Un día de especial estrés estaba atendiendo operadores en una sala en la que faltaba un supervisor. Además, tenía foco en alertar a otros agentes de una Formación y controlar sus tiempos, cuando el teléfono empezó a sonar.

-¿Qué ocurre?

-La jefa ha pedido esto.

-Ok, ¿lo estabas haciendo tú, no? Veo que te lo ha pedido a ti.

-¿A mí?

-Sí, lo pone en el chat....

-Sí, bueno,  pero es que... necesito tu ayuda porque no sé meter un filtro en un informe.

((Estupor))

-¿Tienes problemas con el filtro?... -dos agentes están esperando-, ¡espera, dame un momento! Es que estoy a tope aquí...

Atiendo a los agentes.

-Dime.

-Es que no sé sacar esto. ¿Cómo metes el filtro tú?

-Vale... tienes que meter un filtro en la hoja... Mira, sitúate sobre la primera celda y...

-¡Sí, sí ((interrumpe)) si eso ya los sé! ¡Eso ya lo sé! ¡Yo sé hacer filtros!

(Si lo sabes para qué llamas)

-Es que no me salen los datos.

-¿Cuál es la duda?

-Que al filtrar no me salen los datos.

-Vale, ¿pero es el filtro entonces lo que te da problemas? ¿Lo has metido?

-Oye, XX, ahora mismo es que no puedo atenderte.

-Ya pero lo ha pedido la jefa. Esto es prioritario.

-Sí, lo sé, mira a ver si te puede ayudar XXXXX. Porque es que no puedo cambiarme ahora mismo de módulo para ayudarte. Y tengo aquí a otro Jefe.

Dieciséis llamadas de nuevo de mi compañero. Descuelgo la última:

-¿Qué tal vas?

-Eva, me ha dicho La Jefa del Jefe de la Jefa nuestra que te encargues de esto, que es prioritario.

Vale.

-Chicos, id a los supervisores. Tengo que hacer otra cosa. 

Chat del grupo: Dejo la formación porque hay que hacer... (informa a la Jefa)

Ocho minutos después: formación perdido foco, cola de espera en la Sala por los agentes, Supervisores disgustados. Un Jefe de un Supervisor me necesita para un tema informático... caos.

Ergo era mentira. Mi compañero me ha llamado con una mentira.

Tan solo hemos perdido 56 minutos + un descanso de otra compi dejando solo a una persona de mi posición en 3 módulos porque Mengano no sabe aplicar un filtro.

-Eva, por favor, ve a hablar con XXXXXXXXXX.

-Estoy haciendo otra cosa...

-¡Esto es más importante!

Voy, de buena fé. A consecuencia de creer que mi compañera actúa con intención limpia, me meto en medio de un conflicto muy gordo, entre ella y otro supervisor.

Que además estaba en su módulo. No en el mío. 

Y mi jefa me dice, je je je, que ellos me aprecian y el Equipo NO es disfuncional.

¿Tú volverías a confiar en esa persona? La mejor manera de que deje de molestarte es decirle: "Claro, voy, por cierto... tengo abajo un cliente, ¿vas tú a atenderlo mientras yo hago lo otro?"

Una compi que sí me aprecia viene luego a decirme que no vuelva a hacerle caso a esa compañera, en esas tesituras. Y lleva razón.

Antes, que ahora ya nunca más, tuvo lugar una reunión entre 3 personas de mi posición porque al encargarme otra cosa mi Jefa, a vista de todos, tenía que dejar la tarea que yo estaba haciendo. Una de las más pesadas.

Empezaron a discutir (qué bien le va la música del inicio a esta entrada) y de repente se oye a una de mis compañeras decir en voz muy alta:

-Son las doce... Eva lleva desde las 8 haciendo esta tarea, ¿ella puede hacerla sola 4 horas y nosotros somos tres y no podemos hacer dos horas de esa tarea?

Bronca.

Pero sí, el Equipo me aprecia. Una maravilla, vamos.

Yo hago esa tarea solo por no oírlos en esas reuniones.

¿Qué problema tenéis con el trabajo, hij@s míos? ¿Queríais ir para funcionarios o jefes ociosos y el karma os hizo nacer en otro lugar? 

Y ya llegamos a situaciones surrealistas.

