Un saludo!

Nelly dijo...

Podría pensar que son azarosos, los sueños, pero contienen ciertos mensajes. Cosas sobre cómo veo a la gente, o... no sé, como están sujetos a interpretación...

Victoria dijo...

Yo también quiero una cámara de sueños....!!

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