Podéis ver la imagen en: cuencoslimdi.blogspot.com

¡Hola!

Vengo a contaros cómo ha sido la clase de meditación a la que he ido esta mañana. En verdad no era una clase, era una meditación dirigida, y casi no llegó pero por fortuna el comienzo se retrasó. Pensaba que estaría el guese que ya conocía y que no me iba a enterar de nada. Pero al entrar en el templo sólo había una mujer de lo más amable y tres alumnas más. Todas chicas. Me senté y llegué a tiempo de que me explicaran la correcta postura para meditar (bueno, tres de los siete puntos...).

El más importante es tener la espalda recta. (No como el joven pupilo de la foto)

También nos dijo que lo ideal es poner la mano derecha sobre la izquierda y formar un círculo con los dedos. Y luego, tras repasar bien que la espalda esté recta, podemos si queremos apoyar las manos sobre las rodillas, colocar bien el cuello, los labios, etc. Y centrarnos en respirar.

De pronto la profesora dijo:

- Seguramente muchos pensamientos os vendrán a la mente y os atraparán. Pero ese constante ir y venir de la distracción a la concentración ya es meditar.

Me entró la risa.

Una risa de alivio, más bien, porque luego dijo que una persona que sabía meditar mucho le escribió a un guese y le dijo que había logrado la iluminación ¡mientras cocinaba!. La profesora nos dijo que meditar es simplemente dirigir la atención. Qué fantástico. Al reírme, con eso y con algo más que dijo, ya me atreví a preguntar cosas. Y la profesora me respondió a todo. Tenía ganas de preguntarle ¿y qué es estar iluminado? pero decidí no adelantar cosas. Además, respondió ella, dijo que una mente despierta es una mente que está en el ahora. Porque el futuro es incierto.

Eso chocó de frente con el comentario que había oído yo sobre esas figuras del budismo que renacen para hacer el bien y que resulta, pueden ver sus vidas pasadas, presentes y futuras sin que exista el tiempo. Como si lo contemplaran sobre una mesa (ojo, científicos de la Red, en un libro de cuántica se habla de que el tiempo no es algo tan... cómo decirlo, que es un parámetro más. Que no todo existe dentro de nuestra idea de tiempo) 

Dijo algo, después, de la fase de "la cascada" o algo así, cuando nos damos cuenta de a cantidad horripilante de pensamientos que tenemos. Y dijo algo más... veamos, a ver si no se me olvida... dijo que meditar era una disciplina. Estas entrenando a la mente, simplemente para que sea consciente del ahora.

Lo que vino a continuación fue (¡¡oye, qué curiosos los cuencos tibetanos y el ruido que hacen...!!) diez minutos de respirar.

Eso ya lo hago yo en pilates. Por eso me ha gustado tanto la clase, según la profe, puedes meditar todo el día. No es más que estar centrado en tu momento presente. Dijo algo más que se me escapa (¡¡será posible!!) Yo estaba muy frustrada porque sentía que no avanzaba, que los pensamientos me atrapan... y con la imaginación que tengo yo... si lo que se supone me debe desestresar sólo me estresa más... bueno, lo había dejado. Pero cuando ella dijo: "no, si el ir y venir de la mente de la distracción a la calma ya es meditar". Uff, qué alivio, jajajaj.

Pensaba que lo hacía mal y por eso lo dejé. Entre otras cosas.

Pero esa libertad de "respira y estate tranquila...", bueno, deje ir la mente y como estaba tranquila al cabo de un rato se me ocurrió que los ruidos que escuchaba en la planta de arriba podían darme una imagen de un símil de la meditación. Os cuento lo que pensé:

"Todos esos ruidos de arriba, los pasos, el correr de una puerta que sin duda debe de ser de un armario y te hace imaginarla... La ventana que oyes abrir, el ¿quién estará arriba? ¿qué estarán haciendo?. Todo hace que te preguntes, que anticipes, que visualices... y todas esas cosas, son como granos de arena en un reloj. Tú estas abajo, y esos ruidos y pensamientos ocupan el espacio de arriba. Cada vez que los percibes y te dejas arrastrar por ellos es como si un grano de arena cayera del reloj, desde arriba al espacio de abajo. Lo malo es que si dejas que todos los granos caigan a la vez sobre ti no vas a tener espacio para espirar. Al final la parte de abajo esta llena y tú te ahogas. La clave no es desear que esas cosas desaparezcan, sino en dejarlas caer de una en una, como hace el reloj de arena, porque es estrecho y sólo deja pasar los granos despacio".

Me pareció una imagen bonita así que en vez de intentar no pensar en nada, me entretuve observando esta idea que me había venido de pronto a la mente. 

Veréis, a más de uno el tema de la atención le resultaría más útil de lo que se piensa. Esto va especialmente dedicado para los que tengáis ansiedad. El estrés se pasa muchas veces repitiendo simplemente con el pensamiento lo que estamos haciendo ahora.

La meditación te da espacio, por eso me parece tan fabulosa. Es como si tenéis miedo a algo, por ejemplo, no sé, a las tortugas marinas,jajajajaj jaja. Vale, ya sé que es un ejemplo absurdo. Pero imaginad que tuvieseis tanto miedo que no salierais de casa por temor a tropezaros con una tortuga marina. Y tu mente está en el trabajo, los proyectos, la vida, la familia, la lucha contra las enfermedades, el dinero, y el temor a tropezar con una tortuga. Son demasiados granos de arena en nuestro reloj. Meditar es como ver el reloj desde fuera. Ver que son muchas cosas las que lo componen.

Lo gracioso es que os cuento esto hoy que estoy tranquila, de vacaciones y dedicándome a hacer gimnasia y pasear bajo un sol primaveral, amen de ver a viejos amigos a los que adoro. Dentro de diez días estaré trabajando y tanta calma y tanta paz ya te digo yo... a ver quién la pone en práctica de nuevo.

Ains. Moraleja: la vida es difícil. ^_^ pero mira, hacemos lo que podemos!! jejeje.

Salu2!!!!

Eva-Nelly.