Ayer hubo un problema que no era de mi departamento. Si bien la responsabilidad de representar a la empresa cuando ocurre sí lo es. Me abordaron en plena llamada telefónica y bajé yo a solucionarlo. El problema es que no podía. No era mi materia, era Salud. Y yo sé que atender a una persona enfadada cuando va a notar que no tienes la menor idea del negocio no es un punto favorable. Se va a sentir peor. Se va a sentir indefensa.

Dio la casualidad de que ocurrió todo lo que pasa en el día a día: Jefa ocupada, sin instrucciones. Compañeros que dicen que le atiendas,... pero que no bajan ellos ninguno a atenderle. Y, como no, acabo en el departamento del Compañero que es, jajajajaja, el único que no está reunido. A los mandos de un Equipo, cuatro ítems de eficiencia telefónica (me podría encargar yo de eso, podría ayudarle) y sin dejar de trabajar cuando me acerco yo con cara de desesperada.

-Tenemos.....

No necesito que me lo diga porque estoy viendo lo que hay. Se acerca un jefe a preguntarle algo. Ese jefe me cae muy bien. Lo conocí al llegar a la Empresa, fue mi primer supervisor.

Un mero vistazo a la planta me hace saber, sin que lo diga él, que no hay nadie para resolver el problema. Nadie.

Ahora sí que no sé cómo se va a solucionar.

-¿Vas a llevar el portatil?

Lo que sugiere, mirándome a los ojos, me traslada a una visual de lo que va a ocurrir abajo y me niego. 

Me niego, me enfado, y me lee absolutamente bien.

-Nada, entonces.... -dice con una sonrisa.

Fijaos. A diferencia de todos los demás, que no están, o solo gritan, él me ha mirado a los ojos, se ha dado cuenta de cómo me siento, no ha insistido en un plan absurdo, de hecho, asoma una sonrisa en su rostro, y ha dado una solución alternativa.

Pero es mi Equipo el que me aprecia. El Equipo que solo grita y no esta. 

No, compis, no. Lo siento.

Me chiflaría pasarme el día dedica al trabajo pero gasto un 40% de energía en lidiar con estupideces de los demás. ¿Puedo vivir con ello? ¡Sí! 

Pero no me digas que el Equipo me aprecia o que somos muy buenos amig@s todos. Porque yo a mi amiga no la lanzo a un conflicto del que me quiero librar. Y yo no suelo saludar con quejas y enfados. Salvo... bueno, mi compañero no cuenta porque es distinto. Yo no me acerco a la mesa de una compi a la que no le he dicho: "buenas tardes" para arrancar el discurso con: ¡Esto está todo mal!

Ya que no me lo dices a mí... a lo mejor me voy a tomar un café porque tus gritos me afectan.

Ya no sabes si coger el teléfono o no... porque de verdad no sabes si te necesitan para trabajo o es que no tienen contra quién rebotar. Aquejan "el efecto spamw". Es que titubeas... ¿lo cojo o no lo cojo?

Ayer dijo la Jefa una cosa... antes de contestarla a ella ya me estaban escribiendo a mí.

A ver, hij@s, si la Jefa te pide algo y no lo sabes hacer, hay cantidad de respuestas: "No lo sé", "No lo tengo claro", "pues espera que miro"... hay muchísimas, la más absurda de todas es preguntarme: ¿Eva, has leído lo que pide la jefa?"

Yo sí, ¿y tú?

¿Es un juego de ver si tenemos buena capacidad visual? 

Lo malo es que si estoy tramitando siete cosas a la vez que me distraigas para jugar al "tú la llevas" me rompe completamente el ritmo. Una vez, vale, cuando la dinámica del Grupo es esa.... pierdo eficacia.

No puedo aportar ideas, no puedo brillar, porque la tónica general no es: aporta, la tónica general es: déjame que me escaqueo.

Lo sé, acabo de descubrir que pasa cuando trabajas mucho.

Pero me tenía que desahogar.

Me dicen que el respeto se gana, la confianza también. Yo solo confío en el compañero al que aprecio. De los demás es que no puedes fiarte, nada. Y es una lástima, pero es que se han ganado a pulso su posición. No soy un ser rencoroso, apenas veo brillar un atisbo de buena voluntad ya me aferro a él... pero es que en cuanto se levanta viento... te arrojan por la borda. 

¡Saludos!

Debería ser pintora y trabajar en un estudio yo sola con acuarelas y lienzos. Te digo yo que el problema al final va a ser ese.