Este autor me desconcierta.

Hace unos cuantos años cayó en mis manos Zig-Zag, la historia de un grupo de científicos a los que persigue un asesino surgido en un experimento macabro.

Vino el autor, Jose Carlos Somoza, tiempo después a unas Jornadas Literarias y le pregunté, muy contenta de poder hacerlo, cómo había podido meterse así en la piel de una mujer (al narrar). Somoza, psiquiatra de profesión hasta 1994, me miró y respondió tranquilamente: "Yo no veo la diferencia".

Igual no planteé bien mi pregunta.

Compré "La Dama número 13" y me dejó indiferente. Pero dentro de "Aquelarre" (Ed. Salto de Página) hay un cuento de terror suyo.

Es terroríficamente horripilante.

Y ahora ya sé lo que me fascina de Somoza. Me fascina que introduce las imágenes del subconsciente del personaje con tanta facilidad que no consigo distinguir su "locura", de la realidad ficticia.

Es decir, que en un momento dado te paras y te preguntas: "¿Esta soñando? Esto no puede ser verdad. ¿Ha perdido la razón el protagonista?"

Pero esta reflexión la haces cuando ya llevas dos renglones -o tres-, metido en la escena más horripilante que te puedas imaginar, y ves que algo no cuadra.

¿Es una metáfora? ¿es el fantasma? ¿esta soñando?

Es fantástico.

A mí me encanta. Y es justamente por eso. En este cuento del que os hablo "llueven gatos". Se llama La luz de la noche. Espeluznante.

Saludos,

Nelly.