La Mentalista.
Ni Patrick Jane, ni magos, ni nada... ¡que me den el título de mentalista, ya!
¡Menuda... bueno!
Impresionante.
Acabo de tranquilizar a un cliente... no os podéis ni imaginar. Ni imaginar. Madre del Amor Hermoso, qué barbaridad... que nivel de estres, nervios, alteración...
Bueno, pues me ha costado. Me ha costado, era insalvable. Y al final....:
- ¿Le merece la pena llevarse este disgusto por esto?
Clic.
Gritos, enfados, amenazas. Y toqué el resorte adecuado, se ve.
Se acabó riéndo. No os lo váis a creer, le arranqué una sonrisa, ya pasamos a hablar de sus motivaciones y finalmente me dijo: "muchísimas gracias, me siento muchísimo mejor. No sé cómo lo ha hecho pero... caramba, me siento muy bien. Es usted una persona estupenda".
¡¡¡No te joe, yo estaba temblando!!!
Joer.
El Patrick Jane ese no me llega a la altura del zapato... Es increíble. Increíble.
En fin.
¿Se puede saber qué ventaja tiene saber esto, eh? Yo sé de uno que negociaba mucho mejor que yo... me pregunto qué habría hecho....
2 comentarios:
Supongo que la experiencia lo que da es más facilidad para tranquilizarte tú al lidiar con estos casos. Normalmente, la adrenalina que a uno le vuelve al redil, al oyente se le queda disparada por un buen rato. ¿Solución? La más directa y de primer nivel: dar un buen berrido y tres patadas a algo no rompible,o en tal caso, reversible. De segundo nivel: unos minutos de meditación para serenar la mente. De tercer nivel: te das dos besos en cada mejilla porque tú lo vales y miras a tu alrededor pensando "desafios emocionales a mí, ja..."
;P
¡Chihiro, cuanto tiempo! Muchas gracias por pasarte por aquí...
Je,je,je, ... me quedo con la solución del segundo nivel. La uno me gusta, pero jajaja, las cosas que nos ponen para romper no se rompen, botan... (si os soy sincera me gusta mucho el ambiente de esa empresa).
Otra solución es pensar que hago muy bien mi trabajo y que... se puede promocionar :)
¡¡¡Síiiiii, eso me anima!!!!
Chiji!!!! BESAZOS.
¡Déjate ver más!
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