¿Qué dice tu casa de ti?
Me encanta este salón:
Pincha aquí.
¿Os gusta? Un poco frío, ¿quizá? Los muebles de color madera clara son más cálidos....
Una amiga mía dice: "el abandono de la casa es el abandono de una misma". Nuestras casas hablan de nosotros. La tuya, ¿qué dice de ti?.
¿Eres ordenado? ¿tus espacios son amplios y diáfanos o los libros se aculuman en torres sin orden ni concierto? ¿tienes un despacho o un lugar para ti?
Y ya que estamos, ¿os gusta Ikea? ¡¡¡Porque tiene cosas que espantan!!! jajajaja...
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4 comentarios:
Limpiar eso tiene que ser muy duro el blanco es como un imán para el polvo (al igual que el negro)
Y desde luego frió como la consulta del medico.
Tu conoces mi casa, asi que ya sabes como es mi salón.
En cuanto a Ikea, me gusta mas las cosas que tiene de decoración, aunque mi despacho es entero de Ikea, sus estanterías para libros, CDs, DVDs, son muy baratas y superresistentes...
Bss
Hmm, por lo general no me gustan los lugares así, parece tan... pues eso: de catálogo, que está ahí para ser visto y nada más. Supongo que también tiene un poco que ver con mi madre, ella tiene la casa así: intachable, inmaculada, como si en ella vivieran robots.
Que no se me mal entienda, tampoco es que mi casa sea un tiradero, ni mucho menos, cada quien tiene su espacio y cada cosa su lugar. Es sólo que podrías ver, junto al sillón donde leo un libro abierto (siempre me interrumpen cuando leo), o en la habitación de Charlize, las pinturas sobre la mesa de dibujo, en el taller de mi abuela, sobre su mecedora, verías el tejido que hace o puede que su bordado.
La casa se mueve, vive... ¡respira! y es así como la quiero, con ese toque de "caos"
Un beso
Muebles blancos en el salón = definitivamente no. Jajajaj.
Vale.
A mí tampoco me convencen, pero el resto de mercamueble eran un poco de reviejos...
Seguiré buscando.
Besos,
Nell.
pd: Jerom, tu casa mola, pero yo robaría especialmente esas cámaras antiguas que tienes en el salón de adorno...
Aelo también tiene razón.... una casa viva. No una casa de catálogo...
¡Gracias, Aelo!
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