Soy de lo más inquisitiva. No es por maldad, ni uso la información para el mal. De hecho, la mayor parte de las veces ni la uso, pero desde que era pequeña... me gusta aprender. Y me he encontrado con buenos profesores.
Otros, no tanto...
Pero sobre los buenos, la verdad es que los he tenido estupendos. Una de ellas me regaló las llaves de la biblioteca, otro me enseñó todo lo que sabía de la Cultura Clásica. Y otro cometió el error de decirme "sí, Nelly, el diccionario es ese libro que usas de calza de mesa", lo que arrancó en mí una mirada de: "¿pero tú sabes con quién estás hablando?", porque en aquel instituto nadie sabía lo mucho que leía yo, y al final de la clase le dije que no había sido justo conmigo, y él contestó: "pues demuéstrame que me equivoco". No sabéis lo borde que era. O de eso presumía, pues era actor, y en verdad de borde y malo -por mucho que se empeñara-, no tenía nada. Un poco bruto, quizá. Conducía como Ace Ventura, eso es cierto. Pero mantenía el orden. Y sólo podía mantener el orden creando esa leyenda...
Creó un monstruo literario a raíz de esa reprimenda en clase. Yo ya lo era, en verdad, sólo que por su culpa lo dejé salir y gané tres certámenes en un año. Con sus respectivos premios.
Me pregunto qué habrá sido de él, hace diecisiete años de esto...
Total, profesores aparte, el caso es que me estoy planteando o más bien diría que me pica la curiosidad por un puesto de mi empresa. Esto no tiene mayor relevancia, la verdad, cada tres semanas o cuatro me pica la curiosidad por algo. Es un puesto que exige tomar decisiones, usar tu criterio, y te permite ver más cosas de la empresa.
Eso me interesa mucho.
Pero como los cambios no me ... seducen demasiado, a menudo me dedico a recabar información y ya está. Por supuesto que me gustaría saberlo todo, pero cada puesto tiene sus responsabilidades. Ventajas e inconvenientes. El caso es que tras entrevistar, jajajaja, más o menos, a las personas que lo ocupan, he sacado dos conclusiones interesantes.
Curiosamente, coinciden en muchas cosas. Pero ha habido dos frases que me han llamado mucho la atención: la primera "la motivación no viene de fuera, la tiene la persona en su interior. Es ella la que se motiva".
Anda.
Eso cambia muchas cosas. Siempre he pensado que el mérito... era de otro. En cierto modo lo es, pero... si consulto los datos objetivamente, y escucho a la experiencia, lo cierto es que ... estaba equivocada. "No puedes controlar a la gente" también es otra importante cuestión (para un jefe) y lo que es más importante en mi caso: eso me supone un problema.
Eso nos lleva invariablemente a la segunda cuestión: cómo imponer tu criterio. Y que te respeten.
Esa parte le hizo más gracia a la persona con la que hablaba. Claro, en verdad todo esto de ser jefa viene porque ... aunque la idea de decidir me pone de los nervios, pensé que si me enfrentaba a esa situación sería algo bueno para mí. A fin de cuentas yo sí sé lo que quiero y lo que opino, lo malo es que no soy capaz de expresarlo. Especialmente cuando choco con la opinión de los demás... Igual debería ponerlo en práctica en otros aspectos y luego optar al puesto.
La otra persona contestó: "una vez que asumas que todos nos equivocamos, entonces ya no te costará decidir según tu opinión".
Mmmmh.
Interesante.
De todas formas, no tiene importancia, la semana que viene querré ser astrónoma y la siguiente músico, con lo qué... jajajajaj.
Lo que sí soy, y he sido siempre, es escritora ;P jejejej... (permitidme que se me suba un poco a la cabeza, es que estoy emocionada)
Con eso me conformo :D
Nelly-la-inquisitiva.