La droga de la gente sana.

Tengo una amiga que lo está pasando mal.

Esta saliendo con un chico que no la merece. Y yo estoy muy preocupada por ella.
El enamoramiento es una sustacia, pongámosla de color rosa, que inunda tu cerebro y lo secuestra, al igual que la tristeza. Así que mi amiga tiene ahora mismo el cerebro inundado de esa partícula química que como si fuera droga, le impide dejar atrás a quien no le hace más que daño.
Hablando con ella las dos tocamos el tema de lo que la terrible sustancia rosa supone una vez que tomas la determinación de romper. El chico se va, pero la química sigue en tu cerebro. Y lamentablemente no podemos escurrirlo como si fuera un trapo, para que se quede limpio y la inteligencia pueda volver a brillar. No. Hay que evaporar la sustacia rosa con el paso de meses y meses y meses y meses de tristeza. Yo lo llamo "periódo de desintoxicación". Una vez que se supera somos como alcohólicos redimidos. Pero al igual que ellos, tenemos que tener cierto cuidado: no volver a ver a esa persona nunca.
Porque la primera vez nos alegraremos de verla. La segunda, nos diremos a nosotros mismos que está todo controlado. Y la tercera seremos adictos de nuevo.
Cuando una persona se enamora o elige de pareja a alguien que no la merece, pueden pasar dos cosas: primero, que el chico deseé estar con ella, que la trate bien, que la quiera... y eso se nota. Se nota porque seremos felices, será una buena relación y no estarán abusando de nosotros ni de nuestro tiempo. En tal caso la persona pasa a merecer la pena, al igual que la pareja en sí. Pero cuando además de que él no sea tan estupendo como ella, si encima sólo se dedica a hacerle daño, entonces no sólo ella es un regalo para él si no que... no la merece en absoluto.
Mi teoría es que cuando un chico quiere estar con una chica, se nota. Ésta ahí, la apoya, no la abandona cuando le conviene. Pero cuando sólo se dedica a mentirle, es una relación muy dañina. A esas personas es mejor no verlas nunca más. NO merecen la pena.
Besos,
Nelly-filosófica.

¡pd: ya me han traído de la biblioteca el libro que esperaba: "La Elegancia del Erizo"!

6 comentarios:

Jerom dijo...

Las teorías casi nunca se cumplen en la vida real...

El amor no entiende ni de razones ni de amigos, lo mejor es que cada persona se de cuenta de ciertas cosas por si sol@

Besos.

Nelly dijo...

Cuando me dejaron el libro "Travesuras de una niña mala", no lo pude terminar y le dije a Mari Carmen que porqué me dejaba un libro tan asqueroso, que a ella me daban ganas de matarla.
- ¿Cambia y se vuelve agradecida?
- No, es así siempre. Pero él la ama.
- ¡No es justo!
Mari Carmen respondió:
- Pero así es el amor, Eva, incondicional.

Vale.
Lo es. Lo reconozco, sé que lo es. Pero eso no implica que no pueda alejarse de una persona que sólo la hace sufrir, que sólo la hace llorar... día tras día.
Aunque me consta que ella le quiere, como también yo he querido a alguien. Y qué? ¿Acaso por eso puede aguantarlo todo? Yo no le digo que no le quiera, yo solo le digo que se vea a sí misma. Puede elegir quererle, claro. Es que eso no va a depender de ella, en buena medida. Pero al menos puede darse cuenta de que no es inferior a él, porque se creen inferior.

¡Y yo la quiero mucho y lo único que necesita es que alguien la quiera a ella! ¡Puñetas!


Perdona, Jerom, jejeje. Es que no todas tenemos la suerte de Lala y... en fin, hay mucho simpático suelto.
A ver si nos tomamos una cervecita, caramba, que ya no me vas a conocer, jejejej.
Besos,
Eva.

Jerom dijo...

Nelly, créeme la suerte no existe...

Un servidor ha tenido una lista de fracasos sentimentales que haría palidecer a mas de uno y de dos..

Pero de repente todo cambia cuando se conoce a la persona adecuada.

Todo tiene un momento...y llega cuando tiene que llegar, no se puede forzar.

Nelly dijo...

:) quizá tengas razón...

¿Pero y si exprimen a tu media naranja? ayer venía pensando una historia mientras volvía en bicicleta... una persona que, debido a la terrible contaminación de la ciudad, la palma. Y como es media naranja de alguien, ese alguien se queda sin su media naranja...


Sí, parece un drama pero tenía su puntito, porque el destino -que era intrínsecamente bueno-, se dedica a hacer malabares para que esa persona no se quede sin su media naranja, y desplaza la vida de cientos de personas para arreglar lo que no debió salir mal.

Claro que decidí no escribirla porque en el transcurso de ella me cargaba a demasiada gente y al final no sabía si estaba denunciando a Gallardón una política ambiental adecuada para los que vamos en bicicleta...o hablando de desamores.

Besos,
nelly-creativa.

Anónimo dijo...

Tu amiga, si me permites el consejo, debe darse cuenta por si misma de lo que hay y de si le merece la pena seguir o no con la relación. Sólo ella puede llegar a esa conclusión, cuando el daño supere al "beneficio". Y sufrirá a no ser que se plantee la situación desde un punto de vista digamos más "cerebral". Pero es cierto que con todo el cerebro empapado de papilla de pantera rosa es complicado ser "cerebral" en muchas ocasiones.

Al final ella misma decidirá hasta cuanto y cuando está dispuesta a soportar, aunque es complicado. Yo conozco muy pocas parejas completamente felices y compenetradas. Muy pocas. Hay que quitarnos de la cabeza las historias romanticas con el típico final... "y fueron felices y comieron perdices" por "y fueron felices a veces, otras veces pues no tanto hasta que por una razón u otra al final fueron infelices" y es lo que tiene, en algún momento sucederá algo que le haga daño a alguno de los dos, es inevitable. En ultima instancia la falta del otro.

Nelly dijo...

Bad... acertaste y tenías razón. Lo tiene que ver ella...

Se aprende un montón escuchando a la gente.
Besos,
Nelly.

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