¿Ya es de día?



Nuestro simpático Aristóteles asoma la cabeza por la puerta de su casa y husmea el aire en cuanto me siento frente al ordenador a escribir o corregir un texto. Y al rato se oye: "Cuíiiiiiii, cuíiiiiiiiiiiiiiiii....." Si le miras y te levantas... bruurururururururmmmmmmm, sale corriendo como un rayo y se esconde en su casita. Si te sientas y no le haces caso, de nuevo "cuíiiiiiii, cuiiiiiii". ¡Esta cobaya no sabe lo que quiere!

Le he dado zanahoria y heno, ¡y entonces ha dejado de pedir! Es muy simpático. No puedo evitar acordarme de los Fraguel Rock cuando le veo, y es que es un bicho tan raro... que parece un teleñeco.

Si alguna vez hago un viaje largo (como el de Roma de este año) lo dejaré en La Granja Luna para que juegue con otros amiguitos cobayos, jajajjaa. Mientras tanto, Aristóteles curiosea su nuevo entorno.

Por cierto, ¿qué os parece si hacemos un mini-club de lectura de las novelas del detective Carvalho, que nos ha recomendado nuestro último invitado al blog? ¡Siento una curiosidad tremenda por ver cómo son las aventuras del héroe de Montalban! ¿Vosotros no?

Nell.

0 comentarios:

Publicar un comentario

 

 

 

Creative Commons License
contador de visitas para blogger por paises