Me encantaría quedarme en la entrada anterior "paralizada", unos cuantos meses, pero...jajajaja, tampoco sería justo. Lo que no debe extrañaros es que la enlace en la parte superior del blog, para no perderla... :)))
Pero vamos a centrarnos un poco.
Estoy escribiendo una segunda novela, de piratas, y magos y brujas y un sinfín de cosas más.
Muchos amigos del gremio me dicen: "tienes que escribir todos los días". Ellos proponen una página, o una y media, como un éxito en tal empresa...
Pero es que... yo no funciono así.
Como a veces me resulta más fácil saber que no funciona, que qué funciona, vamos a empezar por eso:
- No puedo escribir si estoy aburrida. Es decir, eso de "bueno, este fin de semana no hago nada, me preparo un té, me relajo y escribo".
No funciona...
Daré cien mil vueltas y no escribiré nada.
Por el contrario, si me he ido de fiesta y tengo todas mis tareas hechas, el domingo es un día excelente para escribir.
- No puedo escribir "un determinado espacio" cada día.
¿Una página? Recordemos el día aquel que, sentándome a las nueve de la mañana, me levanté a la una de la madrugada, tras escribir 83 páginas seguidas de una historia. Y no me levanté porque estuviera cansada, me levanté porque pensé que continuar sería de locos... (¿conocéis a alguien, aparte de Mary W. Shelley -si uno hace caso a las leyendas urbanas-, que escribiera una historia en tan poco tiempo?)
Diría que hasta el momento esto tiene trazas de escritor impulsivo. Y bien cierto es. En Roma tuve que salir a comprar un cuaderno y un bolígrafo "urgentemente".
Luego, ¿qué funciona?
- Funciona estar atenta a las cosas que causan inspiración.
- Funciona divertirse y tener un día tranquilo para escribir en casa.
Y respecto a los personajes, ya he conseguido delimitar a uno que se me escapaba. El que me traía de cabeza. Mi personaje principal es mago, pero mago de verdad, de nacimiento. Este otro se cree que tiene magia. Pero no la tiene, jajajajajaj. No puede tenerla, claro. Lo que ocurre es que es tremendamente inteligente y carismático. Y malo. Aunque aunar tales cualidades no resulta sencillo. Pero ya sé como hacerlo. Tuve un poco de ayuda, lo reconozoco. Alguien me dio una idea que me llevó a la clave.
El resto están bien delimitados.
¡¡Tengo tantos proyectos e historias que no sé si me va a dar tiempo a todo!!
:o) Nelly.